"El pensamiento claro no nos basta, nos da un mundo usado hasta el agotamiento. Lo que es claro es lo que nos es inmediatamente accesible, pero lo inmediatamente accesible es la simple apariencia de la vida." antonin artaud.

jueves, 14 de febrero de 2013

como segando un cariño oscuro


                                                     (kasuo ohno por eikoh hosoe)




1
Un pedacito de tierra
sobre el que todo está solo.
Mi hijo está solo
mientras siega
lo que va quedando de los tientos
de los sueños de aquel que se marchó.
Pobre hijo mío
que sólo tiene una madre sola
mil veces sola sobre un montón de tierra.
Pobre hijo mío
a quien no pude darle
algo invencible
algo inalterable
algo más que pasos que se pierdan.
Las mariposas, las abejas,
que en otras primaveras le mostraba:
(espero, sueño, habérselas mostrado)
¿habrán guardado su sonrisa?
Pobre niño sin padre
antes y ahora
segando solo la tierra que no es suya
como segando un cariño oscuro
que se fue cerrando como un puño.


(...)



7
Ahora sí enloquecieron los pájaros.
Cierro los vidrios,
acerco los sahumerios a las velas,
cambio las toallas.
Restos de gestos para nadie.
¿Cuánta tierra puede acumularse
en cuánto tiempo
sobre esta mesa?
¿Cuál es la diferencia
entre la mesa limpia
y esta mesa?
Los gatos me rondan
porque lo saben todo.


(...)



12
Dormir de tarde
por dos horas de olvido.
El pesado sueño de la rabia
urdido como un mimbre.
Ojo conmigo.
Me levanto a tereré lavado.
*
Si fuera feliz
nunca escribiría.
Soy de esa gente que
no tiene que perder.
Como los hombres que viven
en las plazas
no temo que vean mi miseria.
La humillación es contagiosa:
no me apena.
Mi rencor es como un río.
Y mi moral es blanda.
Lloro siempre porque
soy de agua.
Ojo conmigo.
Calibro mal el dolor.
*
Ya no recuerdo todo,
pero no hace falta.
Dos o tres nombres,
dos o tres armas lacerantes.
Ojo conmigo.
No creo en nada.
Y mi dolor mal calibrado vuelve
como cuando tenía cinco años.
*
No me recuerdo.
Lloro en silencio,
odio profusamente.
Mi odio es una caña voladora
de chicos pobres a la siesta.
*
Miento para ver qué pasa.
Elijo los señuelos,
los arranco de mi propia carne.
Es que estoy templada como un té.
Ojo conmigo.
No guardo una pasión,
no guardo nada.
Como una vieja loca
ya empecé a resolverlo todo.


(...)



13
Existe lo soportable
y lo insoportable existe.
Nada más.
El tiempo
es apenas un pozo de agua.
Mi ojo siniestro ve un sexto del pasado,
mi ojo diestro una séptima parte del futuro.
Si pudiera delimitar el tiempo
como un arco de fútbol de potrero
entre palo y palo habría lo mismo:
algunas chispas en la oscuridad.


(...)


17
Mañana pasarán cosas.
Vendrá mi hermano,
traerá sus hijas.
El olor de esas nenas
puede salvarnos de todo.
Ellas
son el amor condensado.
Entonces
me pongo un vestido.
Voy al supermercado.
No pienso en las cosas
que pasarán mañana.
No pienso que no sé
donde está mi marido.
Voy a hacer las ensaladas
que les habían gustado.
Voy a llevarles champán.
Voy a ir con mi tía a buscar
la calesita.
Vamos a armarla
junto a la pileta.
Vamos a encender el arbolito.
Vamos a ver arder el fuego
del asado.
A las doce nos besaremos todos.
Y alguien va a llorar
seguramente
un poco.
Vamos a escuchar las voces
de las nenas.
Vamos a abrazarnos.
Mi analista dice que la gente
llega a tu vida con una misión
y se va
cuando ya está cumplida.
He perdido un hijo
una vez más.
Me han dejado sola
tras la puerta.
Espero de verdad
que mi analista
sepa.


(...)



21
Durante el día los gatos tienen esa mirada
de frutas verdes partidas
medio a medio.
Y muestran su semilla fluorescente.
Los gatos son mi parra en este enero.
El ácido y el hielo.
Una sangría.


(...)



de "Como segando un cariño oscuro", Ediciones Llantodemundo, Córdoba, 2012

Carina Sedevich, nacida en la Ciudad de Santa Fe, Pcía. de Santa Fe.





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