La sombra
Todo persiste en su razón primera
_frágil andanza, precio del encanto_:
La araña en su ritual devanadera
y el pájaro en la forma de su canto.
Yo también nombraría, si pudiera,
esa versión alegre del quebranto,
pero cautivo de mi cabecera
está el silencio que me duele tanto.
Está mi esencia, sueño amortajado
por equivocaciones y cadenas,
por floraciones muertas en retoño.
Y el mar pensativo acantilado
que enfría en el tumulto de mis venas
sus peces importados del otoño
maría elena walsh, ramos mejía, pcía. bs.as 1930-c.a.b.a. 2011, de otoño imperdonable, ed. planeta, obras maestras de la poesía, 1997
gracias por tu comentario!
ResponderEliminarentraré en el tuyo.
saluditos, y sí, nos leemos.