Vigía
No es porque dijiste
sin propósito y como para tu preocupación
vendrá tormenta
se ve allá
en las bocas del sur
que te amo
que aprendo a respetarte (lo cual es algo bastante distinto a ese amor de las canciones ¿no?)
ni mi gratitud
por tantos años de vigilia
mientras clavaba mi carne contra el aguijón
no, no
no es cuestión de lo que dijiste
de lo que hiciste
ese no es el asunto, salvo para los imbéciles
que llueva hasta partirse el mundo
y los jazmines que iniciaste
den flores todavía, para los seres amables
que te encuentre
-como a una piedrita llevada por el Espíritu-
y sepa cuidarte
que nunca termine de expresar
tu sombra
sobre el día total
donde te llevo
para mí
para ese todo
que tantos llaman vivir,
realidad, suceso
no es porque, me hayas abrazado y comprendido
por el diálogo
una casita blanca
un hijo
un empujarse hacia la aurora
ni esa necesidad de hombres y animales
(pan, calor, encendimientos)
que me siento en mi mismo cada vez
a contemplar
como regresan tus tormentas
de alejandro schmidt
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