Figuras de la nostalgia
En un lugar del aire, no recuerdo
en qué lugar del aire aparecía,
como una rosa súbita, quemada
por todos los otoños de la tierra,
fragante a soledad compadecida,
en un lugar del aire.
Dormía en todo júbilo, y de pronto
a oscuras despertaba la tristeza.
Los ojos eran húmeda morada
de su cuerpo de niebla y recogían
en la inutilidad de cada instante
su corazón llovido.
Venía usada y frágil de otro tiempo,
de otro espacio, lavada en tantos ojos
como ramas y días tiene el mundo.
Cuando llegó mi turno de acogerla
fui distraído puerto de su viaje
antiguo y tan cansado.
La soledad en altamar tenía
más sal de su sabor que de la espuma.
Sueños como gaviotas me querían
alejar de su pálida presencia,
pero ella era mi playa de amargura,
mi altamar y mi barco.
En bahías azules esperaba,
incomparablemente melancólica.
Isla de musical indiferencia
en un agua de luces sumergidas
como trémulos órganos, sonando
en el secreto fondo.
Tal vez en una luz reconocida
_aquella luz amada en algún rostro
que el olvido descarna lentamente_
por la ciudad inmensa me guardaba
su pudoroso amparo, como un alma
sin otra compañía.
Después en una ociosa primavera
amortajó con pétalos de nieve
toda felicidad que amaneciera
como una hundida víspera de siempre,
y veló con pasión insoportable
mi eternidad de sueño.
En un lugar del aire aparecía,
lavada por antiguos ojos, nueva
como el último invierno de la tierra,
y duele su fragancia todavía,
ahora de ceniza y para siempre
viajera deshojada.
maría elena walsh, de "baladas con ángel", 1952, en "otoño imperdonable" ed. planeta obras maestras de la poesía, 1999
Intensa y provocadora...me llevara un tiempo para ....? mojarme en esa s playas de nubes y rastros
ResponderEliminarella era intensa como sus poemas, sí
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