"El pensamiento claro no nos basta, nos da un mundo usado hasta el agotamiento. Lo que es claro es lo que nos es inmediatamente accesible, pero lo inmediatamente accesible es la simple apariencia de la vida." antonin artaud.

viernes, 30 de diciembre de 2011

teny alós y sus "semillas de oceanidad"



Día negro.
Día de ponzoñosa mordedura.
Horas arrinconadas contra la amenaza.
Contra la memoria invencible.
Delicado veneno al que se le ocurre pensar milagros.
Día levantado a mano por encima de la tristeza.
Día amargo para amar, para limpiar la vitrina de los ensayos.
Día apto para el bombardeo de tu propia escuela solitaria.
Lapsos escurridos en la monotonía.
Monotonía angurrienta devorando esperanza.
Pequeñas esperanzas de hombre común.
Día colgado del brazo de una pincelada de aburrimiento.
Día abandonado, al lado mío, quejándose de la mala compañía.
Día negro.
De amigos distraídos.
De viejas canciones desteñidas.
Sin sexo.
Sin peso.
Día impregnado de maledicencias.
Apenas tiempo entre la vida y yo.
Día de una idea fija, imborrable, siniestra.
Fotografía de una realidad desnuda.
Jugo de sal martillado sobre la herida.
Caricia descriptiva a mi cristal empañado.
Abstracciones tiritando de entendimiento voraz.
Día negro.
Puñal.
Acertijo aplastado por la rutina.
Tenue fragancia de un soñador.
Día sin sentido específico.
El todavía arrodillado frente al nunca.
Hoy nada es permeable.
Nada puede ser tocado.
El horizonte acecha.
Cuchichea cosas como advertencias, premoniciones, lágrimas.
Día negro.
Sin sombra humana.
Sin tentación.
Día de mate lavado.
De tomar al caballo de la crin.
De beber solo en la ventana del bar más sucio del pueblo.
De guardar para mañana todo tipo de rebelión.
Día de aprender nuevamente las leyes de la caverna.
Día baldío.
De sentir caer la arena en el reloj.





el corazón
con la vergüenza
cerrada

deprimentes
edulcorantes
fotos
aferradas a un tiempo

el mundo
que se escapa
duele en la piel

aburren
los sentimientos
embalsamados
las palabras sueltas

todo lo dicho
permanece
en formol

el deseo se construye
y destruye
involuntariamente

el apetito se ríe
de la razón

pero la encubre
hasta la próxima
vez


de Teny Alós

de su próximo libro "Semillas de Oceanidad"

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