"El pensamiento claro no nos basta, nos da un mundo usado hasta el agotamiento. Lo que es claro es lo que nos es inmediatamente accesible, pero lo inmediatamente accesible es la simple apariencia de la vida." antonin artaud.

sábado, 22 de diciembre de 2012

el peso exacto de la espuma, poemas de maría laura blanco











dibuja la señal de la cruz
en la frente, con el pulgar
yo te curo todos, todos los males
se escucha la voz de  madre,
yo te curo de la picadura de escorpión
que trepó hasta tu roca y penetró tus abrojales
y supo que podías morir montón de veces
a veces gritando en la noche silente, otras en un silencio
oscuro y denso en la noche despierta.
yo te curo mi niña de tanto dolor, del desierto de sal
en que has quedado, te curo la mueca, el destierro
esa cicatriz empecinada de infarto que no mata
la neurona perdida, los recuerdos quemantes
yo te curo, mijita, de los campos de ortigas
de la espina clavada, del vidrio filoso enterrado en la sien
yo te curo muchacha de sueños masacrados
del terror al olvido, de esa telaraña gris
yo te curo mujer de tanta cosa perdida, la soledad
te curo, de su olor en la piel, de sus ojos, su lengua,
del susurro secreto, de la muerte te curo,
de la resignación
 
 
 
 
 
 
desbrida
lenta
la brumazón
tronchada
debajo del río
los árboles
desgajados
caminan
sobre el agua
la desconsolada
se hunde
cree que levita
sus pies
mutilados
danzan
tocan el fondo
atrapados ahora
en telarañas
verdeazuladas
 
 
 
 
 
 
supe el peso exacto de la espuma
agonizando en la orilla
 empujada por el viento
sentí el calor del sol
la lluvia del trópico empapó este cuerpo
caminé en la playa noches de luna llena
vi caer estrellas fugaces, una tras otra
y dormí envuelta por la piel de un hombre
que no me amó
 
 
 
 
 
 

olfateo la almohada
en busca de tu rastro,
el perro
recorre la casa
con el hocico pegado al piso
y se queda un largo rato en el cuarto
el perro y yo sabemos
sabemos de tu olor de fiera en celo
de tu rápido pasaje, de tus laberintos
y ahora te buscamos
desesperados,
un cataclismo
que llega y nos borra del mapa
buscamos tus huellas en la casa
el perro se da cuenta, descubre en mi piel
cada uno de tus rastros,
me lame
se va dejando caer
y aúlla
 
 
arrastro los pies por el centro
de esta ciudad
que me duele
sobrevivo
y la arritmia se acentúa
marca un tempo
decepcionado
mártir izado
quien creería este desangre de mariposas
nocturnas y noctámbulas
quien apostaría
por mi vida
sin saber de vos
florecen escorpiones en mi cama
en la tuya mi ausencia no se nota
si hoy un auto, un rayo, un veneno
acabasen con este cuerpo ido
no habría pena
seguro sería alivio
vendavales sin misericordia
beatos con chancros
inician la procesión
una trompeta de ángel en el infierno
una hoguera helada
sin redención.
 

 
María Laura Blanco
 
Montevideo, Uruguay

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