"El pensamiento claro no nos basta, nos da un mundo usado hasta el agotamiento. Lo que es claro es lo que nos es inmediatamente accesible, pero lo inmediatamente accesible es la simple apariencia de la vida." antonin artaud.
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viernes, 7 de diciembre de 2012

el movimiento o la quietud, poemas de marcelo leites



                                               (imagen del pie de julio bocca)    


Aguijones

Aguijones, aguijones en tu cabeza
tu cabeza late más fuerte que tu corazón
y va a mil kilómetros por hora.
Parece no detenerse.
A veces, un cigarrillo, una mujer, un árbol.
Sólo a veces.
Si no, corre desbocada, casi sin control.
No sé dónde está el universo, si afuera
o adentro.
Ahora parece estar en ninguna parte.
Sigo pensando que sin un poco de fe
en uno mismo, es imposible moverse.
Tampoco hace falta correr a la velocidad
de la mente.
Sólo bastaría con estar quieto como una hierba
moviéndose al compás del viento.



DEBAJO DE LOS SAUCES

Debajo de los sauces
a la sombra de los sauces
estoy yo.
Miro el cielo a través de las ramas,
azul límpido y mínimas nubes.
Respiro
y el aire llena mis pulmones
de oxígeno viciado.
Me concentro en el tronco,
en la rugosidad de la madera,
en los gorriones que atraviesan
el cielo en bandada,
en el sonido del río que corre.
Sólo miro estas cosas
y sé que es suficiente.
Sin embargo hay algo
que no funciona bien.
Una mirada demasiado estática
sobre el paisaje.
Pienso entonces en los hombres
en todos los hombres
que alguna vez se detuvieron
a mirar las cosas.
Y no hicieron nada más,
salvo describir minuciosamente
cada objeto
y se olvidaron de vivir
para escribir poemas.



HAY QUE DAR GRACIAS

 Hay que dar gracias:
el cuerpo anda
el cuerpo camina
el cuerpo se mueve solo.
No hay otra libertad
sino el cuerpo.
No hay otra verdad
sino el cuerpo.
Sé que me muevo
porque mi cuerpo se mueve.
No estoy muerto
no estoy dormido
no hay forma de quedarse inmóvil.
Creo en mi cuerpo.
Sé que mi cuerpo no me abandonará.
Hay que dar gracias:
tus manos se mueven
tus piernas se mueven
el mundo se mueve.



(Inéditos)


Marcelo Leites, Concordia, Pcía. de Entre Ríos, Argentina

sábado, 3 de noviembre de 2012

Fotografía movida de Spíndola y su jerez volcado, por tani mellado




Jorge Spíndola es un poeta que asedia las cadencias de la oralidad y sus contrapunteos, flujos e interrupciones. Tiene su poesía, además, un dinamismo polifónico proveniente de las distintas voces de una mundaneidad cotidiana y honda. Quizás por esto su poesía se actualiza intensamente en sus lecturas, cuando se desgrana la voz, gotita a gota, como el agua de un río mientras llueve, vuelta sonido inseminado, burbuja que corre y resoplido. Dos o tres veces lo he escuchado leer Jerez volcado, partes de este poemario publicado en 2009, por la editorial El suri porfiado. Sus versos, en el aire, pero también en las páginas, son las nervaduras de las hojas de un árbol que camina y se emborracha memorioso de la experiencia y sus ecos. Las dos veces que lo oí estaba en Comodoro Rivadavia, una ciudad patagónica con varias ciudades superpuestas, itinerarios discontinuos y un cerro en el medio de variopintas desmemorias.

Jorge Spíndola es nacido en La Paloma, en un barrio de aquella ciudad que subterráneamente crece en sus poemas. Las estrellas de ese otro cielo miran desde abajo y centellean en el barrio y la infancia, aquella otra patria tan convocada en este libro. También desde abajo viene al amor que tiembla y habla una lengua rasgada, hecha de telas impares e idénticas al mismo tiempo.

Pero el Spíndola de este Jerez volcado ha volcado también de alguna forma, no como un auto desplomado en un mal ángulo, no como la lava que desciende impiadosa. El poeta ha volcado como un vino tinto espeso que no se precipita ni compensa otra sed sino que se curva para desprenderse de la horizontalidad. En Calles laterales, pero también en su anterior libro, Matame si no te sirvo, Spíndola nos devolvía la posibilidad de recorridos y trayectorias poco frecuentados, marginales, laterales. En sus poemas aparecían hombres y mujeres cuyos rostros y cuerpos no salían en las fotos y retratos celebratorios o conmemorativos de la historia oficial que toda ciudad y región tiene. En sus textos emergían zonas poco iluminadas por las bombillas eléctricas de la modernidad y sus grandes mitos. Sus textos andaban por la superficie como reptiles memoriosos a la sombra de la barbarie, su paisaje y lengua.

Pero, ahora que ha volcado, el poeta se derrama y lo que cae ya no viene con fuerza desde afuera. Ya no corre la mancha del verso por la superficie del mantel. El vino que se cae, este Jerez volcado, perfora la mesa, su madera, el suelo que la sostiene, todo lo que toca. El poeta ha encontrado la verticalidad y lo ha hecho en el mejor lugar, el intersticio, la frontera.

Por la polifonía inicialmente señalada, es difícil agrupar en una única descripción los rasgos de este libro, pero quiero señalar esta naciente verticalidad del volcado que no sólo va hacia abajo, tenue o resonante, gota de rocío desprendiéndose irremediable sobre el pastito o agua de tormenta que se amucha, sublevada, para aplastar la extensión de un mismo dueño. También cuando vuelca se nos va para arriba este poeta. Como las chapas en su recuerdo, vuela este poeta como brujo que es. Para arriba, con comba y a los combos se nos va a los cielos, peleando, resistiendo, dejándose volar, siendo volado. Le gustan los techos, como a ciertos suicidas, y saborea los ascensos sobre el viento este pájaro políglota que, en picada, baja hasta la cucha de los perros para ladrar con ellos como mariachi de luces.

El Spíndola de Jerez volcado no toca las cosas, las atraviesa. Nada en el aire, vuela en el suelo y camina volcado hacia el costado.


revuelto de zinc





una vuelta fuimos con mi tío a taparaujero en unas chapas

corría ese viento desgraciado sobre el mundo

ya sabes



una sola cortina de arena iba envolviendo la visión



había unos galpones gigantes de ypf

varados al borde de una playa



fragmentos de chapa en la memoria

ondulaciones de zinc brillando ahora

entre el párpado y la luz

no importa/



caminábamos con el tío por los techos

flotábamos y el viento

chiflaba por abajo como un loco



parecía que todo eso iba a volar



pisábamos siempre sobre la línea de clavos

con cuidado con cuidado como el tío me enseñó



clavos cabeza de plomo le voy a decir

malamente sujetaban el océano de chapas

flameaba la camisa

la bolsa de clavos se rajó

rodaban clavos por los techos

como astillas caían o volaban no se bien



de repente unos viejos de mameluco gris

de abajo nos gritaron con ternura



- dejen ese agujero y bajen a comer



mientras cuchareábamos en silencio

yo vi el alma de esos hombres

o capaz era un vapor

pero algo aéreo se alzaba de sus cuerpos

se ondulaba en la corriente

y escapaba



ahora tengo un solo revuelto de zinc en la memoria

un oleaje brillante de chapas que se mezcla con el mar



(a unos viejos obreros de ypf

al tío juan)



Nota de Luciana Mellado

miércoles, 20 de junio de 2012

isadora duncan bailó el himno nacional envuelta en nuestra bandera...relata galeano


1916-Buenos Aires
Descalza, desnuda, apenas envuelta en la bandera argentina, Isadora Duncan baila el himno nacional.
Una noche comete esa osadía, en un café de estudiantes de Buenos Aires y a la mañana siguiente todo el mundo lo sabe: el empresario rompe el contrato, las buenas familias devuelven sus entradas al Teatro Colón y la prensa exige la expulsión inmediata de esta pecadora norteamericana que ha venido a la Argentina a mancillar los símbolos patrios.
Isadora no entiende nada. Ningún francés protestó cuando ella bailó la Marsellesa con un chal rojo por todo vestido. Si se puede bailar una emoción, si se puede bailar una idea, ¿por qué no se puede bailar un himno?
La libertad ofende. Mujer de ojos brillantes, Isadora es enemiga declarada de la escuela tradicional, el matrimonio, la danza clásica, y de todo lo que enjaule al viento. Ella baila porque bailando goza, y baila lo que quiere, cuando quiere y como quiere, y las orquestas callan ante la música que nace de su cuerpo.
Memoria del Fuego III: El siglo del viento

domingo, 29 de abril de 2012

bailar

                                                                         ( 1966)




                                                a Philippina Bausch (1940 - 2009),bailarina, coreógrafa y profesora de danzas



pina bausch


tanta belleza las piernas

acabaré de escribir movimiento

una cinta eléctrica
unas cabezas
medusa
loca

jadear empujar verbos pina
acción
voluntad

los hombros pesan

espina dorsal enhiesta
hacia delante una pelvis el escroto

“tienes que seguir buscando”
nadie sabe dónde

tu luz se baila la sombras
                              gestás algo


segundo movimiento

temblar
los músculos hacia otros
la solidaridad de aire

no es viejo el cuerpo no es joven
el amor a deux a trois
                                     como esos pasos

perder la dignidad
arrodillar
de ninguna manera de todas las formas

el punto de apoyo
abrir bien las piernas



macbeth por julio bocca


las líneas sobre el blanco
la mirada de ella fuerza
sus cejas

el des-doble

tres brujas fatídicas

también bailo
                          traición
                           envidia

de la víctima al victimario
                                   doble el juego

tus manos rojas de pintura julio
                            o julia
no tiene la mínima importancia
salvo el ropaje (que tampoco interesa
falda bella
un pantalón ajustado)

configuración
                             (en varias escenas)

hay que elegir
                    se elige
                                             una obra

cierro tu máscara              dama ambiciosa



de nuevo Macbeth


retuerce su figura
creo percibir la vibración

que trastorne algún gesto

entre telones

el terciopelo
                     arruinado por la luz

el terciopelo roto por cuchillas

los tajos de mi vestido de sangre



espectadora…

qué maravilla rompés esa imagen

y la forma en que te miro
sea la danza

 una libélula refriega sus alas

nunca el suelo firme

mi propia cabeza refleja

                                         etérea
                      la aspiración máxima del vuelo





de catalina boccardo, de la serie "bailar"

viernes, 13 de enero de 2012

"departure", ´serie inédita de lilián cámera



Al costado del andén las valijas y la voz preparada

-para mentir el día-



Punto 1 – anotaciones al margen




mi página desvaída
todos los indicadores
como las nubes de este marzo
trazos oscuros
carga humeante
allí donde transita el cuerpo
y no hay molestia
peor que el silencio
del mediodía


corro a decirte que la historia
es esto que invento
con cada jirón de piel
perdida en los pasillos
apenas dispuesta
a darme la mejor sombra


toda mi reluctancia no te salva
de una mirada enloquecida
la sangre que deambula
como una nueva mercancía
fija los pasos en ciudad edén






punto 2 -
telodijetelodijetelodijetelodijetelodijetelodije




nada que no pueda manejar
presa de árboles flacos
y veredas partidas
un silencio mayor de catedral
me moja los pies
frío y lejano como la dicha
los oídos tuercen dudas
país extranjero para un alba
que depone esfuerzos
y se calla


inflexión nacida en la piedra
aquí un círculo para los ojos
allá otro para las manos
que hacen señas:
la desesperación es un límite tan angosto
y yo cubro las mentiras
sagaz como el amante que huye






punto 3 – virtud de no creer lo salvado


te pierdo por esta pista
una carretera en ruinas
transforma la madrugada
labio enorme del que nadie escapa
esa molesta ceniza
abarca las pestañas
ciñe tobillos sin contender
con la caligrafía de los sueños
tan meritorio debut
no me exime de un último gesto:
en el olvido una tormenta se relame
para la foto sin marco






Punto 4 – cantaré y seré millones



soñaba la palabra perfecta
plácida como la tumba-
los codos apoyados en la mesa
el ojo firme al desvelo
y hombros encajados
en un minuto exquisito:
no escribir nunca más

alejar uñas de la tinta-
todos los animales
huyen de la catástrofe
que le anuncian las tripas
nosotros persistimos
en la abundancia de señales
sin ensayar el recelo





Punto 5 – pero qué hay de cierto en …




una uva se quiebra
en la lengua amanece el jugo
del último temblor

esto no es una canción desesperada
llena la ruta de carteles
apenas alcanza la energía

girar a la izquierda
seguir masticando el pasado
a medida que la noche crece

cimbreando en pozos
torcida espalda a la tristeza
cuan lejos está el día de tus manos?

clamaba por un viejo sol
la voz secreta de un olor
que descosiera el cielo

ahora el asfalto perdura
lejos siempre es cerca
del rincón que duele






Punto 6 – Dáliva


horas y horas de sonido
virtual mi insanía se despliega
cada compás es un brazo ligero
replegado hacia vos

pequeños huesos calientes
latidos suaves
orejas diestras en la noche
sentirán como cae mi valentía en gotas?


tengo la alfombra mágica
soy una Lisey cualquiera
no hice más que navegar
por cuartos clausurados

de otro es el sillón
y la lámpara que cierra los ojos
cortinas violetas ondeando
en una madrugada inhóspita

el fragor de la fruta más dulce
trae una vieja peste
eso aguarda detrás
se vale de mi corazón como lanza

en el lago la quietud
tiene forma de un banco de granito
donde pienso las horas
y algo más que se asoma con tu nombre




de "Departure", serie inédita.



Lilián Cámera.
Nació en Montevideo, R.O. del Uruguay. Reside en Argentina y es autora de Clausura (2008) Ediciones del Dock y coautora del poemario Moebius (2008) Ediciones Meridiana.

martes, 10 de enero de 2012

miguel martinez naón acercó este poema de vinicius...


DESEO



Primero te deseo que ames,

y que amando, también seas amado.

Y que si no lo fueres, seas breve en olvidar.

Y que olvidando, no guardes resentimiento.



Deseo, pues, que no sea así,

pero si así es, que sepas serlo sin desesperar.

Deseo también que tengas amigos,

aunque malos e inconsecuentes, sean valerosos y fieles,

y que por lo menos en uno de ellos

puedas confiar sin dudar.



Y porque la vida es así,

deseo también que tengas enemigos.

Ni muchos, ni pocos,

pero en la medida exacta para que, algunas veces,

te cuestiones al respecto sobre tus propias certezas.

Y que entre ellos, exista por lo menos uno que sea justo.



Deseo, después, que seas útil,

pero no insustituible.

Y que en los malos momentos,

cuando no reste nada más,

esa utilidad sea suficiente para mantenerte de pie.

Deseo además que seas tolerante,

no con los que se equivocan poco, porque eso es fácil,

sino con los que se equivocan mucho e irremediablemente,

y que haciendo buen uso de esa tolerancia,

sirvas de ejemplo a los otros.



Deseo que, siendo joven,

no madures demasiado rápido,

y que siendo maduro, no insistas en rejuvenecer,

y que siendo viejo, no te desesperes,

porque cada edad tienen su placer y su dolor y...

es preciso dejar que ellos transiten dentro de nosotros.



Deseo, a propósito, que seas triste,

no todo el año, sino apenas un día.

Pero que en ese día descubras

que la risa diaria es buena,

la risa habitual es sosa

y la risa constante es insana.



Deseo que descubras, con la máxima urgencia,

por sobre todo, que existen oprimidos,

maltratados e infelices,

y que están a tu lado.

Deseo también que acaricies un gato,

alimentes un perro cualquiera y oigas el canto de un pájaro.

Que te despiertes triunfante con su canto matinal

porque, así, te sentirás bien por nada.



Deseo también que plantes una semilla,

por más minúscula que sea,

y acompañes su crecimiento,

para que sepas de cuántas muchas vidas

está hecho un árbol.



Deseo, más aún, que tengas dinero,

porque es preciso ser práctico.

Y que por lo menos una vez por año

coloques un poco de él en tu frente

y digas "esto es mío",

sólo para que quede bien claro quién es el dueño

de quién.



Deseo también que ninguno de tus seres queridos mueran,

por ellos y por vos,

pero si mueren, que puedas llorar

sin lamentarte y sufrir sin culparte.



Deseo por último que tengas una buena mujer,

o un buen hombre,

y que se amen hoy, mañana y en los días siguientes,

y que cuando estén exhaustos y sonrientes,

todavía haya amor para recomenzar.

Y si todo eso te ocurre,

no deseo mas nada para vos....





de Vinicius de Moraes

lunes, 9 de enero de 2012

fragmentos de "the real poncho", último libro de rodolfo edwards





(...)


PRIMAVERA

de vez en cuando
la primavera visita al invierno
y les roba la bufanda a las chicas
les desordena el cabello
con mano caliente e invisible
les llena el ombligo
de pétalos futuros
rojos
fucsias
amarillos


MERMELADO

con el mismo impulso
que abrí la mermelada
me arrojo al amor
infinitamente



LA VERDAD VERDADERA

el verdadero sentido de la política
es administrar la muerte
los verdaderos punks
son las viejas
que se tiñen el pelo de violeta
y nunca hay que confundir
merca con metafísica



IMÁGENES EN MOVIMIENTO

antes la gente miraba el fuego
como hoy se mira televisión
necesitaban ver
imágenes en movimiento
sobre todo después de cenar



LA BELLEZA

y pensar que la belleza
es apenas un orden
la curva de una ceja
el brillo del pelo
una boca
en incesante armonía
una suma de miradas
encuentros inesperados
en el cine popular de las jornadas



TIEMPO NUESTRO

entre la inspiración y las ideas
trazo líneas largas
puentes de pan
brazos en abrazos
brasas contra brasas
en el incendio del animal universal
y es tu cuerpo el que me guía
entre toda la maldad
porque estás aquí
y de mi lado
piso campo fértil
tierra general y compañera
tiempo nuestro
solamente


(...)


EL PASO DE LA LOCURA

todo bien con vos chaval
pero te olvidaste un paso:
el paso de la locura
el cruce de la cordillera de Los Andes
el desvarío y la fiebre de vivir
la embriaguez del ansia
la belleza en bruto
la rama impura
la que se rompe






Este libro fue configurado en el taller El Cafetín, Agustín Muñoz s/n esquina Molina, La Teja, Montevideo. Primera edición: La propia cartonera, 2011-


Rodolfo Edwards nació en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina, el 11 de febrero de 1962. Es Licenciado en Letras (Universidad de Buenos Aires), especializado en Literatura Argentina y Latinoamericana. Tiene publicados siete libros de poesía. Es colaborador periodístico de suplementos culturales de diarios argentinos como Clarín, Página/12 y Perfil

jueves, 5 de enero de 2012

textos de maría eugenia cavallin



Bella Βαβυλών
Era una linterna su tercer ojo, el de la piba esta, en medio de sus cejas, un cuerno de unicornio ebrio. Se hacía paso por entre las sillas y las sombras móviles con vida. No atinaba a nada, lo decía y lo hacía. Unos días después, su reflejo intermitente entre su memoria a corto plazo y el cajón en el fondo del cerebro no podían coordinar. No hay combinación posible.- Empalmar, con lo que hay-.- Eso-. Como figuritas repetidas del álbum mensual, -esta la tengo repetida como 100 veces-¿alguien la quiere?- ah, cierto, bueno. Me olvido!, todos la tienen, que la usen o no, que la miren o no, que la saquen de la cajita o no, es su problema-o el mío?- El camino se completa con una carta de copas más a la selección, qué infierno vendímico, como una cruz bocabajo mitigándome-.
La piba esta lo sabe muy bien, no hay deseo después de esto. Empieza otra vez la búsqueda.
Caprichosamente, revuelve su cabello hacia adelante y se asusta frente al espejo, se mira y se aterra,- soy yo hija de puta-,- claro, ahora si te asustás, no? Tan grande y tan insegura;- como que lo hacés a propósito?- La piba esta lo sabe muy bien.
Bella pone la lengua en filo y se torna multilingual, pero hay quienes no la entienden. La traducción es otra forma de esconderse de uno mismo y tratar de no encontrarse.
Papeles de no regresada
Con su ojo fílmico, las cintas blanconegras y un pororó salado, la piba esta, se aglutinó perpleja de su silueta en el rincón más húmedo del sillón. Casi por decisión propia levantó la mano y preguntó-¿cuánto se tarda el organismo el limpiar restos ancestrales?-y depende de con qué letra comienza tu apellido de la a la m tarda bastante y de la n a la z bastante más-ufa, mejor le pongo enter y que se limpie cuando se limpie-supongo me daré cuenta. -La orina y la materia fecal me advertirán-Por lo pronto, resisto a la sensación insomne-
Habrá un luz roja rec grabando en el aire encendida todo el tiempo? Un nuevo 1984, un nuevo panóptico, una reacción en cadena, un estilo dominó, un carromato averiado. Las excusas de la cobardía que no superan la ficción.
Con su ojo fílmico se filmó ensimismada para adentro, una luz negra cubrió el telón. No hubo aplausos, pero las butacas estaban llenas, entradas agotadas en doble función.
Piedras teñidas
“-Esta pendeja no cambia más-“, baraja el viejo mientras la ve venir medio en pedo, colgándole los cancanes a la altura de las rodillas.”-acá llega la puta-“, sentencia el viejo. “-Mirá la hora que es, a vos te parece?, llegar así, puta, encima borracha, no si, vos no cambiás más-“ Andá a acostarte mejor. Así no te sentás a la mesa”. Domingo, 14:12 hs.
La piba se sentó en el borde de la cama y revisó su cartera por décima vez. Lo hacía siempre y seguido cada vez que tomaba. Abría, revolvía, sacaba, miraba, metía todo otra vez. “-Tengo el vuelto, tengo los puchos y el celular-“.Se durmió. Domingo, 17:45 hs. La piba despierta sobresaltada, triste y resacosa. A los gritos llama al viejo para que le diga puta otra vez en la cara, “-a ver si te animás viejo forro-“. Siempre lo mismo los domingos. Hacía falta un casamiento.
Eligió para los bordes del camino de entrada al altar unas piedras teñidas. Unas flores blancas naturales, largas y frescas, asomaban por detrás de la cruz improvisada con cañas. Sentó a los de ella por allá y a los de él por acá. “La puta se casa”, pensaba el viejo forro; “Vamos a ver cuánto le dura”. Domingo, 5 años después, 12:20 hs. El cespecito estaba húmedo por la rociada de la mañana. Las piedras no habían perdido su color.
La piba desfilando hacia adelante, con su cara de actriz más nostálgica, va mirando a los costados y sonriéndole al público. “Sola me caso, me caso sola…sola me caso, sola…así tenés que pensar tontita, sino te vas a poner muy mal, total…es un….no soy presa, ni esclava, ni casada…; estaré acompañada diariamente, nada más. No puede ser tan grave”. Regocijo en el pecho. Tomó una piedra y la estampó en la cabeza del viejo forro, y se tiñó la piedra de sangre.
Hay domingos de fiesta, también.
15:15 hs
que así te pienso
irrepetidamente
tintineante
en mi corteza cerebral
que así te espero con
ramos de mis manos
entalladas de flor
que así te aguardo
patente detrás de
la misma puerta
cuando se cerró
rebotando
en este tórax
que de pieles
se viste
y se adormece latiendo
que así me veo
para vos, que así las luces
en acción
de neón no se apagan
que ya no encuentro
el hilo de la conversación
porque la música
convive entre los dos
como mensajera
como instigadora de reunión
que así me encuentro
ferviente anclada
de pies y manos
retumbada
ensordecida
atravesada
por las horas
que llevo contadas
por la creciente tarea
del recuerdo que no me permite
abrir camino
al andar
que así me valgo
de esta inútil mudez
o de esta blanca
forma de escribir
casi como en blanco y negro
casi como de cinta cineasta
aguavieja piesdetacos
fantasmadesol
así me vuelco en mi cuerpo
una noche helada
para quererme sola
sin ninguna audición

A sabiendas
nunca queda nada por decir del todo
el eco de las palabras mías
se las llevó en su muda de ropa
esa rubia blonda
me cago de risa de las desgracias ajenas
que piensan que todo es así y así queda
conformistas inútiles
agobernados
incapaces de pensar por sí
sí, me causa risa la desgracia ajena, y qué?
acaso vos no te reías de mí?
fui una desgraciada
cuando me paseaba desnuda
por la casa a oscuras
desnucada de la noche tanta, sí, tanta
y había comprado un tul balnco
para hacer de telón
y te me cagaste de risa
inicio y fin del acto I
una obra teatral unipersonal
como una pajeada. Fín,
me aplaudí de pie.
Y qué? grito, si, grito
para adentro y para afuera
que escuchen, qué me importa
las tripitas tiene que respirar
como tuve que respirar yo
de la bronca que me dio
ese fernet de mierda que me prepararon
en el bar del trolo Gómez
pensaron que me lo iba a tomar
así porque así?
no, a esta lengua, la vendimia
la sagrada, sino, corchitos de colores
para todos lados, eh?
Me cago en la flojera
en los flojos
un poco de "querete un poco", che
es eso nomás, tan simple
las queriendas, che
y esa rubia blonda que empaña
sus raibans con sus iris
colapsados
me saco la careta y no la quiero
más, ni la triste ni la alegre
es esta mi cara
la que ves cuando me levanto
y la misma de cuando me acuesto
volviendo al tul
lo hice souvenir de cumpleaños
de mi perra
y tendrías que ver una
de la Sarli para que sepas
que me dejo crecer la uñas para rascarte
en vez de las tetas
porque las de la tv
me repugnan
como me repugna que no seas
pura piel de torito
y si, es así
odio el reggeaton como odio
las noches sin estrellas
es mi ley de murphy
y ya basta
es hora de silenciar por hoy
las cosas andan con dos tuercas
y este sistema necesita de más
palabras para funcionar
Jackobson y el puto circuito de la
comunicación!



de María Eugenia Cavallin, Profesora en Letras, escritora y estudiante. Nació en Bahía Blanca. Reside en el valle patagónico desde 1993, precisamente en Cipolletti, Río Negro donde da clases en la escuela media.