Sonría, lo están filmando
Juan mira
los horarios del tren.
Ninguna
hoja dice:
de Juan a
María
veinte y
treinta
cena.
Se fija:
Domingos y
Feriados
horas
extras en el puerto.
No lo dice.
Pero Juan lo sabe.
Pedro hoy
no desayunó.
su hijo
tenía el último pan en la mano
y un pan es
demasiado equipaje para subir al vagón.
Pedro no
vio caer el pan en el andén
las ratas
sí.
Hubiera
querido besarlo si hubiera sabido.
pero el pan
lo sabe.
Alejandra
no durmió.
su bebé
había llorado toda la noche.
embarazada,
piensa,
alguien me
hubiera cedido el asiento.
Juan que se
hace el dormido
y lo sabe.
Una cámara
fija los espera en la estación.
Pedro
sostiene a su hijo
como su
hijo no sostuvo el pan.
Juan
intenta ver
de María a
Juan
en la hoja
de los horarios.
Te amo a
las veintidós y cuarenta.
Pero no.
Alejandra
piensa en desatender la píldora por unos meses.
eso o dejar
la dieta y engordar, quizá.
la cámara
enfoca
todos a
fuerza de llegar,
llegarán.
no lo saben
pero
también
quieren ser
documentados.
El auricular de
Van Goh
Sobre los rieles siempre la cruz
siempre la madera del niño abandonado
sobre los rieles el tiempo se aleja
dibuja su vagón de tercera
sobre los rieles el tiempo se aleja
dibuja su vagón de tercera
traza pobres con color ligero de equipaje
a la mano con el pincel
le molesta la llegada
las ocho horas que tendrán que fingir
el dibujado milagro de ser todos bajando
la lluvia vitalicia en la derrota
apenas el futuro vagón quemado
la lluvia vitalicia en la derrota
apenas el futuro vagón quemado
como bosque digno
eso lo entiende la mano con el pincel
anónimos que no serán seducidos por el
poema
adictos a aguantar con clase
damnificados de los ojos cerrados
o abiertos,
soñar con la gran herida de la ciudad
soñar con la gran herida de la ciudad
comprende que en la hoja en blanco
los semáforos , los baches del asfalto
los semáforos , los baches del asfalto
son parte de los hombres buenos medidos en monedas
la mano que pinta puede ser otras manos
y habrán salvado al hijo
a las a veces en que una ventana
también da a un oxígeno roto
a los kilos de pobreza
que deberían llevarse en trenes de carga
al marco de un cuadro que será pintado
o no.
Flowers in the thirst
“Utula” no
es un poblado de Finlandia
“Folklore”
sigue siendo de origen inglés
y “Huinca” sigue siendo lo contrario de Mapuche
pero el exbailarín
siempre está quieto
el truco es
mover el piso
se imagina a Cristo clavado en el guatambú
en su reloj , se mojan varias horas como los parches
y entiende, que un
bombo suyo
ya no está en manos de sólo un grupo de mayor edad.
Huinca como ajeno a lo ya
como extranjero
de ese velocímetro modo de ser actual
el ingeniero naval llega
con sus barcos propios de folclore firme
de tradición a la vista
con su fuego propio de idioma
piensa y con su taco apunta la bola de nieve personal
barriendo modernidades
se le ocurre
que el dial no está apuntado en el rock
y entonces iza el parche seco como bandera
como los perros
el luthier orina la madera para que le sea propia
no sangra sangre. Es él.
está lejos de un pasado clavado en una cruz
es apenas futuro por agua
llevar de país al hombre
es su misión
la sonrisa de ahogarse hundido en un capricho
haciendo willy con un ayer de sobrepeso
prematuramente
ahora esta esperando que en su vereda
se estacione un mejor ceibo
porque su sucesor
vendrá legüero
o no vendrá
por más que él allane el camino
por más que él sea esas dos sordas leguas.
El arriero no va
el vaivén
es un aviso:
hamacarse
para sobrevivir
muchos se
miran los pies
como
imposibilidad de ir
de irse
no quieren
ver el paisaje
a veces
mucho lo mismo
disminuye
el índice de certeza
verán un
igual mañana
un regreso
en espejo
por suerte también
a veces
viajan
niños que no piden
pocas
pocas
y uno
recuerda que en toda esta fila de caos
hay un poco
de poesía latiendo
la puerta
se abre y se cierra
saben que
es una apología de sus destinos
los
pasamanos no alcanzan
para sostener
historias
y el teatro
como pacto
de rutina
dibuja un
viento de anochecer
que los
seduce como vagones
juntos e
incomunicados.
Afuera,
afuera nadie
prevé
que otro
teatro
impensado
desajusta el
látigo
de cierta
libertad.
el señor de
los títeres
mueve sus
venas en la planta baja
por el
molinete
pasa un
amor
donando
sangre sin comillas
a sus
primogénitos trapos
hijos invictos
de silencio
un silencio
de vía
sin trenes
a la vista.
sus manos
son la
capital del libre albedrío
donde el
sueño se convierte en sólido
y a pesar
de los rieles
el
maquinista no sabe dónde va
llevar de
la nariz
al autor,
quizá.
los dedos
como patria
potestad del hilo
los trapos,
hermanos menores
de la
libertad
saben
que para
que el tren arranque
hay que
empujarse
solos
no semejan maniquíes
en vías de
desarrollo
se dan
cuenta
que el
maquinista no es pastor de ovejas
aunque ese
azar que los vagona
de vagón en
vagón
fuera dios
buscando
un mejor
titiritero
y trenes
que dejen
rieles
por las
dudas.
a Lucía Sordi
(acróbata en telas)
Los vientos no vuelan
probó
tirarse de las columnas
que sostienen
la autopista 25 de Mayo
miró el
tren Sarmiento y se dijo:
pensar que
algunos se arrojan para caer.
caer es
imposible
cuando la
vida se teje en el aire
es que un
bretel de mujer
la sostiene
desde un árbol
la tierra
al nivel del hormiguero
es limitarse.
tomar el
mate dulce
de los
kilómetros por hora
hamacando,
eso era.
el
apunamiento de la libertad
como
satélite de la poesía
una vía de
tren no debiera separar dice
el nivel
del mar no separa el cielo
apenas,
pone en su lugar un infierno con alas
ella
colgada de las campanas de San Cayetano
hace fila
en el viento
Liniers cae,
y su
extremo ramal, Moreno,
lo manda a fusilar
otra vez.
a veces el
vacío
es una
distancia a vencer
del viento
también salen metros de tela,
ella no sólo
es el vuelo que se viste de aire
también es:
planéate sésamo.
Liniers que
regresa otra vez fusilado
propone un
suicidio de tierra firme,
que le
vuela,
cerebralmente
hablando,
la tapa de
los pájaros.
Ella
insiste:
el que esté
libre de caer
que arroje
la primera tela.
( poeta de Paso del Rey)
El apellido de Homero
Intelectualicemos:
está
naciendo de la derrota,
supone un
tren que nunca es la estación de llegada
hace la
perspectiva en nombre de un párpado
la mucha
arena “de una sola pieza”
en esa
distancia de vías,
lo
inacabable, es la mínima expresión
allí, donde
la poesía exige
una
eternidad inconclusa.
es que necesitamos
una de sus manos
para no
escribir
para no
respirar por tanta lluvia
por tanto
silencio de fondo musical
tanto “
dignísimo abrieron”
“tanto”
poca poesía
rompiendo
instrumentos en el escenario
tanto
micrófono por desconectar
y “tanto”
oscuridad por saber
tomemos a
ese radio de poeta
a la
redonda
sería lo
porno de escribir bien
un espósito
santo en no encarnar
vayamos a
ese poeta ergo sum
su bello
oficio de oscurecer con luz
mientras un
eco de ojos mellizos repite
que nada es
repetible
que no
existe el desempate…
…y que una
quietud oblicua
bien puede
ser la hipotenusa de
de todas
las nadas
y en vez de
Rey
llamarse
Paso de
Alfil
Javier Saleh
Esta serie de poemas formó parte del documental "de Glew a Paso del Rey", a
cargo de Uramielo Producciones donde
dos músicos inquietos por naturaleza - Dúo
Leiva Guzmán- se proponen atravesar gran parte del conurbano bonaerense a
bordo de los trenes uniendo estaciones, y guiándonos en esta aventura de música,
poesía, paisajes y amistades. Totalmente a pulmón, sólo por amor al arte. ( 2011)
Implicados :
Eduardo Espósito, poeta, Paso del Rey.
Lucía Sordi, danza en telas, Liniers.
Roberto Docampo, titiritero, Villa Luro.
Zulema, coordinadora
de "Ad honorem", compañía de Teatro, Glew.
Pablo Olivares, charanguista, guitarrista y cantante,
Avelllaneda.
"El Huinca" Rúben Víctor López, luthier de bombos legueros, Flores.
Alvaro y Juana, artístas plásticos, Banfield.
Agradecimientos:
Al Dúo Leiva Guzmán,
por compartir esta itinerancia poética, por
vagonarme en tal aventura. Por hacerme rever mi regla 324, inciso b, sobre no
escribir nunca “de oficio”, “sin lupa”, y “sin añejamiento”.
A Uramielo
Producciones por el concepto de “lo colectivo” como método creativo.
Al editor de sonido, chino Federico Marovic, que convierte cualquier ruido en un gran
poeta.
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