La estepa
había sangrado
ante el seco grito
de la pala de campaña,
el niño,
con terror,
optó por amar
la culata tierna de madera,
la flor estriada
del caño de su arma,
la trinchera,
seca de sangre,
húmeda de miedo y lágrimas.
Era el último sexo,
el supremo...
MUERO POR LA PATRIA!!!!!
esa patria ramera
de oficiales nuestros,
tan rubios,
tan formales,
tan iguales
a los que nos matan.
de julio josé leite (Edad Sol)
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