"El pensamiento claro no nos basta, nos da un mundo usado hasta el agotamiento. Lo que es claro es lo que nos es inmediatamente accesible, pero lo inmediatamente accesible es la simple apariencia de la vida." antonin artaud.
sábado, 14 de enero de 2012
más poesía de juan antonio vasco
SELECCIÓN DE POEMAS DEL LIBRO
CAMBIO DE HORARIO Ediciones Letra y Línea, Buenos Aires, 1954.
Dedicado: A Carlos y Mary (Carlos Latorre y su esposa)
En la Casa de Postas
A Enrique Molina
El pájaro que se quita sus plumas de hierro
para marcar los rostros de las muchachas con un
signo que reluce más allá de los días que
habitamos
esa comedia timidez hecha con restos de faros
marinos
con el alambre del desprecio rizado en menudos
ornamentos
esa presencia de hombre partido en dos
todo junto pulverizado guardado en un puño desde
una noche hasta la otra
bajo la humedad de los besos cuyo sutil vapor
invade las alcobas
una inagotable corriente de caricias
tu presencia exasperada hasta las lágrimas
entre los bambúes que oscilan en el viento
tu presencia exasperada de niño con un ojo saltado
rodando en el polvo como la esmeralda vomitada
por un ajusticiado
Eres el agua negra donde toda blasfemia alcanza
la transparencia del deseo
Nada de Historias
Ninguna solemnidad ningún corcel ningún futuro
ningún mapa ningún congreso de buscadores
de piojos ningún desayuno que no sea mortal
ninguna convalecencia de la opinión pública nin-
gún divorcio que no sea decretado por los
amantes ningún desembarco en tierra de
ladrones
NINGÚN HOMBRE CON EL VIENTRE
ABIERTO DE UN TAJO TIENE INTERÉS EN
LA PERPETUACIÓN DE LA ESPECIE
Así que nada de historias ningún consuelo ningún
símbolo para el asco ningún pacto secreto
ningún receptor de televisión sintonizado en
mi reino no es de este mundo
Noticias del Paraíso
Cuando el pueblo deja caer su quijada en el polvo
y recoge en cambio una moneda
alza la cabeza esa mujer que conoce las artes del
nacimiento y hace sombreros de barro para las
criaturas
la esperanza urde su mal con pasos de filo de
sombra en el agua
y cada pájaro tiene un nido detrás de su nido para
construir con paciencia el infinito
Adán y Eva liberados por fin de su injusta condena
domestican aves del paraíso y las sueltan en la
asamblea del pueblo
Perspectivas para Mañana
Desde atrás de los muebles en las habitaciones que
desordena el deseo
espiamos a los hombres
sus largas piernas sus hacecillos de rayos que
acosan a las mujeres como la mantis religiosa
cuando se arrodilla en los altares
Hemos visto al amante correr por los aposentos
quitándose la ropa
huyendo del remordimiento que maneja su ascensor
durante toda la noche
y devora las caparazones de la familia abandonadas
en los desvanes como las madres entre sus hijos
Hemos viajado en esos vehículos de azar hemos
adormecido al centinela
para que la noche y el sueño recuperen la sangre
que han perdido
El Vuelo de los Pájaros
Este pájaro de paja con sus ojos redondos que marcan siempre el mediodía
agita un ala luego la otra salta del barómetro al árbol
augura mejores días
mañanas con los senos descubiertos
con la blusa de agua de instinto
la mujer desnuda que huye entre los barcos y las calles
Este amor de noventa grados estas innumerables bestias
estos carteles anunciadores del pillaje
estas flautas que danzan entrando en el río
y desaparecen cuando el ojo se acerca a primer plano
La bella destrucción del vino el ocaso de las historias edificantes
los telones perforados por los cabezazos de la realidad
la libertad ardiendo por los cuatro costados
Los Trenes
Los trenes no tienen médula y el desastre les lleva
la cola porque se casan cada noche con la
posteridad
Su numerosa familia se seca las manos en el
delantal proyecta gozosos asesinatos
grita o ríe en la noche por los pequeños ojos de
buey iluminados de luz de hueso
Un pasajero de anteojos de carey lleva de la mano
a la niña que recién ha salido del internado
la muchacha núbil prometida a los rieles y las
ruedas del accidente
Ella canta sin embargo canta y agita sus manos de
fósforo
perdonando a todos sus enemigos
Los hombres viajan sujetos con cola de marfil
a los asientos
Las mujeres van más sueltas porque su sexo
las libra de todo mal
La agonía de un pariente
El hombrecito que se inclina para salir por la
puerta de su casa
ese agujero de bala cuyos bordes ostentan la pátina
de los años
saca primero un ojo luego un brazo
luego una obra en dos tomos
Empuja con todo el cuerpo para agrandar la
cavidad de su lenguaje
pero está herido de muerte
morirá dentro de su casa
Un último esfuerzo consigue sacar medio cuerpo
por el tragaluz
Su cabeza de plomo fundente cae chorrea sobre la
multitud
La reconstrucción del hecho
El juez de instrucción se ha puesto las medias de
lana
la bufanda de lana
ha metido su corbata de lana en el café con leche
está obsesionado
Es su primer asesino y el boleto del subterráneo
se le cambia de bolsillo como una babosa
dejando una huella de jurisprudencia sobre su chaqueta de lana
El guarda del subterráneo empuña sus tijeras y
recorta la peluca del juez de instrucción
haciendo una asombrosa juglaría de tijereteos
Pero es su primer asesino
Cambia de asiento saluda con una reverencia a
las mujeres que viajan con el paraguas abierto
La humedad es espantosa llueve dentro del subte
El asesino sonríe con esa inconfundible cortesía
de las gentes bien nacidas echadas a perder por
las malas compañías
le presta su pañuelo al juez de instrucción le recita
el primer capítulo del Quijote según establece
el código de procedimientos
Es un asesino de cabellos grises sus manos tienen
la suavidad de la lana de Angora
ha hecho migas con el polizonte y juegan a en qué
mano está
gana el asesino siempre gana el asesino
regala puros y sonríe al público
El juez de instrucción limpia sin cesar sus anteojos
cambia de posición en el asiento el subterráneo
se detiene en la ventanilla del hipódromo
en un velorio
en una fiesta de primera comunión donde la niña
comulga con rodajas de queso
y la madre lleva rodando la torta con un gancho
de alambre
Es su primer asesino
Sólo falta una estación la terminal debajo del gran
lago helado las escaleras de caracol talladas
en el hielo muestran alrededor el más perfecto
acuario
Pero es su primer asesino corre la cabina del
conductor intenta persuadirlo de que es preciso
volver porque el lago se ha derretido y marchan
hacia una muerte segura
Yo tengo mi planilla dice el conductor mientras
yo tenga mi planilla el resto no es asunto mío
Pero es mi primer asesino
A mí qué me importa es mi diezmilésima planilla
El juez de instrucción intenta acogotar al conductor
quiere dar marcha atrás pero el mecanismo echa
aire por todas las compuertas y los hombres
salen de las escotillas con el rostro cubierto
de musgo
y el subterráneo sigue adelante porque el conductor
tiene su planilla y pone al juez de instrucción
en su sitio
El asesino sonríe una vez más ha adivinado dónde
oculta la piedra el polizonte
en la foja de servicios dice y gana otra vez
Han llegado es preciso comenzar la reconstrucción
del hecho
El juez tiembla como las recitadoras cuando abren
los brazos y sacan sus relojes de bolsillo para
llevar el ritmo de los anapestos y de la peste
El asesino le dice ya pasará yo también estaba
nervioso en mi primer caso
pero todo es empezar y si usted lo desea le mostraré
cómo se hace
Es usted muy amable pero yo no estoy nervioso
empecemos de una vez háganos ver cómo asesinó
a la muchacha
cómo detuvo su lecho de ruedas cuando salía de la
estación de tranvías absolutamente sola dormida
y desnuda
Yo dice el asesino procedo siempre de una manera
científica
a las muchachas se las asesina con facilidad y no es
preciso poseer una gran imaginación basta con
tener buen diente
Le corté la cabeza con este cuchillo
así
El juez de instrucción está muy impresionado
su cabeza ha quedado separada del tronco
El asesino y el polizonte se juegan los despojos a
en qué mano está
El Arpa abandonada
Cuando se abre tu ventana una lamparilla se enciende bajo tu piel
y el pergamino de tu sonrisa evoluciona rápidamente
hasta convertirse en un pez dorado
He pensado mucho en ti me han salido espinas en el rostro
me he lastimado las manos tratando de quitarme esta vestidura de cáñamo
porque siempre estás en mi sueño como un
precipitado rebelde a la presión de la atmósfera
o como el brote de bambú que suele encontrarse en los ojos de los recién nacidos
Cuando pienso en ti se enmohecen mis cadenas
entre los andrajos de la pared se forma un hueco y por él veo los ratones blancos
que huyen hacia tu cuarto
en el piso superior dos corredores a la izquierda sobre mi cabeza remendada con alambre
Siempre estás en mis sueños siempre ruedan tus perlas por los rincones de mi celda
y aprieto entre mis dedos tu clavija y un mechón de tus cabellos rubios
El Naufragio o el Riesgo de Vivir
Para Oninza
Esta noche tiene una pierna de marfil que resuena
por las escaleras
yendo y viniendo entre tu corazón y la página de
un libro donde está la misma historia de siempre
Pero cuando las manecillas del sueño se juntan en
tu rostro desollado por el amor
y empiezan a hincar sus agujas en la carne como el
navío que un tifón arroja sobre la isla y deja
escapar por los ojos de buey los secretos del viaje
comprendo que tus entrañas están hechas con las
almendras del desvelo
esa construcción de fósforos eternos y mentiras
entrelazadas que envejecen en la antesala de los
instintos
cuyas esquinas ostentan fuentes de hierro enlozado
con un mecanismo que cambia de color a cada
hora
o cuando el matrimonio cose una larga fila de
botones en la chaqueta del amor
Esta noche suaviza las cicatrices de la costumbre
que duelen cuando la lluvia acomoda sus cajas
de cigarros en los aparadores de la nostalgia
y se tiende para iluminar los rincones del
conocimiento
poniendo al alcance del deseo los espejos mojados
en lágrimas donde se ve el rostro en llamas de
la poesía
una blasfemia arrastrada por el viento
el rostro caído en el mundo que sólo la mala fe
puede confundir con la belleza del agua pura
la investigación del amor la cisterna donde flotan
los rostros de la aventura acuciada por callados
terrores
el sudor que el verano pone en la frente de los
elegidos sin darles el consuelo de la
irresponsabilidad
La carne podrida del compromiso con su linterna
de minero en la frente
lanza entretanto sus bolas de marfil que ruedan
entre las piernas de los fugitivos
pero tú existes de todos modos protegida por tu
antigua artesanía de constructora de espejos
existes para que el viajero pueda narrar junto a
la estufa las costumbres de su país
entre bocado y bocado de un extraño pan cuyas
propiedades permanecen ocultas
en la mesa en que los camaradas de la muerte dan
cuerda a los relojes y desconciertan todo
entendimiento previo echando al mar el triste
aparato de la consolación
Es entonces cuando la cabeza llena de vapor se
pudre insensiblemente sobre el timón
y el navío vacila sin acabar de escorar pero
irremediablemente herido
desnudo y pronto para la descomposición
Es entonces cuando todo surge de pronto en la
borra del vino esa concentración de deseos
irrealizables
junto a cualquier mujer cuya risa desgarra los
vestidos del varón
en la noche de los hallazgos
mientras los verdaderos amantes conversan en sus
cabañas protegidos del tedio por una pared
construida mitad de despojos de navíos mitad
de sentimientos piadosos
también conocidos por el frecuentador de las
tabernas ocultas donde el peligro deja caer su
vidrio molido en la copa de todos los que aceptan
el riesgo de vivir
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EL RESCOLDO DEL CIELO (1964)
Venid a mí hembras del calor
Aquí donde los trópicos asoman su fotografía
de resplandor velada en el recuerdo
ha desembarcado la casta foca del verano
ay la corta navaja del verano
sin muelles como la mano del solo que se abre
lentamente su tajo de placer
Cierro los ojos bajo este otro sol
cierro la navaja de golpe como la valva de sorber
alimentos en las playas radiantes
para que me incube el sol de Cumaná
allí donde la adolescente desnuda en sus harapos
descabeza en la playa los pescados de la
familia para sancochar
el olor de su pubertad la redondez de sus
pequeñas tetas
Ay camerinos del trópico ostras del sexo
bienaventurado
Abreme las ostras y el chorro de limón en los
ojos para nacer en el pecho para vivir en la
boca para boquear bajo el sol
Olvido la hierba pacificadora la sensatez de los
pinares
olvido para ver
las altas copas de cristal talladas en la roca por
la molicie
la palma inoxidable bajo el sol
el cormorán del mar
el sol lleno de escamas y de islas con sus
pupilas de concha de tortuga incandescente
abandonadas por la resaca entre tu cuerpo
que se hunde en la playa devorado por el
rumor de los cocoteros y tu vello que se
derrite con tu carne bajo la bocanada del sol
bajo la máquina blanca del sol
RISA DE LA TIERRA FIRME (1963)
Todo ese fuego negro te subió como pelo
hasta la nuca
te levantabas a reír
con peinado de guerra te levantabas a reír
y aquellos largos dedos de curare atraparon
los labios de tus dientes
bella como una estola hecha de pájaros
como la música del güiro
como el pantano de las nubes
bella con los ojos de sudor de petróleo y
y camisa de palma real
como una cicatriz
bella como la papa brotada
máscara de meseta sólo dejas pasar el alarido
de la tierra
Me has mostrado tu múcura de donde salen las
hormigas blancas con tu vello y los hongos
de tufo marino que atan a los hombres en
las islas
yo te miro con ojos de glaciar desde los mares
que esconden su ballena durante toda una
generación
listo para el fulgor de tus mejillas con un
pequeño sacrificio de arroz blanco
mientras asciende el sol barbado
sobre esta tierra donde el hombre sube y sube
para amarrar su hambre lampiña como
enseña de náufrago en las palmas
No dejes de reír
dispárame tu risa con punta envenenada
tu risa de guarapo para el sediento del amor
minero ensombrecido por el cobre
tu risa de guajira resonando entre los muros
encerados de una orgullosa capital
derrama sobre mí tu fogata de pelo
suelta tu risa de curiara
de pólvora y café
de pastizal
dientes de blanco armiño en la tapara de la boca
tus dientes de culebra
suelta esa máscara de hierbas
el faldellín de arena
suelta
vientre de avispas
tus jirones y el humo que ciñe tu garganta
ven desnuda
desde lo alto de la sierra se ve el mar
LA CABAÑA DE LA PLAYA (1963)
Vuela el viento en el mar
arde como el pelo de mi amor
cuando sonríe el mar
como el verdín de sus pestañas en el mar
el humo de sus manos en el mar
Y allí estaba mojada y pelinegra
con las piernas cruzadas
con los pechos chiquitos
y la risa en la cara
El mar entró en la puerta
yo salí por la ventana
me corrió por la arena
y me alcanzó en el agua
Un jirón de su piel daba la vuelta al mundo
el agua la desnudaba
Un cesto lleno de ropa negra
una copita
llena de ropa blanca
Cabeza blanca cabeza rota
vamos a cantar
Echó una bola de agua
y nada más
Yo que me tapo de aren
y ella que no me dejaba
ni a la sombra de la teja
ni bajo la palma
ni en el manglar
ni en el uvero de playa
ni para taparse el pecho con la mano
ni para mirarse los dientes en el agua
ni para sentarse en una silla
desnuda
ni para nada
A cara o cruz
la suerte estaba echada
salía la misma cabeza rota
blanca
vomitando la misma bola de agua
De puntillas
empezó a girar
las vendas se le soltaban
Detrás de la duna
la manta mojada
Las palmeras huyen detrás de nosotros
como los refugiados del frente
de guerra vistos desde el tren
de prisioneros
Estaba amaneciendo en la cabaña
Y vino el tractor vino el café de la
madrugada vino el capitán del puerto
vino el arpista con el arpa trajeron
pan pan-pan pan flauta pan de
redondas nalgas partieron el cogollo
de palma asaron el cangrejo tocaron
el arpa se terminó el café se terminó
el pan el mar se llevó la casa
CHANSON (1966)
Para Lucienne
Ojalá te hubieras llamado Luciana como quien
dice luciérnaga o luz de ciénaga
Ojalá te hubieras venido a América
Comeríamos una choucroute au champagne
cada lustro
Y entre semana guiso y puchero
cartas de amigos y facturas de electricidad
pero no llegamos a nada mi amor
Tus poemas todavía me llenan de pesadumbre
tus sostenes con las cintas ajadas aparecen
en mis maletas
Y no termina de salir el sol en Green Hill
con aquel polizonte de la madrugada
Esto ocurrió hace mucho tiempo
antes de que enmudecieras mon petit singe
cuando yo te compraba naranjas en el Soho
curries en Hampstead
y alquilábamos dos sillas bajo los castaños
por cuarenta francos
porque tú eras mi mujer
CLARA ES UN ROBOT FRENÉTICO (1964)
Se disfraza de mujer con misteriosa habilidad
pero es un robot de la peor especie.
Lo adviertes cuando se acomoda los rizos con tubos
de cartón tripas de rollo de papel toilette.
Si se traba chirría y hasta que no le quitas de la
máquina el cuerpo extraño no vuelve a sus
modales de ameba servicial.
Se sabe que cultiva lábiles intenciones contra
cualquier sistema y eso le proporciona su ternura
de rosada mucosa que no permite escapatoria.
Si la amas chapúzala en la vida para verla alborotar
peinarse y arrojarse como un calamar herido
por sobre casi todo lo que existe.
PASAJE DE VUELTA (1965)
He vivido en otros países
muchos años
ya no sé cómo se llama aquí la resignación
Ha empezado a pitar el telégrafo del río
Flota la carabela hacia el país natal
Ahora una mujer nupcial avanza en sus cendales
hacia la mesa-lecho
pero no para mí
no para el emigrado húmedo de vino sórdido
Entonces la aventura termina y estos caballeros
blancos que me circundan no admiten confusión
Arranca los manglares de la memoria
arroja los sombreros levitados por la presión arterial
de América
apaga el hervor de tu cabeza libre
y acomoda el cuerpo a su eje
el alma a su nicho
en la habitación fuliginosa
A vos que estás en el cielo de Buenos Aires
si estás
pido coraje y sentimiento
Dame un pan de pasto con su tierra para comer
Dame mi escarapela de sumiso mi garita de enfermo
mi guitarra de ausente
Dame mi guardapolvo de argentino
EPITAFIO DE UN LIMPIO (1967)
Quiero dejar escrito
pintado en la pared
todo el bien que me han hecho
los ríos de agua fría
el mar caliente
el sol desnudo
las ciudades con olor de ceniza
Mis amigos
con una bengala en cada mano
para mí
carpintero de la nostalgia
mudo de padre y madre
me dan la bienvenida
y mis mujeres
la vida
en Londres bajo la lluvia
en Caracas bajo el sol
Puedo llorar a mares
me voy porque me voy
no porque quiera
la pasarela del Samborombón
ya no se pasa
y la esquina rosada de Barinas
ya no se cruza
el avión ya no toca en Grano de Oro
el ferry no fondea en Palmarejo
la chalana no amarra en Soledad
Me voy
me llevo todo
me voy limpio
hablando en español
con mi boca de tierra
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POCO INTERÉS
Al que llama a la puerta con su cesta de vituallas le decimos que no hay
interés
Tenemos lámparas
Tenemos huevos
huevos-lámparas
lámparas que alumbran los huevos
huevos que dan a luz lámparas de huevo
Tenemos pan cal almanaques guirnaldas
fe esperanza caridad
calzoncillos
poemas
paciencia
partos medos niños de pecho
Tenemos un kakemono
un calientapiés
una unesco
Tenemos relojes pero no tenemos tiempo
Es tarde
Basta por hoy
Basta por el siglo
Vendedores abstenerse
Juan Antonio Vasco
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Hoy no tuve alumnos por la lluvia y saqué de la biblioteca otra vez el Juan Pablo Vasco. Anoté algunos versos para cuando estuviera en casa buscar. Muchas gracias por esta gran selección!!
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