"El pensamiento claro no nos basta, nos da un mundo usado hasta el agotamiento. Lo que es claro es lo que nos es inmediatamente accesible, pero lo inmediatamente accesible es la simple apariencia de la vida." antonin artaud.

viernes, 30 de septiembre de 2011

lunes, 26 de septiembre de 2011

entrevista interesante entre norah y clara

DIEZ PREGUNTAS VEGETARIANAS BÁSICAS PARA EL ESCRITOR CANÍBAL DE HOY…
Por Norah Lorenzo




Clara Vasco es una poeta de conmovedora sensibilidad que despierta melancolía y donación en cada una de sus palabras. Nació en Caracas pero vive en Buenos Aires desde muy pequeña. Su primer libro es “Lavandera de la noche” y además muchos de sus poemas fueron publicados en diversas revistas literarias.




¿Cómo y cuándo surge en vos la necesidad de expresarte a través de la palabra escrita?
La necesidad surge como algo que quiero decir, que se precipita, empuja desde adentro, o desde un afuera inmediato, pide, anuncia, quiere estallar. Pero hay que evitar que estalle, darle una forma.
Algunas veces los poemas vienen llamados por algo que sucede en la calle, en el subte, en un bar. De repente unas lenguas curvadas y libres como látigos en el aire, se entrelazan y unen imágenes, sentimientos y entrañas, con pasajeros de subte, árboles, o la arena.
Otras veces es un llamado solitario, algo que nos desgarra como una nota en el estómago, aprieta y tira hacia arriba, le tiende una soga a las conexiones del cerebro, y entonces, como diría el filosofo Lévinas, el pensamiento y la palabra irrumpen dinámicamente al unísono. Siempre una emoción o un estado interior es el origen de un poema. El tema es cómo se nos manifiesta, cómo hace su aparición y puesta en escena, y también en qué momento lo hace, cómo intervienen los otros, el estado del mundo, el climático, las discusiones políticas en los televisores encendidos, las cocinas donde preparamos el alimento de cada día.
Es como una composición musical, pero de imágenes en vez de notas, que luego se representa con el lenguaje. La necesidad de expresar con palabras surge también cuando, de repente, veo lo conocido de un modo nuevo (todo o algo de lo que me rodea). Entonces eso nuevo pide ser dicho, ser hablado, cobrar existencia. La batalla es ardua pues cuando escribo las palabras saben quiénes son, pero yo no. Uno las llama, las acaricia y así como entramos con ellas en éxtasis, así nos dan un portazo y nos dejan sordos, opacos, callados.

¿Qué es lo que te decide a la hora de escribir qué tipo de forma textual vas a utilizar?
Si es dentro de la escritura poética, la forma sería el verso libre. La forma también es la estructura. A veces viene de la mano del sentido, o de la mano de las palabras más evocadoras del poema que se van encadenando por asociación de algún tipo (memoria emotiva, cognitiva, sonora).
Y si hablamos de géneros literarios, todavía no me he aventurado a otras posibilidades, como el cuento, el ensayo, y la novela.

En la Antigüedad la lírica, que abarcaba la poesía y la narrativa (epopeya), tenía una función educativa, didáctica, más popular. Luego el poeta de la "modernidad" se separó de esta función. ¿Cómo ves en el mundo actual la relación entre literatura y sociedad? ¿Crees que el escritor debe cumplir un rol social?
Creo que todo escritor se expresa en el marco de una determinada comunidad, idioma, época. Está atravesado por su tiempo y por los acontecimientos del mundo. Y entonces la escritura tiene que estar atravesada por esa dimensión, además de la historia personal del artista. Si la escritura ya no tiene un objetivo didáctico, lo que el escritor aporta al mundo, es el conocimiento subjetivo, sus experiencias y aprendizajes humanos, y ese conocimiento es tan importante y nutritivo como el saber institucional. Es la dimensión reflexiva de la poesía, la que la acerca a la ciencia. Creo que el rol del escritor sería aportar ese saber particular y único a los demás. Como dicen los versos de Paco Urondo "los artistas, los intelectuales, siempre han sacudido el polvo de la realidad; descubrieron caminos, emancipaciones". Sea cual fuere el tema sobre el que escriba, un escritor, si es fiel a su naturaleza, a su palabra y a su condición de único, puede iluminar zonas ocultas y despertar emociones y conciencias. Citando a Neruda, yo diría que es bueno escribir "sin excluir deliberadamente nada, sin aceptar deliberadamente nada".

¿Qué escritores clásicos admiras en narrativa y en poesía?
Shakespeare, Camus, Tolstoi, Virginia Woolf, Bradbury, García Márquez, Kawabata. Tantos otros! En poesía, García Lorca, Neruda, Pessoa, Machado, Vallejo, Pavese, Baudelaire,. Poetas argentinos, B. Fernández Moreno, Borges, Girondo, Storni, Madariaga, Giannuzzi, Aguirre, Biaggoni…

En un mundo donde la lista de libros, en diarios y suplementos literarios, no habla de los mejores sino de los más vendidos y que muchas veces el lugar no lo ocupa la ficción ¿es difícil siendo escritor sentir que se ocupa algún lugar? ¿Cuándo se escribe se piensa en un lector ideal, y hasta dónde uno quiere que lleguen sus libros?
Cuando escribo no pienso en un lector ideal. Aunque el lector ideal sería simplemente aquel que te lee con interés, el que te disfruta. Podría decir que "escribo para mí", aunque esto no explica mucho, pues qué es "mí" sin los otros? Siempre se espera que haya alguien del otro lado para escuchar, lo que deseamos es abrir nuestro ser, mostrar las heridas y los misterios que vivimos. Escribir es también un esfuerzo por comprenderse, y por comunicarse. Me gustaría que mis libros llegaran a muchas cabezas y corazones. En mi caso personal espero ocupar un espacio de expresión, compartido con mis contemporáneos.

¿Qué opinas de los concursos literarios, crees que de alguna forma los grandes premios ya están arreglados con antelación, teniendo en cuenta algunos hechos que se han sucedido al respecto? ¿Le sirve al escritor participar de estos concursos?
Personalmente no suelo participar en concursos, pero sí creo que son importantes, porque muchas veces son llevados a cabo con seriedad, y es un modo de que los textos valiosos se publiquen, y que se den a conocer los escritores. Como en tantos otros rubros, es posible que a veces el jurado esté condicionado o haya un ganador “cantado”. Pero en todo sistema se filtra siempre algo distinto, y es así como también ganan concursos muchos escritores que lo merecen. Quizás los concursos tienen también algo de arbitrario. Siempre habrá “otro” que también hubiese podido ganar.

¿Crees que el escritor necesita del reconocimiento? ¿Cómo te sentís vos con relación al halago? ¿Por cuál de tus obras te gustaría que se te recordara?
Sí, el reconocimiento es necesario, es un estímulo, un motivo para seguir trabajando, y es algo que se disfruta, cuando es sincero. El halago no es lo mismo, hay que tomarlo con mucha discreción, y alegrarse cuando se percibe que es auténtico.
Hasta el momento publiqué un solo libro de poesía, “Lavandera de la noche”. Me gustaría que se me recordara por mis obras y por mi vida. Por la construcción de un bienestar y una honestidad, para conmigo misma y para con los demás.

¿Cuáles son tus lecturas en la actualidad? ¿Lees a tus contemporáneos? ¿cuáles te gustan?
Estoy leyendo más novelas que poesía. En este momento estoy leyendo “Suite Francesa” de Irene Nemirovsky. Su prosa es cruda, rica, palpitante. También estoy leyendo un libro sobre el existencialismo, que encuentro muy poético: “…Pero al hombre le está prohibido olvidarse de que existe”. Además, leo una novela de Félix Bruzzone, y al poeta peruano José Watanabe.
No leo tanto como quisiera a los poetas contemporáneos, pero me gustan Leopoldo Castilla, Paulina Vinderman, Jorge Boccanera , Alejandro Smith, y tantos otros. Inés Negroni, Liliana Ancalao, Szpunberg, Mileo, Julia Magistrati. Hay muchos poetas contemporáneos interesantes para leer, amigos queridos, conocidos, o intuidos, pero no podría nombrar tantos aquí.

¿Crees como decía Giannuzzi que en el poema importa más lo que no se dice, “roer el hueso de la palabra”?
Si, estoy de acuerdo con Giannuzzi, sucede que lo que se da es una tensión entre lo que se dice y lo que no se dice. De modo que es difícil usar una ponderación que destaque una sola de esas instancias. Lo que se dice es importante para que pueda cobrar existencia “lo que no se dice”. Pero lo cierto es que las palabras dichas, pueden ser más o menos efectivas para crear esa otra dimensión, la de entrelíneas, la que nos sumerge en un estado desconocido, nuevo, donde algo queda abierto para que lo escriba el lector.

En la actualidad se publican muchos libros de poesía, aún cuando “la poesía no se vende”, ¿Por qué crees que se da este fenómeno? ¿Pensás que esto es valioso o la palabra de algún modo nos está devorando?
Creo que es llamativa la cantidad de gente que escribe, por ejemplo en Buenos Aires. Los ciclos de poesía y los circuitos donde se lee y escribe (talleres grupales e individuales, bares literarios, etc.) son muchísimos. Probablemente el valor artístico, poético, de todo lo que se publica sea bastante diverso. Estamos sí, invadidos por la palabra, por la información, por los excesos de la comunicación. Simplemente, no se puede absorber todo lo que está disponible. Hay que seleccionar, ser minuciosos, para poder disfrutar de algo. La palabra como plegaria, como escape, como búsqueda interior, tiene validez aunque no siempre se pueda considerar poesía. Es bueno poder distinguir estas cosas, y no siempre es sencillo. La palabra nos devora en el sentido de que no puede existir pensamiento sin lenguaje, aunque probablemente sí puede haber discursos vacíos.
En la comunicación humana, un alto porcentaje corresponde a la comunicación no verbal. Lo gestual, postural, el espacio y las distancias, los tonos, volumen, ritmo, etc. Por eso el uso de la palabra implica también un esfuerzo para dotarla de carnadura, en la construcción del poema. Y si esto no sucede nuestra mente y cuerpo tal vez sientan una inexplicable sed cuando escribimos o leemos poesía.





FUENTE: COMPROMISO LAS NOTICIAS DE HAEDO Jueves, 12 de Mayo de 2011

violencia de género. una joven originaria.

Plazo contra la violencia de género
La joven fue violada por tres “criollos” en un pueblo del Impenetrable chaqueño. Maltratada por la policía, el médico y la Justicia, finalmente su reclamo llegó a la ONU. El Comité de DD.HH. emplazó al Estado a que tome medidas para evitar nuevos casos.



Por Mariana Carbajal

Cuando tenía 15 años, L.N.P., una adolescente de la etnia qom de un pequeño pueblo chaqueño del Impenetrable, fue violada por tres jóvenes “criollos” del lugar. A pesar de que la amenazaron para que se callara, ella hizo la denuncia. Pero la delegación policial local demoró en tomarla y la envió luego a un centro sanitario donde sufrió severos malos tratos. Durante el proceso judicial, se investigó especialmente su experiencia sexual previa. Y tomando como uno de los fundamentos que la chica no era virgen al momento del ataque, un tribunal de la ciudad Presidente Roque Sáenz Peña absolvió a los acusados, en una causa plagada de prejuicios de género y discriminación racial. El Comité de Derechos Humanos de la ONU acaba de dictaminar que en ese caso se violaron los derechos humanos de la joven. Y le indicó al Estado argentino y en particular al gobierno de Chaco que tienen la obligación de implementar medidas para que no se repitan atropellos similares, en particular, asegurar el acceso de las víctimas de violencia, incluidas las agresiones sexuales, a los tribunales en condiciones de igualdad.

“Entre las reparaciones hemos exigido capacitación en género al Poder Judicial; creación de servicios de atención a víctimas de violencia con personal capacitado, y otras medidas. Algunas se han implementado pero de manera parcial y acotada mayormente a la ciudad de Buenos Aires. Pero este es un país federal, con 24 provincias y todas las mujeres tienen derecho a disfrutar de esos servicios”, explicó a Página/12 la abogada Susana Chiarotti, directora de Insgenar, una de las entidades que acompañaron a L.N.P. en su demanda ante el Comité de la ONU. La denuncia fue presentada en 2007, tal como informó oportunamente este diario. El CDH es el órgano de expertos independientes que supervisa la aplicación del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos por sus Estados Parte.

La muchacha pertenece a una familia qom muy pobre, que vive de la fabricación artesanal y venta de canastos. En el dictamen, el CDH analiza en profundidad cada derecho violado por el sistema judicial durante la investigación del hecho denunciado por la adolescente y los estereotipos utilizados en el proceso. “Nombrar los estereotipos es importante para identificarlos y erradicarlos”, destacó Chiarotti.

Después de ser violada, la adolescente concurrió sola, con la ropa manchada de sangre, a la comisaría del pueblo a realizar la denuncia. La hicieron esperar alrededor de tres horas de pie y llorando. Hasta que la derivaron a un puesto sanitario donde tuvo que esperar varias horas más hasta ser atendida. La chica contó que el médico le hizo “tacto sobre la herida, lo que le produjo intenso dolor” y luego le revisaron la vagina, cuando había denunciado que la penetración había sido anal. El CDH dictaminó que la espera extensa en la policía y en el centro de salud, y la manera en que fue revisada por el médico forense, constituyen “trato cruel, inhumano y degradante”. Además, cuestionó que la sentencia de la Cámara en lo Penal de Presidente Roque Sáenz Peña –que absolvió a los acusados– centró su análisis del caso en la vida sexual de la víctima y en determinar si era o no “prostituta” y usó como argumento que no era virgen para establecer su consentimiento al acto sexual.

En ese sentido, el CDH aclaró que está prohibido investigar la experiencia sexual previa de una mujer en un caso de violencia de género, especialmente de violación, porque, entre otros aspectos, atenta contra su intimidad y vida privada, subrayó Chiarotti.

El ataque sexual que sufrió L.N.P. ocurrió el 3 de octubre de 2003 en la localidad de El Espinillo, a 400 kilómetros de Resistencia. Los tres “criollos” la amenazaron para que no los denunciara. No era la primera vez que ocurrían hechos similares con chicas y mujeres tobas violadas por hombres “criollos”, pero habitualmente se silenciaban y quedaban también impunes “por la prevalencia de una mentalidad racista”, señalaron los representantes legales de la joven en su demanda ante la ONU. La causa quedó en manos del Juzgado de Instrucción con sede en la ciudad de Castelli, a unos 80 kilómetros del pueblito donde vivía L.N.P. El juicio lo llevó adelante la Cámara en lo Criminal de Presidencia Roque Sáenz Peña, a unos 250 kilómetros de la casa de la muchacha. Aunque se probó el acceso carnal por la fuerza, los tres acusados terminaron absueltos en 2004. En el fallo, los jueces de la Cámara consideraron que “no se debe confundir la violación con la violencia propia de un acto sexual”. Las heridas sufridas por la víctima fueron atribuidas por los camaristas al “ímpetu con que se intenta la penetración” y a la “juventud del sujeto activo, edad en que la excitación sexual suele ser mucho más impetuosa y más aún ante la ingesta alcohólica, que fue reconocida por el autor y constatada por el médico, que suele producir mayor desenfreno”. La familia de L.N.P. nunca fue notificada. Y recién se enteró dos años más tarde.

Mientras se tramitaba la denuncia en la ONU, las entidades demandantes comenzaron a negociar con el gobierno de Chaco una serie de medidas reparatorias por el daño sufrido por L.N.P. La mayoría se cumplieron, entre ellas, una indemnización de 53 mil dólares, una pensión vitalicia, y una vivienda. Además, el 23 de abril de 2009, el gobierno chaqueño, en un acto público sin precedentes, le pidió perdón a la joven. A nivel nacional, una de las medidas reclamadas por las entidades también se cumplió: la sanción de una Ley Nacional Integral sobre Violencia contra las Mujeres, que aprobó el Congreso en 2009 y fue reglamentada por un decreto presidencial en 2010. Pero queda pendiente la implementación de medidas en todo el país para que ninguna otra mujer pase por una situación similar al denunciar una violación. El CDH le dio 180 días al Estado para cumplir con ese compromiso.




FUENTE: PÁGINA 12/ SOCIEDAD LUNES 26 DE SETIEMBRE 2011

sábado, 24 de septiembre de 2011

este poema que sobre fotografías se escribe, de daniel battilana






FANATOSCOPIO



Demorarse mucho

Eso es la foto

Demorar los ojos

Del sujeto despierto

Demorarse todo el tiempo

Depredar la mirada

Apagar suposiciones

Acomodar de toda sombra la escasa

Reemplazar el dolor por la herida

Engañar con lo fijo

Deslumbrar con lo poco



Son mentiras las fotos del agua,

del azul de blanco en las escarapelas,

del clavo, del nudo, del perro.



Hay fotos precolombinas enterradas aún.

Hay una foto movida de dios.



Los guantes salen todos negativos.



Cunde una cera puerca sobre los bizcochos de nitrato

es el manjar frío de tu tedio, plata.



Escópico ungüento de la seducción lenta.

Los colores esféricos de tu tormenta, lente.



Es cierta la foto que mira,

La que desde los manteles

Unta de bordes al envero meridión.



¿Cómo es la foto que olvida?



La luz no me ve.



Me afligen tus interrupciones,

el envío plano de tu manto

instala la ceniza en la conversación.



Sean fotones procaces

Sean almácigas pegajosas

Sean verbos de ilusión



Nunca las cosas son mirarlas.





Solo es astucia

de tu mirada que no cesa.







Daniel Battilana.

martes, 20 de septiembre de 2011

domingo, 18 de septiembre de 2011

mendiga voz, princesa voz...




MENDIGA VOZ


Y aún me atrevo a amar
el sonido de la luz en una hora muerta,
el color del tiempo en un muro abandonado.

En mi mirada lo he perdido todo,
Es tan lejos pedir. Tan cerca saber que no hay.



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Hay que salvar al viento
Los pájaros queman el viento
en los cabellos de la mujer solitaria
que regresa de la naturaleza
y teje tormentos
Hay que salvar al viento



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FORMAS


no se si pájaro o jaula
mano asesina
o joven muerta entre cirios
o amazona jadeando en la gran garganta oscura
o silenciosa
pero tal vez oral como una fuente
tal vez juglar
o princesa en la torre más alta








alejandra pizarnik, nacida en buenos aires en 1936, fallecida en 1972
de "poesía completa", ed.lumen, novena edición, 2011

Nacha Guevara - Yo te nombro

AMPARO OCHOA Y GABINO PALOMARES MALDICION DEL MALINCHE

Amparo Ochoa - Para amar en tiempos de guerra (with lyrics)

De_canta_sión: Amir Or / Un vaso de cerveza

De_canta_sión: Amir Or / Un vaso de cerveza: El crimen perfecto no conoce razones, dijo. El crimen perfecto pide un objeto perfecto, como se dio allá, en Auschwitz. No me ...

sábado, 17 de septiembre de 2011

eduardo espósito y "Las Puertas de Tannhäuser", un homenaje a los maestros de la ciencia ficción







CLASE TURISTA

Porque no estamos hechos
de carne ni de sangre como pretendemos
aunque alguno que otro traje parezca desmentirlo
Porque la humedad bisiesta de este pueblo
arropa formas innombrables y mezquinas
Y nuestras lenguas de trapo
achican dos talles en invierno
Y porque el sur también existe
en un afiche al menos
Porque soplamos semillas de amargón cada verano
para que alguien se eleve liviano en sus muñones
así enmohezcan los planos inclinados
Porque rezamos desnudos en las playas
y nadamos vestidos en nuestras sofocadas camas
y vacacionamos de oído
y hacemos de la fiesta una fanfarria
y porque sí
y porque el mar y la montaña
y estas ganas de ser otro
bajo una luna parecida.

A Robert F. Young



TV COLOR (CUANDO LOS PÁJAROS SE VAN)

Con la huída de los últimos pájaros
la ciudad perfila su destino sombrío
Es mucho más el cielo en apariencia
aunque se colme de ondas invisibles
de cables y de verbos
La sinfonía plumífera ha cesado
Las antenas
Como una acupuntura cósmica
pulsan la medida azul del aire
Un licor sonoro
emborrachante
va descendiendo en el declive de la noche
y el ruido y el pájaro
inmolados juntos
se llevan los secretos
del quinto día creativo
para que en la atmósfera intrascendente
de algún living
los pichones del hombre
duerman su sueño eléctrico.

A Ray Bradbury



HUEVOS FATÍDICOS

La panza tiesa de los días
se apoya laxa en las comisuras del mundo
Van pasando las horas como imanes
Este naufragio aspira a ser certeza
Se ha borrado la línea divisoria
entre la espiga y el suelo
Ya no hay mar donde empollar
los fatídicos huevos de la ira
Todo cabe en este caldero de pócimas
austeras
Y los días
combados por el peso de las revelaciones
aguardan a la sombra nuevas nupcias
Inclemencias montadas por la biología.

A Mikhail Bulgakov



LA LUNA ES UNA CRUEL AMANTE

La luna se aleja de la tierra a 38 milímetros por año
3 metros cada siglo y
qué esperamos Amor para dejar las matemáticas y
el Word
y así salir a acariciarnos
Para untar nuestros dedos en la brillantina
Para abrir nuevos agujeros de gusano
en su cárcel tormentosa hecha de tiempo
No hay arrugas que curar
El miedo nos va tiñendo el pelo
Nos va haciendo parecidos
Esa vieja redonda
guarda un luto de grullas por nosotros
un milagro blando algunas noches
y el sexo carcomido
como un rayo secuestrado en dos espejos
No nos va a esperar
Vendrá a buscarnos la ladrona
y antes de retirarse a su molienda de huesos
ya estaremos deshidratados y en letargo
Casi hermanos de su prueba de exilio.

A Robert Heinlein




CALIDOSCOPIO

Me voy cayendo al sol
Todos parecen darse cuenta
La hierba es fina
Mis manos transpiran soledad
ingravidez
La grave-edad desacelera para mí
con su manojo de arrugas
No hay cremas paliativas
para el cansancio de los materiales
Mi cuerpo es un satélite en desuso
Me voy cayendo al sol
como ellos
que encremados de espanto
reparten Pancután y botiquines
Ayer fuimos más que Dios
hoy somos pasto
Mis manos queman cromo
La hierba es inasible
Y el destino amarillo.

A Ray Bradbury


TODA LA CARNE ES HIERBA

Un despertar como de pájaro
en la jaula equivocada
y colas en el super
a la hora en que derrapan
la fiebre y su museo
La casa dada vuelta
uncida a los recuerdos
(un Poseidón henchido de naufragios)

Con el día crujiendo en el rescoldo
Algo en la causalidad cambia de mano
Prolijas/ tempraneras
las hormigas del patio del vecino
me acercan sus carritos
(en furtiva procesión la Reinas Magas)

El bamboleo de la existencia continúa
Como Tarzán en las lianas
Nosotros en los pasamanos
Las culpas repartidas con cada amanecer.

A Clifford D. Simak


DOCTOR ISLA

Y no pudiste ver
en el sitio donde estallan las palabras
todos los fuegos encendidos
las coces primarias de la infancia
padres tan inútiles como los candelabros

Te fuiste abroquelando en la orfandad
hasta caer de Ellos
mefítico y ambiguo
hacia el berenjenal del mundo
Y te entregaron a los peces
A los susurros de una hoja
Al juego azul del infortunio

La enfermedad
La cura
lobotomía de un macaco sin sus ganglios
para que seas uno más
ya sano y libre
semejante a tus padres

A padres tan inútiles como los candelabros.

A Gene Wolfe


de Eduardo Espósito
Nace en la ciudad de Buenos Aires, el 9 de mayo de 1956.
Ha publicado. El niño que jugaba a ser Rayo. Bs. AS.: El Francotirador, 1992; Violín en bolsa. Bs. As.: El Francotirador, 1995. Una novia para King Kong. Bs. As.: Amaru, 2005, Quilombario. Bs. As.: Amaru 2008.
Participó en varias antologías, destacándose entre ellas Poesía en el subte. Bs. As.: de la Flor, 1999. e Italiani d’ Altrove. Milan: Rayuela Edizioni, 2010.
Coordina desde 1996 los talleres de escritura de la Dirección de Cultura de la ciudad de Moreno, y a partir de 2001, desempeña igual actividad en el taller literario “Elementales Leches” de la ciudad de Gral. Rodríguez, Argentina.
Textos suyos han sido publicados en revistas y blogs de Chile, Perú, Colombia, México, República Dominicana, El Salvador, Honduras, Estados Unidos, España e Italia.
Reside en Paso del Rey, Buenos Aires

un sol





No hay una naranja perfectamente redonda
No hay un día perfecto
Hay un sol para los que han peleado
... contra las sombras
sin rendirse jamás
de noche
de día
a orillas del lago
bajo el sicomoro y el sauce
entre las rocas y las anémonas
Para ellos hay -habrá- un sol
porque han peleado contra las sombras
contra su propia oscuridad
su turbia lámpara
su ignorante desgano
Para ellos

habrá un sol
pero no hay
no habrá nunca un día perfecto
una naranja perfectamente redonda

Edgar Bayley

Martha Argerich Beethoven Piano Sonata No. 7 (Op.10-3) Mvt IV

jueves, 15 de septiembre de 2011

La Noche de los Lapices HIJOS ZONA SUR

carmen vasco me sugiere este poema de julio

CÓMO HACER UN BARCO

Arranque sus costillas
y esternón,
construya las cuadernas,
ponga su alma
de mascarón de proa,
extienda sus ganas
como velas,
gane el viento
que le deben
y llore, luche, ame
mate, llore, luche,
hasta hacer el mar.



de julio leite

martes, 13 de septiembre de 2011

leer el poema de juan l. ortiz a su perro prestes... en el segundo festival de poesia en la escuela




su perro muere en 1.952... un fragmento de su hermoso poema...



A PRESTES (mi galgo)


Has muerto, silencioso amigo mío, has muerto...
¿En qué prados profundos te hundiste para siempre cuando llovía
oscuramente?
- Marzo, anoche, apagaba la sed larga...

Tu cabeza, tras el último suspiro, quedó más fina aún en la línea
final.
Y era como si corrieras acostado un no sé qué fantástico que huía,
huía...

Silencioso amigo mío, viejo amigo mío, has muerto...
Cuántos minutos claros, cuántos momentos eternos, contigo,
compañero de mis mañanas cerca del agua, de mis atardeceres
flotantes...
en el dulce calor, en el viento de las hierbas, en los filos del frío,
en la luz que se despide como un infinito espíritu ya herido...

Silencioso amigo mío, viejo amigo mío, cómo nos entendíamos...
Esta tarde hubiéramos salido a mirar los oros transparentes, casi
íntimos...
¿Qué veías allá, sobre las islas, cuando enhestabas las orejas?
¿Y te tocaba el blanco alado de la vela lejana?
Oh, los perfumes de las gramillas y de la tierra, qué ríos de éxtasis!
Y tu tensión cuando algo corría abajo...
Duro para mí, estúpido de mí, que te contenía sobre las traseras patas
sólo,
Vibrante en tu erguida esbeltez posada apenas...

Silencioso amigo mío, viejo amigo mío, compañero de mi labor...
Echado a mi lado, las horas lentas, alzabas de repente tus ojos
largos,
ay, llenos de signos sutilísimos, y a veces,
una tenue luz que venía no se sabe de dónde humedecía su
melancolía sesgada...
¿En qué secretas honduras sentías entonces mi mirada?

...

Larga fue tu enfermedad y tu latido profundo se hizo delgado, casi una
queja ya...
Oh, esta queja, oh, tu llamado débil, cuando sentías acaso que “la
sombra” venía
y requerías a tu lado las familiares presencias queridas...
Duro de mí, estúpido de mí, que a veces no prestaba suficiente atención
a tu llamado
ni lo entendía en su miedo de la rondante noche absoluta, de la
marea definitiva,
miedo de hundirte solo, sin la luz del “aura” amada junto a la ola
fatal,
tú, el de la adhesión plena, el de la estilizada cabecita beata sobre la
falda, sentados a la mesa
o leyendo yo sin haberte mullido el sueño fiel al lado de la silla...

Ay, oigo todavía tu llamado, tu llanto débil, impotente, de una
imploración seguida...
Las voces no estaban lejos pero las querías alrededor de ti contra el
silencio que llegaba...

Ay, oigo todavía tu llamado, tu súplica latida como desde una
medrosa pesadilla,
mientras mi corazón lo mismo que tus flancos, sangra, sangra, y
Marzo, entre las cañas, sigue lloviendo sobre ti...

ensayo epilogal de carmen vasco fernandez moreno


Una consideración de Luis Benítez

por Carmen Vasco Fernández Moreno


Luis Benítez nació en Buenos Aires en 1956. Ha publicado en Argentina y en otros países como México, Chile, Uruguay, España, Estados Unidos y Venezuela. Principalmente se dedica a la poesía, con nueve libros publicados, y su obra también cuenta con ensayos y novelas. Es miembro de la Academia Iberoamericana de Poesía, en Nueva York, Estados Unidos, y de la Sociedad Internacional de Escritores, Estados Unidos, entre otras organizaciones internacionales. Colabora en diversas revistas de poesía de Estados Unidos, Canadá, el Reino Unido, Austria y Bélgica, entre las de otros países. Recibió numerosos premios, como el Primer Premio Internacional de Poesía La Porte des Poétes, en París, 1991; el Premio Bienal de Poesía Argentina, Buenos Aires, 1992; el Primer Premio del Concurso Internacional de Ficción, Uruguay, 1996; el Primo Premio Tusculorum di Poesia, Italia, 1996;
el Primer Premio de Novela Letras de Oro, Buenos Aires, 2003, y el Premio Internacional para Obra Publicada “Macedonio Palomino”, México, 2008. Diversos autores han escrito ensayos sobre su obra.

En esta selección de sus poemas, Luis Benítez nos presenta diversos temas a los que se acerca desde un lugar preciado y original: su cosmovisión. Percibir la existencia de un cosmos que contiene a los seres y las cosas es un tesoro poco común. El poeta es una parte de ese mundo, y es desde allí, a través de sus poemas, donde se encuentra con otros seres, observa su esencia, se descubre poeta, reconoce a sus congéneres, ama, se admira ante lo sublime, considera la muerte, y celebra el milagro de la vida.

El cosmos y los seres que lo habitan son, por momentos, uno y el mismo, como una gota de agua y las olas son uno con el océano. Mientras que esa fusión existe, el poeta se identifica como individuo y ve las otras existencias; no está sólo. Ser parte del cosmos implica que hay otros a los que observa y con los que se relaciona.

Luis celebra la vida en este universo, la propia y la de sus pares. El egocentrismo y la auto-referencia no lo han ganado; está en el todo y con sus prójimos, sean personas o animales. Es muy interesante reparar en la relación que entre ellos se establece. Lejos de darle lugar al poder, entre el poeta y los otros la relación es de igualdad. De esta forma, en la mayoría de sus poemas Luis Benítez no es el protagonista, no dice en primera persona; protagonistas son los que están a su alrededor. Vale la pena notar que los describe con una especial mirada: no son seres heroicos ni les da la investidura de maravillas lindantes con dioses que despiertan nuestra fascinación, sino que nos hermana con aquellos que nombra. Son bellos por estar; su mera existencia es lo que importa en el universo, y es su triunfo. Paralelamente, su relación con elementos de otras índoles, como el acto creativo, tampoco le da poder sobre los demás.

En este universo Luis Benítez expresa su noción del tiempo. El pasado y presente por momentos se fusionan, y otras líneas divisorias también se desdibujan para encontrarse en una persona, animal o cosa. Por cada ser pasan el ahora, el pasado, la humanidad.

Para abordar estos aspectos un poco más de cerca, veamos qué tienen en común los poemas sobre animales de Luis Benítez y los de otros poetas.

En Un Insecto en Enero, el insecto condensa el paso del tiempo, que se transforma en un presente en el que pasado y futuro pierden sus distintivos rasgos; por las delicadas membranas del insecto pasan tanto el hombre que lo mira en este momento como los dinosaurios y las copas de los árboles de eras pasadas. Todo esto sucede en torno a la victoria del insecto por existir. Estos versos manifiestan que Luis Benítez considera que ser parte del universo es el triunfo: “allí donde refleja el todo otro vasto mundo/que también le pertenece/ su victoria de un silencio seguro como todas las cosas”

El hombre y el insecto tienen cada uno su propio ser, y el poeta sitúa ambas existencias en un mismo plano valor, considerándolas desde una perspectiva horizontal; le da al insecto el contexto del cosmos y le otorga delicadeza: “apenas diferente del aire en su elemental dibujo”. Esta imagen en que une casi por completo al insecto volador con el aire revela la devoción de Luis por acercarse cuanto le sea posible a la esencia de su prójimo.

Tal es la voz de Luis Benítez; en su decir no hay palabras para el poder, sino un camino que se recorre entre pares. A su vez, tiende con su mirada un puente hacia el otro, a quien llega muy de cerca. Es, sin duda, una voz genuinamente propia.

Ted Hughes se sitúa de forma muy diferente en su excelente poema El Pensamiento-Zorro. Aquí el poeta crea al zorro y al poema simultáneamente, tomando al zorro para dar vida a su creación, y privando al zorro de su existencia al terminar los versos; lo que importa es que “la página está impresa”. El zorro no tiene independencia del poeta, quien lo hace suyo para poder crear. Lejos de este zorro, los animales de Luis Benítez están más cerca de los de DH Lawrence; aunque en Serpiente, la serpiente resulta ser muerta por el poeta, finalmente retorna a su mundo*; en El Elefante se Aparea Lentamente, los elefantes disfrutan por sí mismos del amor y de su forma de ser; el poeta los mira con admiración y respeto. En Luis Benítez la admiración no es expresada con exaltación; su mirada es más bien cercana y certera.

Raymond Carver comparte el espíritu con el que escribe Luis Benítez. En su poema Mi Cuervo, Carver toma partido por lo opuesto a los seres que son objetos de poesía por ser extraordinarios o heroicos; el cuervo de Carver es simplemente un bello cuervo que vio a través de su ventana, no como los cuervos de otros autores que menciona en el poema. Carver no sólo defiende la vida por sí misma, sin sus posibles glorias; en Tu Perro Muere, le resta valor a que el poeta se constituya en torno al efecto de su poder de creador. En Luis Benítez se lee que no busca el efecto que produzca su poesía; se manifiesta su humildad.

En Una Garza en Buenos Aires, Luis nos dice: “Algún pincel trazó una rápida letra S/delgada y blanca/sobre el agua castaña y allí estaba/de improviso la garza”. Estos versos presentan tres aspectos de la poesía de Luis Benítez. Por un lado, que algún pincel la haya trazado nos remite a que Luis no se arroga la creación de la garza, sino que la observa como ya existente. Por otro lado, se revela nuevamente su precisa percepción de la forma de ser del prójimo, que es aquí el ave. La forma de “S” es tal vez lo más propio y distintivo de una garza ante nuestros ojos. También su cosmovisión cobra fuerza; ¿qué es, si no, el agua del estanque donde está la garza, un ojal abierto que abrochó en un solo momento/toda la ropa vestida por el invierno, qué sino el espacio y el tiempo unidos en el espejo de agua?

En este poema aparece otro tema de la poética de Luis Benítez: la celebración de la vida: el agua, el logrado equilibrio de la garza, que en tanto es logrado, es perenne, eterno en el ahora de nuestras vidas, como el instante en que Luis ve la garza que le imprime la señal hacia el poema en el que le rinde homenaje.

Ahondando en su habilidad para describir rasgos nítidos de quienes comparten el mundo con él, es claro que Luis Benítez observa íntimamente su cotidianeidad. En el poema La Ingenua el título nos da una clave: la mujer del poema es ingenua porque algo de su propia esencia se le escapa. Ella es, para sí, la vida que ha logrado, sus elecciones, su historia; Luis percibe todo esto, que sin duda hace al ser. Sin embargo, hay algo que trasciende los hechos tangibles de la vida y es comúnmente inasible. El poeta sabe que esto sucede, pero no decide qué es lo que a ella se le escapa, porque no la crea ni es su dueño, sino que la observa y comprende con precisión y calidez. Ese observar es en sí un acto amoroso.

Con esta mirada cercana, en Cuando no se Espera el poeta despierta a lo que busca y entonces celebra la vida y la poesía, aquello que nos da un color propio, la siempre nuestra cancioncilla del poema. Una vez más, el tiempo cede en lo cronológico, acercando el nacimiento al inmediato ahora. El poeta nos llama la atención a que lo que creemos inhallable está ante nosotros: Cuando no se espera/Surge de los labios sola y sin ayuda esa antigua melodía. Para dejar la búsqueda racional que nos separa de lo que deseamos es necesario salir de la individualidad propia y conectarse con el todo.
De otra forma, DH Lawrence en su poema The Uprooted se dedicó al mismo tema, tomando el sentimiento de soledad como un síntoma que nos impide conectarnos con el universo: people who complain of loneliness must have lost something, /lost some living connection with the cosmos, out of themselves. No es este sentimiento en especial el que aqueja a Luis; para él, por momentos, tener discernimiento es una carga difícil de sobrellevar. En César Vallejo, se hermana con su par hombre y poeta, declarando cuánto le pesa su cuerpo de hombre adulto; el adulto discierne – en contraposición con el niño, como lo dice en el poema. Ese peso, afuera de sí mismo, o de su conciencia, y en el cosmos, no existe. En línea con los malestares del poeta, en La Yegua de la Noche se cierne sobre él lo que él no fue, lo que amó y murió; sólo puede percibir el rasgo efímero de su arte y la vida. En El Cotillón de la Tinieblas, nos habla de lo inútil, lo amenazante, la incomunicación, y alude a la incomunicación propia de quien habita las ciudades: “alguien nos observa desde un lejano edificio, / exactamente cuando vemos sin oírlo/que nos está diciendo algo”.

Más allá de sus pesares, en la poesía de Luis Benítez la alegría de vivir ocupa un espacio mayor; es fuerte la intensidad con que le canta a la vida. Tal es el motivo de Esta Mañana escribí Dos Poemas y El Observado, poemas en los que define su rol en el cosmos; en El Observado nos dice: “sí, una vertiginosa sensación de mundo,/inmune al invierno o al zumbido del verano, acompañó la tarde”; con estas palabras celebra su papel: el del poeta; y luego “mío es el peso, la longitud y el ancho de las cosas”; él existe para comprender lo tangible y mensurable. A él lo ha observado el cosmos para que fuera poeta, y su labor de creador lo hace trascender su tristeza o alegría. En esta Mañana Escribí Dos Poemas, ser poeta es su única forma posible de vivir. Mediante la creación, modifica en algo al mundo, y ante el acto creador se maravilla; no sabe a ciencia cierta a qué responde este fenómeno. El prójimo, una vez más, se hace presente: hay otros poetas como él en alguna parte, además de que todo ser humano crea: para Luis, cientos de personas han donado los versos. La creación es en comunión. El tiempo es un hilo que ha unido este mundo con sus seres.

La Tómbola de los Mundos nos acerca su júbilo por el milagro de la vida; casi se pueden sentir los ojos del niño que descubre la belleza de lo inexplicable; aquí, las semillas sobrevivientes y el poeta disfrutan a la par de haber sido elegidos por la fortuna para la vida.
En El Extravagante Viajero Río Arriba, un luciente salmón lucha por su vida, inmerso en su hábitat condenado por el ser humano. El pez desea seguir viviendo a toda costa. Este poema tiene su correlato en Por Quitarle a la Muerte su Soberbia, en el que el poeta batalla como el salmón; siente que únicamente un amor poderoso iguala a todos en la tarea de vivir. Su quehacer como poeta es generado por ese amor, el talismán contra la muerte. Esa fuerza amorosa que impulsa a los seres a la vida es sublime.

Lo sublime es también el tema de Conversaciones: el origen del universo, que desconocemos, y lo maravilla; la luz de la vida que resulta de ese origen; el último alarido que dará la luz antes de que la muerte todo lo oscurezca. Esto es para Luis lo sublime; lo inconmensurable y desconocido.

La celebración de la vida y lo sublime lo acercan a la poesía de Dylan Thomas, poeta que Luis Benítez reconoce como uno de los que influyó significativamente en su obra, y lo aleja, a mi parecer, de TS Elliot, otra de sus influencias. Dylan Thomas dijo sobre sus propios poemas, "con todas sus tosquedades, dudas, y confusiones, son escritos por amor al hombre y en alabanza de Dios." Para Luis, lo sublime es aquello que los seres humanos no podemos explicarnos, lo que nos excede y surge ante nosotros como un milagro. Lo celebra tanto como a la vida del hombre. Su visión de lo sublime se alinea con su poética: se trata de lo que está afuera de él y de su comprensión; se siente humilde ante ello, y se admira.

Sublime puede también ser la obra del ser humano; tal es el tema del poema Deja que Hable Ezra Pound, en el que el autor homenajeado realiza al acto poético de forma tan excelsa que su resultado va más allá de lo que logra la mayoría.

Además, en este poema Luis Benítez expresa que toma partido por aquello que cree incuestionable. Describe la poesía de Ezra Pound como una delgada línea de agua que no adorna sino que llega a lo visceral; la comunión entre la fina línea de agua y las vísceras vivas donde corre la sangre real, nos brinda un hallazgo poético de Luis Benítez, con el que ofrenda a quien considera artífice de la creación más plena. Para el autor, Ezra Pound entra a lo hondo, a lo real del ser y al ponerlo sobre el papel, lo hace palpitar. Se trata del verdadero artista, no el que ornamenta, sino el que da la vida. Este poema está relacionado con De lo que Huye; allí Luis retrata a aquél que, ingenuamente, cree saber qué es la poesía, queriendo en vano asirla y explicarla.

En el cosmos de Luis Benítez hay un lugar para hablar sobre el encuentro con sus semejantes, y también con la muerte.

En El Forastero expresa que en el marco de la relación entre los seres humanos, el otro, el que no es uno, es siempre un extraño. La presencia de ese extraño de algún modo nos perturba, pero eso no atenúa la riqueza que nos brinda; genera una conmoción en el camino que recorremos, y a la vez, lo pavimenta. El carácter del encuentro con el otro es ligero en tanto el tiempo es un continuum mucho más abarcativo que el momento en que ese encuentro se produce. Los seres humanos solamente tenemos el devenir; en ese devenir, las relaciones entre las personas traman una parte del cosmos. Al final del camino está la muerte, representada con estas palabras: Cuando todo se quede Él dirá que ha llegado. En el quedarse, dejar de moverse el ser, la muerte no adopta la característica de la tragedia; además, “quedarse” es también, en español, permanecer. Aparece, entonces, Dios, que ha llegado. Luis Benítez retrata la muerte con verbos que indican la quietud y la permanencia, por un lado y la llegada, por otro. Se trata de una concepción de la muerte que carece de la pátina de lo terrible.

En estos versos de Los Leopardos describe la ágil destreza de esos animales y su encuentro con los seres humanos: “los leopardos emigrados a las copas de los árboles/son unas etéreas y fatales sombras”; el encuentro entre ellos y nosotros, que nos lleva a la muerte, también está descargado de horror; alude a la muerte como “la alegre nada”. Vamos allí de la mano de los leopardos mediante los delgados corredores que la comunican con el mundo. Esos corredores que hilvanan al mundo con la nada inscriben a la muerte dentro del cosmos; lo mismo sucede en el poema Del Útero a la Tumba un Sueño te Llevará, en cuyo último verso, “sólo una muesca en un reloj enorme”, indica que la vida y muerte del ser humano son parte del todo.

Así, Benítez pavimenta un sendero por donde se llega al espacio de la muerte. En Conversaciones, La Gran Noche nos devora, es total y contundente. Por eso, como Dylan Thomas en Do Not Go Gentle Into That Good Night, Luis Benítez propone darle batalla. La batalla consiste en el hacer, iluminado por el amor absoluto que mueve a la creación toda, del que nos habla en Por Quitarle a la Muerte su Soberbia. En su hacer como poeta le da batalla a la muerte, más que por temor, por amor a la vida.

En sus poemas de amor, Luis Benítez también se sitúa en el cosmos. En La Cambiante está perplejo, es conciente de que no sabe qué hacer, que no comprende, pero sí sabe que está “en el bosque del mundo”. Otro aspecto de su relación con la mujer se presenta en La Ingenua, poema que ya he mencionado en cuanto a la contemplación del otro en su esencia como ser humano. Lo que Decía el Poeta pinta el amor idealizado que se aparta de la lucha diaria, del paso del tiempo, de todos y del todo: Otra guerra hay que la del pan/otra embriaguez que la del vino/otra tierra hay en esta tierra:/Eterna es nuestra primavera.

La vida cotidiana de la pareja se refleja en En el Cantero Arrasado por el Frío Resistía, junto al indefectible paso del tiempo y la apretada vida de la ciudad y su dolor. El contrapeso es un grillo, que como un extranjero en ese mundo representa el incesante deseo que todo lo ilumina con su canto. Ese deseo, esa resistencia, detiene la repetición de la rutina, incluso detiene el tiempo cuando por un momento nos detenemos a escucharlo.

Además del amor entre hombre y mujer, Luis Benítez nos manifiesta el amor a sus congéneres. Tal vez El Pescador de Perlas sea el poema dedicado especialmente a este tema, aunque allí se combinan varios aspectos sobre los que el poeta reflexiona. Luis Benítez refleja la incertidumbre que domina la existencia del ser humano, a pesar de la que descubre, entre otras cosas, la posibilidad de dar algo valioso. Se unen el aquí y el allá, la orilla y el espeso mar donde vivimos en el presente, y en el que probablemente estaremos en la muerte. “Esta tarde y parte de la noche/volví a sumergirme en el espeso mar/ donde flotamos los seres y las cosas”. El poeta se sumerge en la aventura de la vida; sus hallazgos son sus prójimos y lo que puede ofrecerles: el tesoro de las perlas.

El decir del poeta brilla en los últimos versos, porque le da voz a su aprendizaje personal: “Pero cuando quise volver/no vi a ningún hombre en la orilla./No vi orilla. Todo era mar./Esos que temen la orilla/no saben que caminan en el mar”. No tenemos el consuelo de la existencia de una orilla que, aunque temida, que nos protege. Es hombre y poeta, y ha comprendido su situación en el mundo.


*The Thought Fox and the Poetry of Ted Hughes”, de Richard Webster. The Critical Quarterly, 1984.

segundo festival de poesía en la escuela / 2011: Día 1: Celan en el celular, una abuela italiana y ...

segundo festival de poesía en la escuela / 2011: Día 1: Celan en el celular, una abuela italiana y ...: Con mucha alegría por parte de los invitados y del público, hoy empezó el Segundo Festival de Poesía en la Escuela, en el Liceo Nro 1 de la ...

sábado, 10 de septiembre de 2011

poesía de germán arens




Un policia dispara su arma



1879

El General Julio Argentino Roca y sus hombres
vadean el Río Colorado.
Buena Parada, primer asentamiento blanco.
Isla de Choele Choel, fin de la primera etapa.
Expedición al desierto.


Sarmiento diría después:
-Hemos asistido al término de la conquista cristiana
de una de las más extensas regiones
aún despobladas de la América española.-

¿Hubiera disparado un fusil en aquel entonces?...
aún están en el pueblo los Ñancucheo, Curriqueo, Guinchumil.


1897

Inauguración del ramal ferroviario Bahía Blanca-Neuquén.
Estación ferroviaria Río Colorado.

No hay registros de la zorra en ese entonces.


1901

Don Julio Argentino Roca.
Decreto oficial:
Buena Parada pueblo, Río Colorado estación.

¿Hubiera aceptado tierras en el reparto?...


1915

Inundación,
traslado de autoridades y comercios
de Buena Parada a Río Colorado.
Trazado definitivo del pueblo.

Después apareció la manzana.


1955

17,18 y 19 de septiembre.
Tres aviones parten de Comandante Espora (Bahía Blanca).
Objetivo: Destrucción de vías.
Revolución Libertadora.
Perón derrotado.

Un policía dispara su arma reglamentaria
desde lo más alto de una antena.
Aún se lo recuerda en el pueblo.

viernes, 9 de septiembre de 2011

violar niñas wichis en la provincia de formosa, le dicen "salir a chinear"

Viernes, 9 de septiembre de 2011

VIOLENCIAS

Salir a chinear
Dos niñas wichí fueron violadas por más de un hombre el último fin de semana en dos pueblos cercanos del oeste de Formosa donde el “chineo” es una práctica habitual y en algunos parajes hasta sistemática, realizada –según denuncian desde la comunidad– “por varones criollos, pudientes o pobres”, que salen a “ramear” de los pelos a una “chinita” y violarla entre varios. La impunidad y el miedo protegen a los agresores antes que a las víctimas, que muy pocas veces pueden completar las denuncias y en menos casos aún estas denuncias llegan a convertirse en casos judiciales.


Por Roxana Sandá

Las noches de Ingeniero Juárez y El Potrillo, pueblos de Formosa donde llegan con mayor rapidez las patas de las gallinas que el agua potable, son oscuras a conciencia. De la institución local, “para ahorrar energía”. De los habitantes más empobrecidos “porque no hay tendido eléctrico o porque donde hay lo cortan si no pagamos lo que nos exigen”. Este fin de semana, la oscuridad cómplice facilitó la violación de dos niñas wichí, de 11 y 14 años, que habitan esos pueblos. “Fueron los criollos”, denuncian los voceros de la comunidad aborigen de El Potrillo, “quienes obligaron a tomar gasoil” a la primera, para “marearla y violarla entre siete”. A la otra la sometieron durante las celebraciones del Día de la Mujer Indígena, “entre diez o catorce; no recuerda”, en la escuela donde estudia, frente a la comisaría del lugar, para dar a entender sin medias tintas el espesor de la impunidad.

Los ataques sexuales ocurrieron en momentos que la Comunidad Wichí Barrio Obrero, de Ingeniero Juárez, había tomado el Centro de Integración Comunitario (CIC) del lugar, que reclaman como propio, y exigido el retiro de los representantes actuales con mandato vencido, para poder nombrar “autoridades legítimas”.

Uno de los referentes de la toma, Agustín Santillán, detalló a este suplemento que desde el 31 de agosto, cuando iniciaron la toma pacífica del CIC, se intensificaron las amenazas que sufren desde hace años. “Nos persiguen, nos conminan a que no accedamos ni a la electricidad ni al agua, por lo que nuestra comunidad tiene que beber de un dique contaminado, donde los vecinos tiran sus residuos.” Santillán dijo que “ahora estamos más tranquilos porque la policía no intentó volver a sacarnos del lugar, como los primeros días. Deben comprender que no pueden usurpar nuestra asociación civil”. Unas 3000 personas componen ese territorio de 6000 hectáreas donde, aseguran, “los criollos reciben beneficios productivos con anuencia de las autoridades locales, mientras que la comunidad se desintegra por la tuberculosis, la desnutrición, las pagas miserables de sus artesanías y la violencia sistemática contra niñas, niños y mujeres”.

Las sombras del anochecer que el domingo último unían el camino entre la despensa y la casa de El Potrillo donde vive la nena de once años junto a su abuelo y sus tres hermanas mayores no dejaron resquicio para el auxilio. “La mandaron a comprar pan”, explicó la traductora de la comunidad, Ana Mariño, cuando actuó como intérprete de la niña, que sólo habla en su lengua originaria. Unos siete adultos la toparon, no lograron convencerla de seguirlos, la arrastraron hacia una oscuridad mayor a la del entorno, la obligaron a tomar gasoil, la marearon, la intoxicaron y la golpearon. “Ella no recuerda muy bien lo que sucedió después, pero el examen médico reveló que la habían violado repetidas veces.”

La encontraron gracias al aviso de unos vecinos, en un punto indefinido del mismo campo que rodea las viviendas, desmayada, con lastimaduras en el cuerpo, la ropa arrancada, las manos aferradas al aire. La trasladaron de urgencia al Hospital Eva Perón, de Ingeniero Juárez, a unos 130 kilómetros de distancia, pero la gravedad de su estado obligó a la derivación al Hospital La Madre y El Niño, de la capital formoseña, donde también le realizaron el examen forense.

Su abuelo y sus hermanas radicaron la denuncia en la comisaría y ante el juez, aunque la investigación del caso no avanza. “Así es como vivimos: no tenemos a quién recurrir cuando pasan estas cosas”, lamentó Mariño. “Estas injusticias las padecemos desde hace tiempo, pero cuando exigimos que se investigue no pasa nada. Son innumerables los casos de agresión sexual contra las jóvenes wichí y contra las propias criollas.” Llámese El Potrillo o Ingeniero Juárez, la violación de mujeres es moneda corriente, “pero por la distancia, la pobreza, el desconocimiento o el miedo, los violadores no son denunciados”. En diciembre, otra niña wichí quedó embarazada producto de una violación, pero sus padres decidieron silenciarse “porque no tienen medios económicos para afrontar el hecho y por miedo a que los maten si hablan”.

El viernes pasado, la Escuela 438 de la Comunidad Barrio Obrero, de Ingeniero Juárez cerró sus puertas a eso de las 20. En el edificio con capacidad para enseñanza primaria y secundaria amplia, con alumnos de hasta 24 años, conviven criollos y originarios. La salida siempre es numerosa, las voces acompañan varias cuadras a los que viven lejos. Nadie se explica cómo pudieron retener y violar a una adolescente de 14 años en el mismo predio, con el edificio de la comisaría enfocando desde enfrente. Dos obviedades: la chica está shockeada. No quiere volver a la escuela.

Agustín Santillán pudo averiguar “que la agarraron entre diez o catorce criollos”, que cree que los varones son alumnos de ese colegio, que al cabo del ataque ella huyó desesperada a la guardia del Hospital Eva Perón, donde le extendieron un certificado a desgano, bajo un diagnóstico inaceptable de “lesiones leves”, que ni la chica ni su familia van a reclamar “porque los que la atacaron le avisaron que si dice algo, la matan”. El médico “que la atendió y constató lo que le había sucedido puso cualquier cosa, pero esto siempre pasa porque nos discriminan, sin vueltas”.

La antropóloga social Ana González describe “el chineo”, una práctica habitual y en algunos parajes hasta sistemática, que es realizada “por varones criollos, no indígenas, pudientes o pobres, que salen a ‘ramear’ de los pelos a una ‘chinita’ y violarla entre varios (...)”. Se manifiesta como una pauta del Oeste provincial tan arraigada, que es vista como pasatiempo juvenil antes que como práctica denigrante hacia las víctimas.

Dice González en una columna publicada en este diario, que “la impunidad con que se mueven los agresores está, las más de las veces, apañada por diversos agentes estatales locales y por la sociedad no indígena misma. Cuando las víctimas intentan denunciar, se las hace callar con un chivo o una vaca. Si no acepta, ella y su familia sufrirán amenazas y agresiones violentas. El silencio no es ‘costumbre’, es simplemente una brutal disparidad de poder, de imposibilidad de poder hacerse oír por las instituciones que tienen la obligación de proteger derechos humanos, pero muchas veces reproducen el racismo y la discriminación estructural. El silencio es desamparo y desprotección, es dolor y humillación contenidos, no sólo de las mujeres indígenas, sino de toda su etnia, de toda la comunidad”.

No es ocioso agregar que aún no hallan a los autores de las violaciones de Ingeniero Juárez y El Potrillo. Tampoco concluir que en ese tablero, niñas, jóvenes y adultas de los pueblos originarios han sido históricamente oprimidas e invisibilizadas por su triple condición de mujeres, pobres y aborígenes.



FUENTE: PÁGINA 12/ LAS DOCE

Awka Liwen (2 de 2)

Awka Liwen (1 de 2)

melancólica poesía de bonnefoy, "del movimiento y de la inmovilidad de douve"




EL ÚNICO TESTIGO

(...)



III


El poco espacio que hay entre el umbral y el árbol
basta para que aún te abalances y te mueras
y que crea en la luz revivir
de la umbría que fuiste.

Y que olvide yo
mientras grita tu cara en todas las paredes,
oh, ménade tal vez reconciliada
con tantas sombras venturosas en la piedra.



de "Del movimiento y de la inmovilidad de Douve", traducción de Carlos Piera, ed. Colección Visor de Poesía, 2000

Buika - No Habrá Nadie En El Mundo

Volver, volver - Concha Buika

light

jueves, 8 de septiembre de 2011

Descontexto: Carta de Leon Trotsky a los miembros del Comité Ce...

Descontexto: Carta de Leon Trotsky a los miembros del Comité Ce...: A todos los miembros del Comité Central del Partido Comunista de la URSS Al Presidium del Comité Ejecutivo Central de la URSS A todos ...

Segundo Festival de Poesía en la Escuela, 2011

Para Traerte a Casa - Gabo Ferro

Armenian Alphabet by Zhirayr Dadasyan

5 años sin López, 5 años de impunidad

martes, 6 de septiembre de 2011

la mudez de la crítica ante la poesía...

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La mudez de la crítica ante la poesía




La naturaleza aborrece el vacío, sostenían los aristotélicos, intentando explicar de alguna manera que aquello que está preñado de vacío o que simplemente lo sugiere ,nos enfrenta a un vértigo indescriptible, a un sin sentido, una ausencia plena. Algo que deberemos llenar nosotros mismos. Así mismo, aquello, que aún no estando vacío pero que no tiene un sentido único, que es abierto y polisémico se nos aparece como vacío, aunque no lo esté.

Algo de eso sucede al crítico ante un poema, todos nos sentimos un poco estúpidos explicando un poema, siempre “nos quedamos cortos” , decimos menos de lo que nos sugiere, y pese a que un poema, está, entre otras cosas, poblado de palabras, muchos se encuentran ante él deshabitados de palabras. Es así que a la manera de cartógrafos antiguos, que ante lo desconocido pintaban monstruos utópicos, paraísos o infiernos desbordantes, algunos críticos (no todos) acuden a su cajón de sastre de teorías y repueblan el poema de estructuralismos, postestructuralismos, formalismos y hermenéuticas varias. Finalmente y ante el fárrago de caer dentro del cajón teórico (y que alguien cierre la tapa de un manotazo) terminan hablando en el poema variadas voces, citas de autoridad muy rimbombantes, menos el crítico, termina hablando todo el mundo.

Voy a cometer otro estropicio, voy a aplicar algunos conceptos teóricos que se escribieron pensando en la música, para aplicarlos a pensar la lírica (no están tan lejos finalmente), pero pienso en Deleuze y Guattari y su ensayo “Del ritornello”. Pensar “territorio” sin pensar en la materialidad de un territorio representado por un mapa, puede ser dificil, no obstante haremos el intento; vamos a pensar en ritmos y territorios sin convertirlos en líneas trazadas en un mapa, vamos a pensar en intensidades, en flujos interdimensionales, intentaremos pensar en una tercera dimensión (por lo menos) para entender el fenómeno. Tener en la cabeza, llegado el caso, la escritura crítica requiere una versatilidad para moverse en varios planos a la vez. No siempre la escritura académica se puede permitir esas libertades, no siempre puede romper esos formatos de “citas de autoridad” y “notas al pie”, un poema es un concierto ilimitado de voces, y un infinito de notas al pie, es la nota al pie de la nota al pie. Como ellos (Deleuze y Guattari) dicen “los etólogos tienen una gran ventaja sobre los etnólogos: no han caido en el peligro estructural que divide un “terreno” en formas de parentesco, de política, de economía, de mito, etc”, en definitiva, al no caer los etólogos en el método de los etnólogos, no caen en la lógica moderna del “olvido de la territorialidad”, y por consecuencia, del factor instintivo, de ese suelo previo de la lucha por la supervivencia, donde el superviviente es el que canta su mejor melodía, la más eficiente, la más adecuada. Por eso los que no son “silenciados” por la poesía son, precisamente, los poetas; los poetas hacen crítica (o suelen hacerlo)y además suelen hacerla bien, aunque sean académicos (incluso mejor si lo son) por que conocen las madrigueras por donde el conejo corta caminos para el “pequeño retorno”1.

Pero veamos qué es lo que hace el poema con su crítico.

El poema es un artefacto, los críticos deben desmontar un poema como un relojero desmonta un reloj, con sus engranajes y sus ancoritas, sus diminutos diamantes.. pero el ritmo, el ritmo del tic tac, el ritmo termina llevando la cabeza, el poema, el sentido, para otro lado.

El poema es un escalador trepando a una montaña, buscando la cima porque allí, donde el oxígeno escasea, donde el sol impregna como nunca, allí estará eso tan ubicuo, tan relativo, tan innecesario como la interpretación. El poema es un salvaje indomable y no habrá discurso que lo meta en cintura. Potro bravío se irá, ni bien pensemos que lo hemos sujetado. Y no debemos olvidar que un libro se compone de muchos poemas, que en los mejores casos no están reunidos de un modo simple, o como fueron cayendo; que obedecen a la lógica creativa de su autor, una lógica que existe, persiste e insiste por mucho que el autor no lo tenga manifiesto. Para entonces de los potros sólo ha quedado esa nube de polvo flotando, a lo lejos.

Es por eso que a veces en los congresos, encuentros y lugares donde la gente se reúne, más o menos académicamente para celebrar cuestiones literarias, cada vez menos ponencias hablan de poesía. En la misma universidad, en las literaturas se prefiere trabajar con narrativa, novela, cuento, cuanto mucho, teatro. Y ni hablar de escuelas primarias y secundarias donde la literatura es un bien cada vez más escaso, y la poesía no se ve ni de lejos, y si se da, está dada de una manera tan poco creativa que es un milagro verdadero que un joven se acerque a la poesía de forma espontánea, con tantos prejuicios que le inculcan; aunque los milagros aún existen y algunos jóvenes que leen sortean todos esos obstáculos para disfrutar la poesía, por suerte.

Muchos de los que escribimos poesía hacemos crítica literaria, escribimos prólogos, reseñas, notas de opinión, en fin...muchos nos hemos asomado a esa terra incognita, a veces temerosos, dudosos, pero fascinados sin embargo y sin remedio, ante eso que nos interpela.

Muchos se preguntan por qué es Patagonia tierra de poetas, y sobre todo de poetas de tan variados registros, tonos y ritmos; como una increíble fauna los estilos de los poetas patagónicos se saltan los movimientos, las escuelas y todo lo conocido con que quieren domesticar la salvaje voz del verso, pero es el ambiente ideal, un territorio donde los espacios amplios dominan, la variedad de ambientes, y donde los grifos cartografiados en los golfos y bahías nadan sueltos de cuerpo en el imaginario actual, donde se ocultan rastros del pasado imaginario, con monstruos quizás distintos, o con otros fantasmas.



Claudia Elisabet Sastre- idus de septiembre 2011



1-Ritornello- pequeño retorno, término tomado a la música, utilizado por Deleuze y Guattari en el libro Mil Mesetas- Pretextos- 1997, Barcelona. En el ensayo lo aplican a los sonidos e imágenes que usan los animales para su expresar, o hacer más eficiente su territorialidad



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domingo, 4 de septiembre de 2011

La poeta Anne Waldman, posteado por karen valladares

karen valladares, desde honduras






Pasa el viento en las calles

igual que los enamorados

los tranvías y la vida...

Oto Rene Castillo







Pasa todo, pasa el viento.

Los caminos,

los que se aman y los que no se aman.

Los locos.

Los que gritan el tiempo a orilla de una calle

los pájaros

la música a través de la ventana

el recuerdo en la bolsa de marca

el cigarrillo

el temblor en mis piernas

los pensamientos inútiles

y los furtivos.



Las ideas que crecen en las manos encerradas de todos.

La palabra vacía.

La que dice algo

o mucho

o demasiado

la que es solo tumulto

la que hace tiritar los labios.

Pasa.

Si, todo pasa.

El silencio

la luz,

los enemigos

los amigos

los amores de junio

los de mayo

los de cualquier estación

y los que pronto se olvidan,

ĺos amores fugaces.

El orgasmo

el abrir y cerrar de ojos.

Los versos,

la metáforaPP

todo pasa

entre un ir y venir a ninguna parte

entre un olvido

y la mañana siguiente





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Mamá vení, contame un cuento.

Hablame de ese mundo que aún desconozco,

que aún no sé su nombre ni he palpado su silueta.



Vení mamá, decime si es cierto lo de las hadas,

de los duendes y brujos,

y bosques encantados.



Decime si es cierto, mamá,

que hay países maravillosos,

que todo es fantasía

y se puede hacer magia

con sólo sonar los dedos.



Contame mamá;

me muero de curiosidad

y aún me faltan 7 meses para verlo.

Es mucho tiempo mamá.

Contámelo todo,

hablame de las guerras,

de la revolución;

hablame de héroes, de poesía,

enseñame de música y de arte,

y de justicia mamá.



Sobre todo justicia.



Mamá vení, contame un cuento, para dormirme,

para soñar

que puedo resolverlo todo,

creando una historia diferente,

un poema diferente.



Vení mamá,

vení todas las noches,

y cantame una canción de cuna

para soñar feliz cada vez que te oíga.



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LA ABUELA

A: Eva, Mamachon, y Lupe. Mis 3 abuelas.


La abuela sueña con vivir siempre

Todavía atrapa anocheceres infinitos

En la profundidad de sus manos.



Ignora al tiempo tostándose en sus mejillas.

La abuela aun recuerda aquella guitarra marchitándose en sus dedos.

Su infancia imposible sin muñecas,Mezclada de cal,

y de rios crecidos hasta la rodillas.Aun recuerda el nombre de sus enamorados,

y por siempre recuerdaEl parto doloroso de sus hijos.La abuela,

aun cree que cuando despertamosEs para nacer de nuevo.



Ella aun descubre palabrasVestidas de coloresFormas, y cosas.



Ella, ha venido a bordar junto a mi,

la transformación de sus antepasados




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Esta es mi casa
A: Carmelina Mejía Mejía
In memoriam.

Esta es mi casa,
Un par de viejos objetos que le sirven de adorno,
2 personas que viven conmigo, otros que llegan a visitarme
y que pronto se van.
Así como me iré yo
en cualquier momento que la muerte lo decida,
o la vida misma también lo decida.
Esta es mi casa,
la que me habita,
de sombra en sombra,
de hijos a hijos,
de los vecinos,
de nadie.

Esta es, no hay duda alguna,
aquí reconozco los metederos del atardecer,
o la llegada de la luz insinuando la mañana.

Mientras remiendo cualquier cosa
para distraerme de mis molestias y la de los demás.
Y pienso que los años me han caído de un solo golpe,
me desmorono a veces,
o vivo, con una sonrisa que atraviesa la mirada de los míos.
esta es mi casa,
no importa lo grande o pequeña o lo sencilla que sea.
aquí ando,
cubriendo cada rincón con mis pasos y mi voz
dejando enmarcado el fantasma de mi presencia.
así me sentirán más cuando me vaya.

esta es mi casa,
la reconozco paso a paso,
no temo de ella,
ni ella de mi,
esta es y no la reconozco por su color verde
son otras cosas las que me identifica.

Son todos los años en ella,
son todas las cosas que he juntado en ella,
son todas las palabras que han sepultado aquí,
soy testigo de que es mi casa,
desde donde yo quiera,
y como yo quiera,
soy testigo de mis cosas,
de mis hijos, otra vez,
de mis dolencias,
de las estaciones del tiempo
que se aproximan a mis ojos tibios.
Soy testigo de tantas cosas,
pero sobre todo,
soy testigo
de que esta casa me habita
y no porque yo viva en ella.


del Libro Ciudad Inversa de Karen Valladares.




Karen Valladares, Honduras, 1984. Abogada. Poeta, escritora, gestora cultural, miembro fundador del movimiento literario Poetas del Grado Cero. Codirectora de la revista cultural Metafora. Ex miembro del grupo taller Edilberto Cardona Bulnes, ex miembro de la Asociación Nacional de Escritoras de Honduras "ANDEH".

sábado, 3 de septiembre de 2011