Perla Prigoshin: “Si no se habla de las mujeres, las mujeres no existimos desde el lugar que queremos existir”
diciembre 30, 2010
Por Lorena Morena (Para Oveja Negra / Agosto 2010)
Es un huracán que arrasa con todo a su paso. Bajita, pequeña, con su pelo rojo ensortijado entra a la sala saludando a todo el mundo, dando indicaciones, felicitando, agradeciendo. La doctora Perla Prigoshin, Directora Nacional de Protección y Articulación de Acciones Directas del Consejo Nacional de las Mujeres es hiperactiva y no para. Dice que no duerme desde su adolescencia, cuando tuvo a su primer hijo y las noches las aprovechaba para estudiar. Esa costumbre se volvió crónica.
“Estamos felices por la reglamentación de la nueva ley, aunque signifique muchísimo trabajo”, confiesa quien será la autoridad de aplicación de la ley 26.485, sancionada en 2009 y reglamentada el pasado 19 de julio, que regula diversas situaciones de violencia hacia las mujeres y prevé sanciones a los responsables.
Prigoshin, autodenominada “feminista nacional y popular”, trabajó incansablemente por esta ley, que por primera vez permite proteger a las mujeres, de manera nacional y provincial, contra la violencia física, sicológica, simbólica, económica y patrimonial. Un reclamo de mucho tiempo que abarca la lucha, además de la violencia física, por igual trabajo a igual tarea, eliminación de lenguaje sexista en los medios, acoso y maltrato laboral y violencia mediática.
Mate de por medio, desentraña los beneficios de la ley y confiesa no poder dejar de “visualizar con perspectiva de género todo. No puedo evitar esa mirada, que me jode el “hijo de puta”, ¿Porqué tienen que meterse con el hijo de una prostituta?”.
¿Cuáles son las acciones más inmediatas que el estado debe tener con respecto a la violencia de género?
El primer abordaje tiene que ver con la prevención y la sanción, es decir la pena y la atención a la víctima. Es importante distinguir entre lo urgente y lo importante. La atención es aquí y ahora, es lo urgente.
¿Cómo es la legislación del mundo a nivel mundial?
No en todos los países del mundo hay legislación. Hay en algunos países de Europa como España, que es muy interesante. En América Latina tiene legislación Venezuela, México. La de Venezuela distingue varios tipos de violencia. La nuestra contempla además la violencia obstétrica que no está en la venezolana
¿Qué abarca la violencia obstétrica?
Se refiere a la no contención en el momento del parto, cesáreas innecesarias. Hay reglas que sacó la OMS (Organización Mundial de la Salud) para el parto humanizado, que no se difunde demasiado pero que existen, y que deben ser respetadas.
¿Qué engloba la violencia simbólica?
Es toda aquella violencia que tiende a cronificar los roles estereotipados. Cuando se habla del genérico masculino y se refiere también a las mujeres, por ejemplo. Yo en el Consejo hablo en femenino todo el tiempo, es un poco de reparación histórica. Los varones están acostumbrados a ser nominados y desde el periodismo se sabe que el lenguaje no es neutro y lo que no se nombra no existe. El lenguaje sexista, el que invisibiliza a la mujer es violencia simbólica. Pero que trasciende el lenguaje, además va en la imagen.
¿Desde dónde podemos ir cambiado este lenguaje sexista que ya es una costumbre?
Desde todos los lugares. Desde el hogar, la escuela. Son espacios que hay que utilizar. Los padres y madres debemos influir en la formación de nuestros hijos e hijas nombrándolos en plural. Las mujeres somos las principales productoras del sistema patriarcal, porque, por esta división cultural del trabajo, somos nosotras las que a veces fomentamos este tipo de lenguaje y costumbres. ¿Quién habilita a que el varón pueda llegar más tarde que la mujer cuando salen? ¿Por qué se le insiste, todavía, a un varón que siga una carrera?
¿Se puede ver como una lucha superficial?
A mi me dicen “Esta Pergishin es tan pesada, habiendo cosas tan importantes por las que ocuparse” y les respondo: ¡También el lenguaje!. Hagamos el esfuerzo de modificarlo. Cuando no se hablaba de violencia, la violencia no existía. Si no se habla de las mujeres, las mujeres no existimos desde el lugar que queremos existir. No desde “son un mal necesario” o “tengo que volver a mi casa sino la bruja me mata”.
¿La violencia mediática que abarca?
La violencia mediática, para la ley y la reglamentación, es la naturalización de los estereotipos, tanto para lo que se dice en los medios como lo que se muestra en las publicidades sobre mujeres.
¿Por qué las personas son violentas? ¿Es una cuestión genética, cultural, de aprendizaje…?
La violencia no es una enfermedad. No se nace violento sino que se aprende. Es como la solidaridad, se aprende. Es una conducta adquirida en el hogar, en la escuela, en los programas de televisión, con los amigos en el club. No viene en los genes, pero si se ve al papá, al tío, al abuelo ser violentos esa conducta agresiva se naturaliza, entonces se reproduce. Pero no es algo hereditario, no es una eximición de responsabilidad sobre males mayores. El venir de una familia violenta, o ser alguien agresivo, no lo exime de responsabilidad ante una conducta violenta. No es “pobrecito el muchacho”.
En lo que va del año en nuestro país, un 40% más de mujeres fueron asesinadas como consecuencia de violencia de género, en relación al mismo periodo del año pasado según un relevamiento del Observatorio de Femicidios. 126 de esas muertes fueron en manos de esposos, parejas, novios o ex parejas. En 18 de estos casos, la victima ya había realizado una denuncia por agresiones previas contra el acusado.
¿Qué pasa con la mujer cuando denuncia, el agresor va a la cárcel y después sale?
La asistencia y el cuidado de una mujer exceden la temática de la prisión. La cosa no sólo pasa por estar en la cárcel, no se arregla con eso. Alguna vez va a salir y puede salir peor, con resentimiento. Si se sabe cuándo puede estar en libertad hay que acompañar a la mujer de otro modo, hay que instrumentar mecanismos de protección que no son ponerle un policía al lado.
¿Y cómo se puede instrumentar?
La responsabilidad social es muy importante. Hay fundaciones que trabajan con barrios populares y tienen sistemas de alarma entre vecinos. Cuando aparece el violento, comenzaban a sonar sartenes, cacerolas. El hombre violento sabía que estaba siendo vigilado y era un arma disuasoria mas que importante. Es algo de alerta barrial, del edificio, del trabajo. Pero además, de solidaridad. Si la sociedad no se mete, estamos en problemas. El Estado debe sensibilizar respecto a esto. No hacernos el distraído porque mañana puede ser tu hijo.
¿Cualquiera puede denunciar un acto de violencia contra una mujer?
La ley habilita la denuncia por parte de cualquiera si ve que una mujer es violentada, no tiene que tener la aprobación de la mujer. Un avance que es complementario es la obligatoriedad para algunas personas a denunciar, como por ejemplo el funcionario público, pero facultados estamos todas y todos. En el momento de trabajar con la ley nos preguntábamos como hacer si la mujer no ratificaba la denuncia. En la reglamentación se aclara que si no ratifica no va a archivo, no se pierde la denuncia queda pendiente, latente hasta que la mujer la rectifique porque muchas veces las mujeres no ratifican inmediatamente la agresión, por un estrés postraumático o miedo.
¿En que puede mejorarse esta ley?
Se podría mejorar las sanciones frente a las temáticas de violencia. Por ejemplo, en la violencia laboral, donde es suficiente la tipificación de la agresión para que la mujer pueda darse por despedida sin justa causa, pero muchas veces las mujeres no estamos en libertad de darnos por despedidas. Me gustaría algo más directo. Por otro lado, la violencia no viene siempre del superior jerárquico. La ley configura a los actos de violencia laboral a los cometidos por un compañero de trabajo de la mujer. Y la violencia laboral no es solo violencia sexual, sino que hablamos de igual remuneración por igual valor de tarea, no posibilidad de ascenso o de acceso a la empresa, negarle el trabajo o las herramientas de trabajo. Todo es perfectible.
Ya no queda más agua en el termo y el atardecer se puede ver por los ventanales de la oficina que da a Paseo Colon. Pero Perla todavía tiene varias asignaturas pendientes acerca de la problemática de género, que le dan vueltas en la cabeza, habla sobre ellas y que le quitan el sueño.
"El pensamiento claro no nos basta, nos da un mundo usado hasta el agotamiento. Lo que es claro es lo que nos es inmediatamente accesible, pero lo inmediatamente accesible es la simple apariencia de la vida." antonin artaud.
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sábado, 21 de abril de 2012
domingo, 22 de enero de 2012
cuatro poemas de paula aramburu

Bajo tierra
no corre aire debajo de la tierra
ni agua limpia, fresca; los niños
no corren ni juegan debajo de la tierra,
los cuerpos no ven, no escuchan
no hablan, los cuerpos no pueden
sentir debajo de la tierra
sólo hay bichos bolita, hormigas
lombrices y gusanos hambrientos,
hojas resecas, restos de raíces muertas
la luz y el calor del sol
no tocan el fondo de la tierra,
tampoco crecen flores
ni sueños bajo tierra
Subte
dejo pasar el primer tren, no lo pierdo
lo dejo pasar; me abro paso
entre la multitud, cruzo la línea amarilla
que divide el andén de las vías
y subo al próximo, subo y siento
los cuerpos comprimiendo mi cuerpo
un codo hundiéndose en mis costillas
una mochila negra tapándome
la cara; la falta de aire,
el encierro, la ausencia de luz natural
los gritos agudos de un bebé y su madre
que intenta calmarlo sin elevar demasiado
el tono de su voz; subo y siento el olor
ácido a transpiración, a humo
y cenizas impregnados en la lana,
una multiplicidad de voces
que se mezclan hasta perder todo sentido;
por encima de mi hombro, la mirada
de un hombre con olor a alcohol recorriendo mi cuello;
por encima de mis ojos, los ojos de una mujer rubia
haciendo un esfuerzo por leer lo que leo; y así
avanzamos, sin luz, sin aire, cuerpo a cuerpo,
todos contra todos, así avanzamos
como avanza hacia el matadero
el ganado siempre a ciegas
Sueño con pañuelos
sobre la mesa, pañuelos de seda fina
y algodones rústicos, bordados, a rayas,
con lunares, algunos de colores brillantes
otros más opacos: pañuelos azules, verdes, ocres
colores que se funden en las telas
hasta perderse uno en el otro
así comienza todo: un hilo
se enlaza a otro, se anudan
se hacen uno en el vacío, espacio
intangible donde un punto
y otro y otro tejen la trama
de una tela de seda fina o de algodones
rústicos, una tela que adquiere consistencia
cuando un hilo se abraza
a otro hilo y permanecen así de unidos
así de inmutables
Sueño con mi madre
sentada en el sillón del comedor
donde solía escuchar música clásica
y leer su atlas de geografía universal, se abraza
con fuerza a sus piernas como una gata
en posición fetal, jadeante, hambrienta
y se balancea
de adelante hacia atrás
de atrás hacia adelante, la mirada
perdida en un punto fijo del espacio
que sólo ella conoce,
y sólo ella sabe habitar
Paula Aramburu, argentina.
domingo, 8 de enero de 2012
poesía de paulina aliaga

Las alturas de la especie
Yo debo amar todos los brazos devastados
que se me avecinan sin calma
en trenes cargueros
con objetos de lujo para derrochar.
Debo amar la máscara de mujer briosa
que revienta el juicio en el origen
y cruje la carne de los brujos.
Pero no debo asegurarme en las alturas de la especie
que reprocha
el despunte de las alucinaciones
y la gloria en las ventanas
desnudas
descorridas
regresando
tarde en la noche a pedir
carne y piel encargadas
a su dios
con el gusto del desierto
en las mareas del cuerpo.
------------------------------------------
Hembrita de los desiertos
Hija mía
te has arrancado de los cabellos
a Venus has venido a mi
encuentro
¡A mí, bulbos del alma!
Estallame en pulpo de
delicias, m’hijita, gota
de atleta,
agua clarísima abrevada
azul.
Aceptameréctil; sángrote
de frente y aguerrida.
Clamo por la paz
y te humedezco por eso.
¡No me comas!
Dejame un poco.
Tengo latidos y esposos
por ahí
tengo mujeres viejitas
llorándome
tengo el manjar de las praderas.
Luego te tengo, máxima,
tocándome cintura y salomé
y, con pérfidos,
pagándole a los médicos
tapujos de medir lo púrpura
en banquetes cínicos de piel.
Tengo que amarte,
patricia ríspida:
viniste hembrita y a los
desiertos, con una inmensa
loba al costado.
Con una flora y
la muerte escindida.
La boca muerta en trompadas
de la ciencia
inepta y no
me tragues ya no me abortes:
ya ni pensemos en volver.
---------------------------------------------------
La filosofía en el tocador
(se peina, se inflama)
Te pide
Lo quiero todo en francés;
en sefardí en babeos
de la rompiente alevosa,
¡celosa!
con hechiceros
tanteos de sal de sí.
Sismo llamo
a las fiestas por ir
y así
sufro por más palizas
de frenesí.
-Fecundo quimo de esencias
en la nariz
aromas fáciles de paladear-
Arre tu lengua flauta
llamándote
y le das las cuerdas
de tu violencia interna…
¡Pero se encuentran!
Y yazgo en piernas
nacida ayer
de las potrancas a repartir.
Hoy soy la cena
y alargo
el puro pucho
de mi ser que queda
a cada tímida mudez
extática que me
contemple.
----------------------------------------------
La pequeña querida
En el espacio de la gran casa,
allí, en la calma
de la mesa servida,
desearía entibiar la muerte
y preguntarte, pequeña querida,
¿cómo se honra la espera
cómo se divide el tiempo
del amor
quién te enseñó la impunidad?
Paulina Ailin Aliaga, nació en la ciudad patagónica de Comodoro Rivadavia, el 7 de septiembre de 1985. Es actriz, poeta, estudiante de Ciencia Política en la UBA, y creadora de la productora teatral Musas en Taparrabo. Reside actualmente en la ciudad de Buenos Aires.
martes, 3 de enero de 2012
miguel martinez naón, poeta y recitador, nos deja su poema

ESTACIÓN DE SERVICIO
Me siento en la estación de ser
Embocando
la taza en la boca
la letra en el papel
el ojo en el delantal de mesera
el espejo en la cara
la espesura en la estupidez mayor
y así sucesivamente.
Debería retirarme
para que venga otro
a sentarse
a pedir algo
/
Toda lámpara que se perdió al sur del beso es ilusión
Escribí en la puerta que da al inodoro.
/
A ver
Qué podemos hacer con lo poco que tenemos:
una taza de café,
un vagón de cartas,
consuelo,
una gorra para pasar la gorra,
un hotel.
Nada más.
Y qué podemos hacer?
nada
más?
/
Qué hacemos esta noche
cariño ya sin ruedo
¿A qué nos parecemos?
¿A las babas de nafta que bajan desde el cielo?
¿Al santuario estacionado?
¿A la distancia que nos resta piel y hueso?
Bailemos,
mis ojos hace mucho
no se pierden en tu escote.
Bailemos,
no importará tu edad,tu soledad,tu desatino,
tu paradero,tu marido.
Bailemos.
De vez en cuando brota un pájaro para saltar el horizonte.
/
Mi títere, títere de la tristura,
vuela en el lugar,
mi compañero
serenísimo
hace sombra
y una niña salta la cuerda.
Yo me gano la vida,
perplejo como un horno de barro
me gano la vida
me gano una nube más en el cielo de los fabuladores.
(Cuando era chico entraba solo a los velorios de cualquiera,
no me importaba quien era el muerto.
Seguía el cortejo con la aurorita verde,
pedaleando hasta el entierro)
/
(En círculos de gente dormida)
Sigame contando su sueño,me dice.
(quería que le siga contando mi sueño,
me obligaba con una llave inglesa,
con una dentadura
postiza,
y un recipiente)
Usted ya no tiene pelotas, me dice
el profesional.
Usted no tiene vergüenza,
usted no tiene sustento.
Y mí que me gusta tanto la palabra
sus
tento
a mí
que me gusta tanto.
/
La miro en la estación.
Hagamos algo,
le diría.
Le diría:
Hay un shopping aquí,
podemos ir al cine.
Le diría:
Mire,
Yo voy a mi habitación y vuelvo,
usted tómese su tiempo.
Le diría:
Y usted a qué se dedica eh?
¿y cómo fue que vino a parar?
la invitaron,no?
No,
no debería preguntarle eso.
Le diría:
¿cenó?
¿quiere?
¿no?
Mejor no le digo nada.
/
No estoy seguro si me queda mejor el jogging
ó el pijama.
Me dieron las frazadas,
sábanas y toallas,
la habitación que da a la calle,
tv cable,
ceniceros.
Nada combina con el turquesa de las paredes.
No sé por qué les dije excelente
No sé por qué me atendieron tan bien
No sé por qué debería tener apetito
No sé por qué debería descansar
No sé por qué debería llamarte
No sé por qué debería convencerme
No sé por qué van a dar una película con Andy García
No sé por qué me lo preguntás
El vecino de la habitación contigua se quiere divertir.
Se quiere divertir.
Va a suceder lo peor.
Nadie va a detener al niño en el pasillo
con sus remolques de plástico en mi puerta
y su capa de héroe.
/
Y desde el fondo del servicio
un hombre,
una mujer,
ancianos,
me invitan a la mesa,
ruedan sus gestos,
las manos se alborotan.
Quieren que me siente,
que coma,
que descanse.
No me conocen,
no saben nada de mí,
no lo saben,
poco les importará.
Qué poco les importará.
/
(En la vidriera)
La gente se muere de cariño.
Hay cachorritos
Divinos
Perritos
Conejitos
Hamsters
Gatitos
Ropita para invierno
Chalequitos
Jaulitas para el canario
Perfumes
La gente se muere de cariño.
Yo quería salir.
Yo quería salir por esa puerta.
Que no haya cerradura,
jaulita.
/
(En este círculo se habla de la belleza)
Alguien se quedó con ganas de decir algo?
Usted,por ejemplo,
a qué se dedica?
me pregunta.
Yo sólo vine a conversar,
con alguien,
Le dije
con alguien que vive muy lejos de aquí.
Alguien imposible.
Imposible.
Usted estuvo triste todo el día
de hoy,
muy triste,
muy delgado.
Debería enviarnos un mail,
inscribirse.
Usted es inteligente,
sólo necesita juntar millas.
Vamos,
anímese.
Siempre hay otro que está peor que usted.
En el centro del círculo
hay una mujer
perpleja
(la conozco, no sé de donde)
Usted, lo quiere o no lo quiere?
le preguntan a ella.
Usted lo necesita ó no lo necesita?
Usted, puede olvidarlo?
El círculo me desintegra.
Del pájaro muerto sólo queda el canto.
/
Yo no quiero esta locura con forma de corazón.
Yo quisiera irme.
Vivo en el altar como la mayoría.
Vivo del trabajo como la mayoría.
Vivo de la sed y el hambre como la mayoría.
No quise internarme a mí,
Yo no quería que me reemplazaran.
de Miguel Martinez Naón, argentino
sábado, 31 de diciembre de 2011
alejandra mendez escribe y llama a la puerta

El poema debe dejarse morder/ por un hombre casi
como en el silencio.
El afilado cuchillo de la escarcha/ llama a la puerta elegida/
entonces: el sentido (sin) de las cosas/ llanas hablan
por su cuenta sin decir/ nada de la plegaria que atardece
con la sangre.
Penetrarán la noche/ el frío/ en (ti) nieblas.
De allí el vacío y la letra con la daga.
Es como la madera misma del ataúd, que los otros soñaron.
Para uno.
Las cuatro esquinas de la cruz/ que cargaremos en gozo/
por la calle incorporal.
Se termina/ la última palabra/ del último verso/ de la última estrofa.
Todos los días, es el fin del mundo.
Escribirte
No
tu nombre y tu rostro
no pueden ser en vano.
Nada
del mundo entregado
nada porque sí.
Todo
te nombra y desmiente
todo lo nombrado.
Si
escribirte pudieras
si tan solo pudieras.
Centelleaban
Centelleaban al fondo
la ilusión y el olvido
en la nube de mi mente
mi memoria.
En torno a un sueño
giraba a veces mi mano
y en la mansa luz
la palabra.
Del hondo follaje
que al río ha caído
en la nube de mi mente
mi memoria.
viernes, 9 de septiembre de 2011
melancólica poesía de bonnefoy, "del movimiento y de la inmovilidad de douve"

EL ÚNICO TESTIGO
(...)
III
El poco espacio que hay entre el umbral y el árbol
basta para que aún te abalances y te mueras
y que crea en la luz revivir
de la umbría que fuiste.
Y que olvide yo
mientras grita tu cara en todas las paredes,
oh, ménade tal vez reconciliada
con tantas sombras venturosas en la piedra.
de "Del movimiento y de la inmovilidad de Douve", traducción de Carlos Piera, ed. Colección Visor de Poesía, 2000
lunes, 18 de julio de 2011
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