"El pensamiento claro no nos basta, nos da un mundo usado hasta el agotamiento. Lo que es claro es lo que nos es inmediatamente accesible, pero lo inmediatamente accesible es la simple apariencia de la vida." antonin artaud.
martes, 31 de mayo de 2011
miguel martinez naón nos trae un poema de dalton
De acuerdo: es cierto que te pareces a may britt.
Tu cabello es harina de otro costal
prohibido representarlo en este lado de la Cortina de Hierro
enamorado de los saltos mortales casi un exiliado español
tu cabello es mi Guatemala mi Brasil y mi iglesia de San Julián Cacaluta
merece un premio a la mejor realización en el Festival de Pessaro
tu cabello es el capitán Corisco de mi corazón
no lo cambiaría ni por las obras completas de Tom Mix
a tu cabello “no le interesa determinar el género; prefiere
la ambigüedad, o que los críticos sean quienes determinen”
tu cabello es parcamente heracliteano no abusa de la dialéctica
tu cabello abofetearía a quien lo comparara con una bandera conciliatoria
pero no esquivaría la linajuda similaridad con una gaviota que cae
herida por un granizo tropical
áspero y enemigo como la misma reyerta
tu cabello es como cuando uno chupa un jocote de corona sazón
después de un gran trago de aguardiente de quince centavos
y arroja luego diabólicamente la semilla sobre la espalda de un perrito
que dice “juick” con una tristeza Walt Disney
y huye hacia lo desconocido de la noche entre las carcajadas de los borrachos
en tu cabello he perdido saliva lágrimas y palabras
un esquema de cuento de Malcolm Lowry en prueba de galeras
y diez diapositivas Agfacolor con íconos de Rubliov
tu cabello quisiera vivir en Alejandría
pero se tiene que quedar aquí en La Habana
en un húmedo rincón del Vedado que sólo en muy escasas ocasiones
logramos construir entre tu espalda y mi pecho
tu cabello necesita solamente una guacamaya lunática
para que suene como las selvas de mi país
tu cabello es harina de otro costal es decir
tu cabello es ahora
blanco.
Yo insisto en que es más bello su negro natural.
beata fenix compartió este poema en FB, la extranjera de la poeta rich
La extranjera
Mirando como antes he mirado, derecho al corazón
de la calle hasta el río
caminando por los ríos de las avenidas
sintiendo el temblor de las cuevas bajo el asfalto
viendo encenderse las luces en las torres
caminando como antes he caminado
como un hombre, como una mujer, en la ciudad
mi ira visionaria despejando mi vista
y las detalladas percepciones de misericordia
floreciendo de esa ira
si al entrar en un cuarto desde la aguda luz brumosa
los oigo hablar un idioma muerto
si preguntan mi identidad
¿qué puedo decir sino que
soy la andrógina?
yo soy la mente viva que no pueden describir
en su idioma muerto
el sustantivo perdido, el verbo que sobrevive
sólo en infinitivo
las letras de mi nombre están escritas entre los
párpados
del recién nacido.
de Adrienne Rich
Siete poetas norteamericanas contemporáneas en
Material de lectura. Serie poesía moderna #16
Departamento de humanidades. UNAM
México
domingo, 29 de mayo de 2011
el jaguar como divinidad
El jaguar como divinidad en el arte prehispánico
Obsesión por el felino en la cultura de la Aguada
La presencia del felino en las culturas prehispánicas es evidente y la encontramos en la mayoría de las manifestaciones culturales como: tejidos, cerámicas, trabajos en metal. líticos. así como también en la continuidad cultural de muchos pueblos y comunidades.
En el aspecto religioso el felino jugó un papel importantísimo. Es indiscutible que no se trata de simples formas decorativas. Ellas debieron tener un valor simbólico y religioso definido. La figura felínica constituye para las culturas andinas una verdadera 'obsesión felínica''.
El felino o sus atributos se asocian a imágenes humanas, a veces de guerreros. Es muy probable que el culto felínico estuviese íntimamente asociado o en relación con las practicas bélicas.
En algunos casos el felino completamente desnaturalizado, adopta una forma casi ofídica y se lo reconoce solo por las garras y las manchas características.
Las variaciones que presenta la figura felínica esencial se relacionan a las diversas características culturales regionales y los modos de representar o expresar ideas y cambios sutiles en el transcurso del tiempo.
Es importante preguntarnos por que ciertos animales o plantas fueron seleccionados como motivos esenciales de diseño en el arte precolombino. ¿Por qué es que carnívoros como los felinos, el águila, la serpiente, el cocodrilo son temas opuestos a los herbívoros? ¿Por qué ciertas partes del cuerpo como la cabeza, el hocico, los incisos y las garras aparecen tan temprano y con tanta frecuencia en el arte andino? `¿Qué significación cognoscitiva esencial tienen estas partes del cuerpo en la mente del hombre?
Es de interés notar que este proceso de selección esta representado con mayor intensidad en las culturas formativas (arcaicas) regiónales a lo largo de los Andes y áreas periféricas. Nos referimos con esto a culturas regionales de Valdivia, Machalilia, v Chorera en Ecuador, Chavín en Perú, San Agustin en Colombia, Chiripa en Bolivia, San Pedro de Atacama I y II en Chile, Aguada, Ciénaga y Condorhuasi en Argentina. Quizás de mayor interés todavía es que ese proceso tuvo lugar en contextos socioculturales específicos, sea este el medio ambiente de la selva tropical o el área andina que había tenido contacto con grupos selváticos tropicales.
Para intentar interpretar el símbolo del jaguar es importante, no solo dar paso a la estructura de la relación de un grupo con su medio ambiente natural, sino que es necesario poner énfasis en el aparente conocimiento que este tenia de la conducta animal y cómo y con que propósito utilizó el hombre este conocimiento
¿Qué le ocurrió al conocimiento de la conducta animal acumulado por milenios por el hombre cuando laorganización social, económica, espacial de esta sufrió el cambio del cazador a campesino sedentario?
¿Cómo pudo haberse transferido o utilizado este conocimiento en la subsecuente fase horticultor o agricultor? ¿Qué ocurrió con la "proyección cognoscitiva" que el tenia cuando pasó del estado de los movimientos temporales recurrentes en los campos del cazador, recolector a la preocupación por (1) un incremento en número y densidad de población humana en un línea determinada; (2) los derechos de acceso a los recursos mas restringidos; (3) los exclusivos derechos de la tierra; (4) la necesidad de permanecer sedentario para proteger las inversiones de tiempo y (5) un esfuerzo en los terrenos cultivados?
A lo que estamos haciendo referencia aquí es al hecho de que hemos estado tan obnubilados tratando las formas animales como fuentes potenciales de recursos económicos y hemos descuidado considerar la idea de que estos animales pueden haber sido elementos didácticos de la observación para el hombre, con el propósito de relacionar, organizar y simbolizar sus propias experiencias sociales
El hombre imitó o mimetizó ciertas características de la conducta espacial y social de este animal tal como pudo haber imitado o tomado en préstamo ciertos rasgos culturales de otros grupos sociales humanos para dispersarse mejor en su exploración de recursos regionales y en sus relaciones socio-políticas y económicas en otros grupos humanos.
Por ejemplo, entre los animales la posesión del espacio y la manutención de la prevención de una invasión de otros se combinan en iniciativa y ascendencia. Así, la orientación requiere la posición de los individuos y estabiliza el establecimiento de territorios. Un gran numero de estudios demuestra que el comportamiento territorial es fundamental para establecer relaciones y para mantener la estabilidad del grupo, tanto interna como externamente.
Las acciones sucesivas de agresión, miedo, búsqueda de protección y agresión renovada pueden leerse claramente en los movimientos expresivos, sobre todo en las diferentes posiciones del cuerpo y de los músculos faciales del hocico Ej: posición perfil facial asociada a subordinación y retirada)
Así las representaciones felínicas en los periodos formativos fueron probablemente un mecanismo para proporcionar una continua corriente de información para activar y mantener un sistema de orden espacial y de dispersión entre grupos de asentamientos.
Otro aspecto a considerar es la intrínseca relación de las representaciones felínicas con la persona del "chamán", quien manifestaba una gran parte del conocimiento sobre la conducta del jaguar a través del uso de alucinógenos y visiones. Parece haber sido el chamán quien mantenía continuos contactos con grupos selváticos recibiendo enseñanzas de cómo manejar el conocimiento recibido a través de averiguaciones por medio de visiones o viajes periódicos a la selva.
Fundamentalmente lo que implicamos aquí es el símbolo del jaguar y el continuo mantenimiento del conocimiento sobre este animal por medio de contactos selváticos y el uso de alucinógenos fue posiblemente un mecanismo para reactivar y modificar el ordenamiento de la organización social espacial.
En las provincias de Salta, Catamarca y La Rioja, el jaguar es conocido en la creencia popular de los lugareños como el tigre-uturuncu
El pueblo cree que muchos de los tigres (uturuncos) son hombres transformados, y para ellos tienen algo de non sancto quienes los cazan
Cuenta el Inca Garcilaso que el culto del felino fue anterior a los Incas quienes "se dejaban matar" por el tigre cuando lo encontraban y en general no lo cazaban
Ambrosetti, quien ha escrito acerca de la leyenda del "indio Tigre", en la región guaraní, dice que se repiten las mismas creencias sobre la metamorfosis de los hombres felinos. es común en esa región oir hablar de los Yaguaretés-Avás, creyendose que son indios viejos bautizados que de noche se vuelven tigres a fin de comer gente. La transformación de hombre en tigre , según cuentan lugareños de Catamarca y la zona Calchaquí, se obtiene revolcandose sobre su cuero, con ciertas ceremonias, invocando al felino; también untándose con grasa del felino.
Venerado por su poder, en la cultura conocida como Aguada (ver mapa) se evidenció la obsesión por el felino en numerosos objetos de uso ritual, como cerámica, discos y hachas de bronce, telas, tallas de piedra y madera, morteros, tabletas para cebil y pipas.
En cierto sentido intentamos demostrar que los artistas prehispánicos tenían un profundo conocimiento de la conducta del jaguar y expresaron y relacionaron simbólicamente la experiencia de los animales con la suya propia.
Bibliografía:.
- Alberto Rex González: La Cultura de la Aguada del NO Argentino .Revista del Instituto dc Antropología - 1966
Tom Dillehay y Peter Kanlicke: Aproximación metodológica: El Comportamiento del Jaguar y la Organización Socio-Espacial Humana - Redacciones de la Sociedad Argentina de antropología - 1984
Adán Quiroga - Folklore Calchaquí
Museo Arqueológico Ambato - La Falda, Córdoba
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yaguareté
En sus zonas nativas recibe diferentes denominaciones en español como jaguar, yaguar, yaguareté, otorongo, jaguarete, tigre o tigre americano. Los mexicas lo llamaban en náhuatl ocelotl, aunque también utilizaban este nombre para el ocelote (Leopardus pardalis), y podrían referirse a él como tlatlauhquiocélotl. En maya se le llama balam,en mapuche se le dice nahuel,y en quechua uturuncu, uturunku o unqa. En gran parte de Hispanoamérica desde la llegada de los españoles es común llamar a este animal «tigre» aunque su parecido con los auténticos tigres (Panthera tigris) sea remoto; en Brasil y en zonas próximas a la frontera brasileña se le denomina onça-pintada (en portugués onça) y es un animal considerado símbolo de la fauna de este país.
Jaguar, yaguar y yaguareté provienen del guaraní yaguar, jaguar, y eté, verdadero, y probablemente llegó al español por conducto del portugués o del francés, lo cual explica la forma con j-. También puede ser por el hecho de que en guaraní la -j se pronuncia como la -y. El origen del nombre se ha supuesto como procedente de yaguá-eté, que significaría «jaguar de verdad» o «auténtico jaguar»; en efecto, antes de 1492 los guaraníes utilizaban la palabra yaguá para referirse al yaguar, pero ante la presencia de los feroces perros de combate traídos por los europeos el término guaraní yaguá pasó a significar perro en tanto que fiera o animal feroz por antonomasia (actualmente se aplica este término en guaraní a cualquier perro) quedando renombrados los especímenes de Panthera onca como yaguá-eté, de allí se ha supuesto que surgió la denominación yaguareté usada especialmente en Argentina y Paraguay, y de modo abreviado, yaguar o jaguar.
El primer componente de su designación taxonómica, Panthera, es un término latino derivado a su vez de la palabra griega πάνθηρ (leopardo, la especie tipo del género). Se ha dicho que esta palabra deriva de παν- «todo» y θήρ «bestia», aunque podría ser una etimología popular o que tuviera su origen en pundarikam (literalmente «animal amarillento»), la palabra sánscrita para «tigre».
Onca proviene del portugués onça, con la cedilla sustituida por razones tipográficas —aunque en español se usa más habitualmente para la onza o leopardo de las nieves (Uncia uncia)—. Deriva del latín lyncis, lince, que perdió la letra «L» al confundirse con el artículo definido (italiano lonza, francés antiguo l'once).
FUENTE: WIKIPEDIA
sábado, 28 de mayo de 2011
poema de "pequeña formosa"
¿no tuviste miedo que roja la piel
no pudiera esconderme?
tus coatíes asesinados
la carne escasa
los vecinos sentenciaron tus mascotas
me contabas madre
también tu llanto por la muñeca deshecha
el enorme lodazal
primas abusadas por la lluvia
camiones que encallan
a la deriva de la ruta
¿no tuviste miedo de aquel yaguareté?
arrancó hijos a dentelladas
sobre la mitad de la noche
y era su piel
y se cobija con la tuya
no soporta el frío
de la serie "pequeña formosa"
Traducción de Poesía: Sonetos de Shakespeare. Traducción: Carmen Vasco
Traducción de Poesía: Sonetos de Shakespeare. Traducción: Carmen Vasco: "Soneto 71 No me llores después de que haya muerto por más de lo que suene la lúgubre campana anunciando al mundo vil que ya he partido y..."
jueves, 26 de mayo de 2011
maritza nos brinda estos poemas del poeta magallánico (chile) pavel oyarzún
Patagonia -La Memoria y el Viento- 1999
La Patagonia en llamas
*De 1916 a 1921 se registraron, en la patagonia, sucesivos y ascendentes movimientos huelguísticos, con epílogos cada vez más feroces, que aumentaron el rostro de la muerte en el territorio
Los poemas que siguen hablan un poco de aquellos hechos y de aquellos hombres humildes que quisieron alcanzar el sol con las manos, o tomar el cielo por asalto, al decir de Osvaldo Bayer. Fueron escritos en su memoria. Para los que tuvieron fe en la proximidad del Paraíso. Los que creyeron. Los que lo intentaron.
Frigorífico Bories*
Silencio sobre silencio en aquella oquedad tendida
como un cadáver.
Silencio total entre aquellos muros,
abandonados para siempre.
Vacío el recinto.
Quietud de tumba y olvido crudo.
Amurallado.
Lapidario.
Allí, aquel fósil de otro tiempo
-absolutamente desalojado-
oculta un rumor de obreros a gran distancia,
un asalto al poder después de todo,
un día solo y único,
con disparos y con héroes:
Parecido a la Revolución.
*el 23 de enero de 1919, obreros del frigorífico Bories de Puerto Natales -chile- protagonizaron un levantamiento armado, que desembocó en la toma de la pequeña ciudad por parte de los trabajadores, tras un enfrentamiento que dejó seis obreros y cuatro policías muertos. Luego de algunos días, tropas del Batallón Magallanes sofocaron la rebelión.
Estas palabras abren los sepulcros*
Estas palabras abren los sepulcros
y dejan huesos a la vista.
Osamentas, a plena luz del día,
reciben, por fin, el viento de las llanuras.
En la velocidad del aire
va el gesto despavorido
que aquí tapiaron.
Para horadar la mortaja de un silencio duro
fueron escritas en el territorio del viento,
definitivamente.
Estas palabras abren los sepulcros,
y un puñado de cadáveres ya está de regreso,
para decir, después de tanto,
a esta hora y en este sitio exacto
recibimos los tiros,
y el fuego donde ardemos para siempre.
*Poema escrito en memoria de los caídos en el asalto e incendio del local de la Federación Obrera de Magallanes, en julio de 1920.
La Huelga, 1921*
Puestas todas las cartas sobre la mesa,
y habiendo ladrado todos los perros del mal augurio,
la situación es ésta:
Los poderosos darán una guerra de verdad.
Habrá dolor y miedo inauditos en estos campos.
Listas negras. Manos en alto.
Manos atadas. Cuerpos a tierra.
Ejecuciones en el acto. Quema de cadáveres.
Fosas comunes.
Bayonetas caladas:
Habrá carneos en la llanura.
Los obreros, por su parte, de a caballo.
Huelga montada y con bandera al viento:
No saben nada de la guerra.
Sólo han matado corderos en las faenas;
matar a un hombre es otra cosa.
Sólo creen en la unidad y el galope.
-La huelga va a la grupa de un corazón
pacífico, después de todo-
Pronto sabrán que al paraíso en la tierra
no se llega a caballo.
*Año de la gran huelga de los trabajadores de las estancias ganaderas, en la Provincia de Santa Cruz, Patagonia argentina.
La Patagonia en llamas
*De 1916 a 1921 se registraron, en la patagonia, sucesivos y ascendentes movimientos huelguísticos, con epílogos cada vez más feroces, que aumentaron el rostro de la muerte en el territorio
Los poemas que siguen hablan un poco de aquellos hechos y de aquellos hombres humildes que quisieron alcanzar el sol con las manos, o tomar el cielo por asalto, al decir de Osvaldo Bayer. Fueron escritos en su memoria. Para los que tuvieron fe en la proximidad del Paraíso. Los que creyeron. Los que lo intentaron.
Frigorífico Bories*
Silencio sobre silencio en aquella oquedad tendida
como un cadáver.
Silencio total entre aquellos muros,
abandonados para siempre.
Vacío el recinto.
Quietud de tumba y olvido crudo.
Amurallado.
Lapidario.
Allí, aquel fósil de otro tiempo
-absolutamente desalojado-
oculta un rumor de obreros a gran distancia,
un asalto al poder después de todo,
un día solo y único,
con disparos y con héroes:
Parecido a la Revolución.
*el 23 de enero de 1919, obreros del frigorífico Bories de Puerto Natales -chile- protagonizaron un levantamiento armado, que desembocó en la toma de la pequeña ciudad por parte de los trabajadores, tras un enfrentamiento que dejó seis obreros y cuatro policías muertos. Luego de algunos días, tropas del Batallón Magallanes sofocaron la rebelión.
Estas palabras abren los sepulcros*
Estas palabras abren los sepulcros
y dejan huesos a la vista.
Osamentas, a plena luz del día,
reciben, por fin, el viento de las llanuras.
En la velocidad del aire
va el gesto despavorido
que aquí tapiaron.
Para horadar la mortaja de un silencio duro
fueron escritas en el territorio del viento,
definitivamente.
Estas palabras abren los sepulcros,
y un puñado de cadáveres ya está de regreso,
para decir, después de tanto,
a esta hora y en este sitio exacto
recibimos los tiros,
y el fuego donde ardemos para siempre.
*Poema escrito en memoria de los caídos en el asalto e incendio del local de la Federación Obrera de Magallanes, en julio de 1920.
La Huelga, 1921*
Puestas todas las cartas sobre la mesa,
y habiendo ladrado todos los perros del mal augurio,
la situación es ésta:
Los poderosos darán una guerra de verdad.
Habrá dolor y miedo inauditos en estos campos.
Listas negras. Manos en alto.
Manos atadas. Cuerpos a tierra.
Ejecuciones en el acto. Quema de cadáveres.
Fosas comunes.
Bayonetas caladas:
Habrá carneos en la llanura.
Los obreros, por su parte, de a caballo.
Huelga montada y con bandera al viento:
No saben nada de la guerra.
Sólo han matado corderos en las faenas;
matar a un hombre es otra cosa.
Sólo creen en la unidad y el galope.
-La huelga va a la grupa de un corazón
pacífico, después de todo-
Pronto sabrán que al paraíso en la tierra
no se llega a caballo.
*Año de la gran huelga de los trabajadores de las estancias ganaderas, en la Provincia de Santa Cruz, Patagonia argentina.
en viena...
PEQUEÑO VALS VIENÉS
En Viena hay diez muchachas,
un hombro donde solloza la muerte
y un bosque de palomas disecadas.
Hay un fragmento de la mañana
en el museo de la escarcha.
Hay un salón con mil ventanas.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals con la boca cerrada.
Este vals, este vals, este vals, este vals,
de sí, de muerte y de coñac
que moja su cola en el mar.
Te quiero, te quiero, te quiero,
con la butaca y el libro muerto,
por el melancólico pasillo,
en el oscuro desván del lirio,
en nuestra cama de la luna
y en la danza que sueña la tortuga.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals de quebrada cintura.
En Viena hay cuatro espejos
donde juegan tu boca y los ecos.
Hay una muerte para piano
que pinta de azul a los muchachos.
Hay mendigos por los tejados,
hay frescas guirnaldas de llanto.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals que se muere en mis brazos.
Porque te quiero, te quiero, amor mío,
en el desván donde juegan los niños,
soñando viejas luces de Hungría
por los rumores de la tarde tibia,
viendo ovejas y lirios de nieve
por el silencio oscuro de tu frente.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals, este vals del "Te quiero siempre".
En Viena bailaré contigo
con un disfraz que tenga
cabeza de río.
¡Mira qué orillas tengo de jacintos!
Dejaré mi boca entre tus piernas,
mi alma en fotografías y azucenas,
y en las ondas oscuras de tu andar
quiero, amor mío, amor mío, dejar,
violín y sepulcro, las cintas del vals
En Viena hay diez muchachas,
un hombro donde solloza la muerte
y un bosque de palomas disecadas.
Hay un fragmento de la mañana
en el museo de la escarcha.
Hay un salón con mil ventanas.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals con la boca cerrada.
Este vals, este vals, este vals, este vals,
de sí, de muerte y de coñac
que moja su cola en el mar.
Te quiero, te quiero, te quiero,
con la butaca y el libro muerto,
por el melancólico pasillo,
en el oscuro desván del lirio,
en nuestra cama de la luna
y en la danza que sueña la tortuga.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals de quebrada cintura.
En Viena hay cuatro espejos
donde juegan tu boca y los ecos.
Hay una muerte para piano
que pinta de azul a los muchachos.
Hay mendigos por los tejados,
hay frescas guirnaldas de llanto.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals que se muere en mis brazos.
Porque te quiero, te quiero, amor mío,
en el desván donde juegan los niños,
soñando viejas luces de Hungría
por los rumores de la tarde tibia,
viendo ovejas y lirios de nieve
por el silencio oscuro de tu frente.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals, este vals del "Te quiero siempre".
En Viena bailaré contigo
con un disfraz que tenga
cabeza de río.
¡Mira qué orillas tengo de jacintos!
Dejaré mi boca entre tus piernas,
mi alma en fotografías y azucenas,
y en las ondas oscuras de tu andar
quiero, amor mío, amor mío, dejar,
violín y sepulcro, las cintas del vals
La pintora surrealista Leonora Carrington fallece en México a los 94 años
La pintora surrealista Leonora Carrington fallece en México a los 94 años
Su amiga la escritora Elena Poniatowska ganó hace unos meses el premio Bibliteca Breve con un libro sobre su apasionante vida
SALVADOR CAMARENA - México - 26/05/2011
La pintora Leonora Carrington ha fallecido de una neumonía en un hospital de la ciudad de México a los 94 años. La surrealista Carrington convivió con nombres como André Breton, Pablo Picasso, Max Ernst, Salvador Dalí, Octavio Paz, Remedios Varo, Luis Buñuel y Joan Miró. Nacida en una familia de industriales textiles en Lancashire, Reino Unido, en 1917, vivía en el país norteamericano desde hace casi 70 años. La joven Leonora pasó por varias escuelas religiosas, pero no encajó en ninguna por su espíritu rebelde. Carrington estaba casada con Imre Weisz, fotógrafo de origen húngaro, con quien tuvo dos hijos.
Antes, la pintora y también escritora sostuvo una relación amorosa con Max Ernst (1891-1976), quien la llevó a vivir tres años a París, donde participó en 1938 en una magna exposición con otras figuras del movimiento. Poco después, los nazis invaden Francia y el pintor alemán es detenido y trasladado a un campo de concentración. Entonces ella, desesperada, huyó a España primero y luego a Lisboa, ciudad en la que conocería a un escritor mexicano, Renato Leduc, con quien se desposó y marchó a vivir a México en 1941. Solo dos años después se divorciaron.
La escritora Elena Poniatowska, su amiga durante más de 50 años, ganó hace unos meses el premio Bibliteca Breve 2011 de Seix Barral con un libro sobre la vida de la artista titulado Leonora. Cuando publicó su libro, Poniatowska -que la consideraba tan grande como Frida Kahlo- dijo que "a Leonora no le interesaba nada de lo que se escribía sobre ella". Incluso dudaba que su amiga fuera a leer la obr. La escritora contaba que a Carrington, cuando le hacían un homenaje, "la mataban" porque "la subían a un estrado", le hablaban de Max Ernst, "un tema del que ella está superaburrida", y encima no la dejaban fumar.
Solitaria y reservada
Mujer solitaria y muy reservada, Carrington le contó a su amiga vivencias aterradoras, como cuando ingresó en un manicomio en Santander porque había perdido la cabeza a raíz de que su amor, Max Ernst, fuera detenido en Francia y trasladado a un campo de concentración. Ella llegó a alquilar un apartamento cerca del campo de concentración para poder visitarlo.
"La novia del viento", como la llamaba Ernst, logró "desarrollar su lenguaje pictórico, determinado por diversos temas como el mito céltico, el simbolismo alquímico, el gnosticismo, la cábala, la psicología junguiana y el budismo tibetano", publicó en 2003 la revista Artstudio Magazine.
De ella dijo el Nobel mexicano Octavio Paz que era "un personaje delirante, maravilloso", "un poema que camina, que sonríe, que de repente abre una sombrilla que se convierte en un pájaro que se convierte después en pescado y desaparece", informa Efe.
Algunas de sus obras más conocidas son The Inn of the Dawn Horse (autorretrato), 1936-37; Green Tea, 1942; Temptation of St. Anthony, 1946; And Then We Saw the Daughter of the Minotaure, 1953; The Magus Zoroaster Meeting his Own Image in the Garden (Brothers in Babylone), 1960, y March Sunday, 1990. Mientras que entre sus libros destacan La Casa del miedo, Memoria oval, Memorias de abajo, La puerta de piedra, El séptimo caballo y La trompeta acústica.
Entre otros reconocimientos, la reina Isabel de Inglaterra la condecoró con la Orden del Imperio Británico. En 2005, cuando estaba a punto de cumplir 90 años, declaro: "La idea de pintar o escribir algo surge así nomás, como cocinar o coser algo. Es un momento y ya, viene de manera natural".
El pasado abril, en la apertura de una exposición de figuras de bronce de Carrington, su hijo Gabriel Weisz dijo que "hay un pensamiento sagrado que nada tiene que ver con la religión, ese pensamiento es el que brota en la pintura de Leonora. Es un sagrado invento que se acerca a la pasión de sentir y al descubrimiento de un ojo nuevo, el que tenemos escondido y hasta olvidado", según publicó La Jornada.
FUENTE: EL PAÍS.COM
lunes, 23 de mayo de 2011
domingo, 22 de mayo de 2011
la escritura del insecto: ... el hobby de la poesía...
la escritura del insecto: ... el hobby de la poesía...: "Yo no concibo la literatura como un desahogo sino como una inquietud instalada en el ser… problema que se hace minúsculo cuanto más control..."
sábado, 21 de mayo de 2011
jueves, 19 de mayo de 2011
notas // ensayos // javier galarza: MANDELSTAM / UN DIÁLOGO
notas // ensayos // javier galarza: MANDELSTAM / UN DIÁLOGO: "1. Desde la mañana, cuando somos un diálogo, mucho ha sabido el hombre, mas pronto seremos canto. — Hölderlin , Fiesta de la paz — El ca..."
lunes, 16 de mayo de 2011
alios ego vidi ventos alias prospexi animo precellas: Día 16 de mayo de 1973 - Wislawa Szymborska
alios ego vidi ventos alias prospexi animo precellas: Día 16 de mayo de 1973 - Wislawa Szymborska: "Día 16 de mayo de 1973 Una de esas muchas fechas que ya no me dicen nada. A dónde fui ese día, qué hice, no lo sé. Si en los alrededor..."
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alios ego vidi ventos alias prospexi animo precellas: Epilogo de Esculpiendo en el tiempo - Andrei Tarko...: "Una persona verdaderamente libre no puede ser libre en un sentido egoísta. La li..."
sobre etnocidios, "culturicidios", y los qom...
Los qom y la (nueva) decadencia de Occidente
Por Eduardo Grüner *
1 ¿Cuántas historias hay en la Historia? Desde 1492, una sola: se ha naturalizado que la Historia –y ni siquiera toda ella, sino la de las clases dominantes– de la humanidad es la historia de una pequeñísima porción de ella (véase cuánta superficie ocupa Europa en el mapamundi), y la de una concepción, o una “filosofía”, de la historia, que es muy, pero muy reciente (no más de 500 años: para la historia total de la humanidad, como decir hace cinco minutos). Con una típica operación de fetichismo ideológico, esa pequeña parte se ha transformado en el sentido común del todo. En nuestras escuelas secundarias, por ejemplo, se sigue enseñando la “Edad Media” como uno de los grandes períodos de la Historia: los grandes terratenientes y la servidumbre de la gleba, los conflictos de la aristocracia feudal con la monarquía centralizadora, los de esta última con el papado, las cruzadas y las guerras de religión, etcétera. Todas cosas, evidentemente, que no pueden faltar en la formación de un adolescente. Ahora bien: ¿qué diantres puede querer decir todo esto para los bantú del Africa subsahariana, para los chipaya del altiplano boliviano, para los tunguses de la estepa siberiana? Es decir –si continuáramos la lista de todas las sociedades y culturas históricas que no han atravesado aquellos procesos–, de algo así como el 90 por ciento de la humanidad (incluyendo a una buena parte de Europa, especialmente oriental, cuyo “feudalismo” fue radicalmente distinto del de Inglaterra o Francia). En fin, que una pequeñísima porción de esa humanidad, como decíamos, ha logrado construir la “evidencia” de que su historia es la Historia sin más. Esto solía tener un nombre prestigioso, más o menos acuñado por Gramsci: “Hegemonía cultural”. Semejante hegemonía –que afecta nada menos que a toda nuestra mismísima idea de la historia en su conjunto– sólo pudo imponerse gracias a la conquista y la colonización multisecular, que “redondeó” al mundo “bajo la mirada de Occidente” (para citar un famoso título de Joseph Conrad). A esta altura, ya no hace falta seguir argumentando el carácter genocida de esa (bien llamada) “empresa”: un genocidio “objetivo” que es el más gigantesco que haya conocido la historia humana, causando el desastre no sólo de un continente, sino de dos, ya que tal “empresa” incluyó asimismo la catástrofe demográfica de buena parte de Africa mediante la esclavitud. Pero quizá sí sea necesario seguir argumentando las diversas formas en que ello implicó también un no menos gigantesco etnocidio o “culturicidio”. También fueron “colonizadas”, y en muchos casos directamente “desaparecidas”, las otras lógicas históricas, culturales, económicas, políticas, religiosas, artísticas o poéticas que esa diversidad casi infinita de sociedades representaban. Esa primera “globalización” empobreció la variedad civilizatoria con su unificación forzada bajo la lógica hegemónica y bajo el tiempo “homogéneo y vacío” (diría Walter Benjamin) de la expansión mundializada del capital. Como afirma, si bien refiriéndose a la destrucción del politeísmo, Sergio Bergallo, en un notable libro titulado La destrucción de los dioses: “Milenios de sabiduría, de caminos abiertos para el género humano, fueron literalmente sepultados”.
2 Entre esos “caminos abiertos” ahora sepultados estaba, por supuesto, el de los qom/tobas, así como el de cientos y cientos de esos pueblos que, en efecto, estaban ab origem (en el comienzo). Allí había, por ejemplo, mitologías y cosmogonías que no por no responder al logos hoy totalmente tecnificado de la ciencia moderna dejaban de bucear en el sentido de un universo enigmático. Pero también había –porque para ellos formaba parte de una totalidad compleja y diversa pero integral– formas de producción, de cooperación social, de organización política y económica sustantivamente democráticas que incluían un profundo respeto por la tierra y la naturaleza, y que eran desde ya estructuralmente incompatibles con el avance del capital agrario transnacionalizado, de la invasión sojera, de la minería contaminante, de la especulación territorial y financiera global. Tenían que ser sepultadas, y lo fueron. Se perdió así un “modelo”, entre tantos otros posibles, radicalmente alternativo a “lo que hay”. Un modelo que –como explicaba el heterodoxo antropólogo francés Pierre Clastres– no es el de una sociedad sin política, sino el de una sociedad contra la política entendida como el gerenciamiento represivo de los negocios de las clases dominantes; no una sociedad sin “excedente de producción”, sino contra el excedente de producción que implica la mercantilización de todo lo existente y el consumismo desenfrenado. Que se nos entienda bien. No se trata de hacer demagogia romántica, de alucinar un retorno a algún paraíso del “buen salvaje” (que bien puede ser la versión “progre” del etnocentrismo colonial). Pero sí de entender, mediante el “caso” qom, tomándolo como “analizador”, que en nuestro planeta puede haber otras cosas que el “modelo” capitalista/neodesarrollista, que podrá tener algunas ventajas respecto del neoliberalismo conservador más (él sí) “salvaje”, pero que no por eso deja de pertenecer a la misma lógica de destrucción de lo que no se someta a ella. Las comunidades qom –así como tantas otras, insistimos– han perdido la mayor parte de sus tierras, han sido dispersadas, “desterritorializadas” (como gustan decir los “pensadores” posmodernos, creyendo que eso es siempre algo bueno; y quizá lo sea... en París), sus miembros se han visto obligados a “ingresar” al mercado de superexplotación de la fuerza de trabajo. Por la puerta más chica, claro: en general, pasando a formar parte de la ocupación “informal” (una palabra repugnante por su frivolidad: como si se dijera que se visten “informalmente”), es decir fuera del mundo, que todavía está rayana en cerca del 40 por ciento de la fuerza de trabajo. Eso, en el mejor de los casos; en el peor, condenados al hambre, la miseria, la desesperación dentro del (in)mundo. Y, como se ha visto en los últimos meses, al asesinato sumario. Caídos en lo peor de todos los infiernos: tras el despojo, el racismo, y tras este desclasamiento, aún antes de haber entrado a su nueva “clase”, y finalmente la liquidación física. El punto de cruce perfecto entre la “historia” de medio milenio de genocidio y la “modernidad” de la explotación clasista más actual. Lo de los qom no es una anécdota o un conflicto coyuntural: es un símbolo universal.
3 En este diario, en los últimos días, se publicaron dos muy atendibles artículos sobre el problema qom, a cargo de Washington Uranga y de Mempo Giardinelli. Son atendibles, entre otras razones, porque sus autores se declaran simpatizantes, en muchos aspectos, del actual gobierno argentino. Sin embargo, no retroceden ante el imperativo de una dura crítica a las máximas autoridades de ese gobierno por su silencio ante las justísimas demandas qom. Es un rasgo de encomiable consecuencia, o, como se decía en otras épocas, de coraje cívico. Demuestra que un intelectual puede y debe ir más allá de sus adhesiones inmediatas cuando hay que poner el dedo en una llaga dolorosa. Pero me permito, muy humildemente, proponer que hundamos el dedo a fondo. Hasta el codo. Y me temo que entonces tendríamos que decir algo bien antipático y aguafiestas: con cualquier variante del actual “modelo” de acumulación capitalista mundial –y nuestro país sigue estando, con sus peculiaridades, allí, ¿o no?–, el problema qom no tiene solución de fondo posible. Se puede, y se debe, pelear para que las autoridades nacionales los reciban, los escuchen, les den, sí, la razón que ya tienen, les devuelvan sus tierras, lo que fuera. Tal vez, incluso, todo eso se consiga –aunque habrá que luchar muchísimo–. Pero en algún momento nos encontraremos con un paredón infranqueable: en lo inmediato, será con el sistema de alianzas políticas y económicas que esas autoridades no parecen muy dispuestas a romper, incluyendo a alguna gobernación que es por lo menos políticamente responsable de los despojos y las muertes; en lo más mediato, con aquel “modelo” de acumulación que lleva inscriptos constitutivamente estos agujeros negros (el de los qom es sólo uno) que está “por naturaleza” incapacitado para clausurar. La “mancha” qom sobre la 9 de Julio es un corte a los entusiasmos desmesurados y acríticos. Es así. Habrá que hacerse cargo, y extraer las consecuencias que cada cual crea pertinentes.
4 En todo caso, hay una de esas consecuencias que ya no se puede ocultar más: el Occidente capitalista del cual seguimos, con los matices que se quieran, formando parte –no se ha escuchado todavía que el “modelo” contemple la alternativa de lo que Samir Amin llamaba la “desconexión”– está entrando en estado de crisis terminal, como se puede leer todos los días en las noticias europeas o norteamericanas. El colapso económico –que aceleradamente, también todos los días, precipita en la pobreza a las masas más desprotegidas de los imperios– se combina siniestramente con la exacerbación del racismo, frecuentemente homicida, contra la inmigración proveniente de aquellas otras “historias” que esos imperios fagocitaron. Ellos tienen sus propios qom. Mientras tanto, las cosas realmente interesantes, la posibilidad de nuevos “caminos abiertos”, también se está gestando en ese “afuera” de las otras historias, aun con todas sus contradicciones, incertidumbres, brumosidades: en las rebeliones del mundo árabe (que también son, o pueden devenir, rebeliones contra ese Occidente capitalista que durante décadas sostuvo a los déspotas sobre sus barriles de petróleo), o en los esfuerzos latinoamericanos –ante todo de los pueblos, más que de los gobiernos– por interrogar críticamente todo lo que en las últimas décadas parecía no tener vuelta, y por recuperar la multiplicidad de sus historias plurales. Tal vez el camino, alguna vez “abierto”, del Occidente único amo de la Historia haya empezado también a sepultarse, esta vez por sus propias manos. Ojalá –porque no es cuestión de celebrar ningún desastre de manera unilateral e irresponsable– que de ese hundimiento podamos rescatar los caminos que siempre permanecerán abiertos si sabemos recorrerlos a nuestra propia manera: los de Homero, Shakespeare, Miguel Angel o Beethoven, por decir algo. Y de los qom.
* Sociólogo, profesor de Teoría Política (UBA).
FUENTE: PÁGINA 12. SOCIEDAD.Lunes 16 de mayo de 2011.
Por Eduardo Grüner *
1 ¿Cuántas historias hay en la Historia? Desde 1492, una sola: se ha naturalizado que la Historia –y ni siquiera toda ella, sino la de las clases dominantes– de la humanidad es la historia de una pequeñísima porción de ella (véase cuánta superficie ocupa Europa en el mapamundi), y la de una concepción, o una “filosofía”, de la historia, que es muy, pero muy reciente (no más de 500 años: para la historia total de la humanidad, como decir hace cinco minutos). Con una típica operación de fetichismo ideológico, esa pequeña parte se ha transformado en el sentido común del todo. En nuestras escuelas secundarias, por ejemplo, se sigue enseñando la “Edad Media” como uno de los grandes períodos de la Historia: los grandes terratenientes y la servidumbre de la gleba, los conflictos de la aristocracia feudal con la monarquía centralizadora, los de esta última con el papado, las cruzadas y las guerras de religión, etcétera. Todas cosas, evidentemente, que no pueden faltar en la formación de un adolescente. Ahora bien: ¿qué diantres puede querer decir todo esto para los bantú del Africa subsahariana, para los chipaya del altiplano boliviano, para los tunguses de la estepa siberiana? Es decir –si continuáramos la lista de todas las sociedades y culturas históricas que no han atravesado aquellos procesos–, de algo así como el 90 por ciento de la humanidad (incluyendo a una buena parte de Europa, especialmente oriental, cuyo “feudalismo” fue radicalmente distinto del de Inglaterra o Francia). En fin, que una pequeñísima porción de esa humanidad, como decíamos, ha logrado construir la “evidencia” de que su historia es la Historia sin más. Esto solía tener un nombre prestigioso, más o menos acuñado por Gramsci: “Hegemonía cultural”. Semejante hegemonía –que afecta nada menos que a toda nuestra mismísima idea de la historia en su conjunto– sólo pudo imponerse gracias a la conquista y la colonización multisecular, que “redondeó” al mundo “bajo la mirada de Occidente” (para citar un famoso título de Joseph Conrad). A esta altura, ya no hace falta seguir argumentando el carácter genocida de esa (bien llamada) “empresa”: un genocidio “objetivo” que es el más gigantesco que haya conocido la historia humana, causando el desastre no sólo de un continente, sino de dos, ya que tal “empresa” incluyó asimismo la catástrofe demográfica de buena parte de Africa mediante la esclavitud. Pero quizá sí sea necesario seguir argumentando las diversas formas en que ello implicó también un no menos gigantesco etnocidio o “culturicidio”. También fueron “colonizadas”, y en muchos casos directamente “desaparecidas”, las otras lógicas históricas, culturales, económicas, políticas, religiosas, artísticas o poéticas que esa diversidad casi infinita de sociedades representaban. Esa primera “globalización” empobreció la variedad civilizatoria con su unificación forzada bajo la lógica hegemónica y bajo el tiempo “homogéneo y vacío” (diría Walter Benjamin) de la expansión mundializada del capital. Como afirma, si bien refiriéndose a la destrucción del politeísmo, Sergio Bergallo, en un notable libro titulado La destrucción de los dioses: “Milenios de sabiduría, de caminos abiertos para el género humano, fueron literalmente sepultados”.
2 Entre esos “caminos abiertos” ahora sepultados estaba, por supuesto, el de los qom/tobas, así como el de cientos y cientos de esos pueblos que, en efecto, estaban ab origem (en el comienzo). Allí había, por ejemplo, mitologías y cosmogonías que no por no responder al logos hoy totalmente tecnificado de la ciencia moderna dejaban de bucear en el sentido de un universo enigmático. Pero también había –porque para ellos formaba parte de una totalidad compleja y diversa pero integral– formas de producción, de cooperación social, de organización política y económica sustantivamente democráticas que incluían un profundo respeto por la tierra y la naturaleza, y que eran desde ya estructuralmente incompatibles con el avance del capital agrario transnacionalizado, de la invasión sojera, de la minería contaminante, de la especulación territorial y financiera global. Tenían que ser sepultadas, y lo fueron. Se perdió así un “modelo”, entre tantos otros posibles, radicalmente alternativo a “lo que hay”. Un modelo que –como explicaba el heterodoxo antropólogo francés Pierre Clastres– no es el de una sociedad sin política, sino el de una sociedad contra la política entendida como el gerenciamiento represivo de los negocios de las clases dominantes; no una sociedad sin “excedente de producción”, sino contra el excedente de producción que implica la mercantilización de todo lo existente y el consumismo desenfrenado. Que se nos entienda bien. No se trata de hacer demagogia romántica, de alucinar un retorno a algún paraíso del “buen salvaje” (que bien puede ser la versión “progre” del etnocentrismo colonial). Pero sí de entender, mediante el “caso” qom, tomándolo como “analizador”, que en nuestro planeta puede haber otras cosas que el “modelo” capitalista/neodesarrollista, que podrá tener algunas ventajas respecto del neoliberalismo conservador más (él sí) “salvaje”, pero que no por eso deja de pertenecer a la misma lógica de destrucción de lo que no se someta a ella. Las comunidades qom –así como tantas otras, insistimos– han perdido la mayor parte de sus tierras, han sido dispersadas, “desterritorializadas” (como gustan decir los “pensadores” posmodernos, creyendo que eso es siempre algo bueno; y quizá lo sea... en París), sus miembros se han visto obligados a “ingresar” al mercado de superexplotación de la fuerza de trabajo. Por la puerta más chica, claro: en general, pasando a formar parte de la ocupación “informal” (una palabra repugnante por su frivolidad: como si se dijera que se visten “informalmente”), es decir fuera del mundo, que todavía está rayana en cerca del 40 por ciento de la fuerza de trabajo. Eso, en el mejor de los casos; en el peor, condenados al hambre, la miseria, la desesperación dentro del (in)mundo. Y, como se ha visto en los últimos meses, al asesinato sumario. Caídos en lo peor de todos los infiernos: tras el despojo, el racismo, y tras este desclasamiento, aún antes de haber entrado a su nueva “clase”, y finalmente la liquidación física. El punto de cruce perfecto entre la “historia” de medio milenio de genocidio y la “modernidad” de la explotación clasista más actual. Lo de los qom no es una anécdota o un conflicto coyuntural: es un símbolo universal.
3 En este diario, en los últimos días, se publicaron dos muy atendibles artículos sobre el problema qom, a cargo de Washington Uranga y de Mempo Giardinelli. Son atendibles, entre otras razones, porque sus autores se declaran simpatizantes, en muchos aspectos, del actual gobierno argentino. Sin embargo, no retroceden ante el imperativo de una dura crítica a las máximas autoridades de ese gobierno por su silencio ante las justísimas demandas qom. Es un rasgo de encomiable consecuencia, o, como se decía en otras épocas, de coraje cívico. Demuestra que un intelectual puede y debe ir más allá de sus adhesiones inmediatas cuando hay que poner el dedo en una llaga dolorosa. Pero me permito, muy humildemente, proponer que hundamos el dedo a fondo. Hasta el codo. Y me temo que entonces tendríamos que decir algo bien antipático y aguafiestas: con cualquier variante del actual “modelo” de acumulación capitalista mundial –y nuestro país sigue estando, con sus peculiaridades, allí, ¿o no?–, el problema qom no tiene solución de fondo posible. Se puede, y se debe, pelear para que las autoridades nacionales los reciban, los escuchen, les den, sí, la razón que ya tienen, les devuelvan sus tierras, lo que fuera. Tal vez, incluso, todo eso se consiga –aunque habrá que luchar muchísimo–. Pero en algún momento nos encontraremos con un paredón infranqueable: en lo inmediato, será con el sistema de alianzas políticas y económicas que esas autoridades no parecen muy dispuestas a romper, incluyendo a alguna gobernación que es por lo menos políticamente responsable de los despojos y las muertes; en lo más mediato, con aquel “modelo” de acumulación que lleva inscriptos constitutivamente estos agujeros negros (el de los qom es sólo uno) que está “por naturaleza” incapacitado para clausurar. La “mancha” qom sobre la 9 de Julio es un corte a los entusiasmos desmesurados y acríticos. Es así. Habrá que hacerse cargo, y extraer las consecuencias que cada cual crea pertinentes.
4 En todo caso, hay una de esas consecuencias que ya no se puede ocultar más: el Occidente capitalista del cual seguimos, con los matices que se quieran, formando parte –no se ha escuchado todavía que el “modelo” contemple la alternativa de lo que Samir Amin llamaba la “desconexión”– está entrando en estado de crisis terminal, como se puede leer todos los días en las noticias europeas o norteamericanas. El colapso económico –que aceleradamente, también todos los días, precipita en la pobreza a las masas más desprotegidas de los imperios– se combina siniestramente con la exacerbación del racismo, frecuentemente homicida, contra la inmigración proveniente de aquellas otras “historias” que esos imperios fagocitaron. Ellos tienen sus propios qom. Mientras tanto, las cosas realmente interesantes, la posibilidad de nuevos “caminos abiertos”, también se está gestando en ese “afuera” de las otras historias, aun con todas sus contradicciones, incertidumbres, brumosidades: en las rebeliones del mundo árabe (que también son, o pueden devenir, rebeliones contra ese Occidente capitalista que durante décadas sostuvo a los déspotas sobre sus barriles de petróleo), o en los esfuerzos latinoamericanos –ante todo de los pueblos, más que de los gobiernos– por interrogar críticamente todo lo que en las últimas décadas parecía no tener vuelta, y por recuperar la multiplicidad de sus historias plurales. Tal vez el camino, alguna vez “abierto”, del Occidente único amo de la Historia haya empezado también a sepultarse, esta vez por sus propias manos. Ojalá –porque no es cuestión de celebrar ningún desastre de manera unilateral e irresponsable– que de ese hundimiento podamos rescatar los caminos que siempre permanecerán abiertos si sabemos recorrerlos a nuestra propia manera: los de Homero, Shakespeare, Miguel Angel o Beethoven, por decir algo. Y de los qom.
* Sociólogo, profesor de Teoría Política (UBA).
FUENTE: PÁGINA 12. SOCIEDAD.Lunes 16 de mayo de 2011.
domingo, 15 de mayo de 2011
el placard: EL APELLIDO - NICOLÁS GUILLÉN
el placard: EL APELLIDO - NICOLÁS GUILLÉN: "Elegía familiar I Desde la escuela y aún antes ... Desde el alba, cuando apenas era una brizna yo de sueño y llanto, desde enton..."
laguna naineck, el pueblo de mi familia en formosa
sábado, 14 de mayo de 2011
carta abierta de un premio nobel a otro premio nobel
Estimado Barack:
Al dirigirte esta carta lo hago fraternalmente y a la vez para expresarte la preocupación e indignación de ver cómo la destrucción y muerte sembradas en varios países, en nombre de la “libertad y la democracia”, dos palabras prostituidas y vaciadas de contenido, terminan justificando el asesinato y es festejado como si se tratase de un acontecimiento deportivo.
Indignación por la actitud de sectores de la población de los EE.UU., de jefes de Estado europeos y de otros países que salieron a apoyar el asesinato de Bin Laden, ordenado por tu gobierno y tu complacencia en nombre de una supuesta justicia.
No buscaron detenerlo y juzgarlo por los crímenes supuestamente cometidos, lo que genera mayor duda; el objetivo fue asesinarlo.
Los muertos no hablan, y ante el miedo a que el ajusticiado pudiera decir cosas no convenientes para los EE.UU., la salida fue el asesinato y asegurar que “muerto el perro se terminó la rabia”, sin tener en cuenta que no hacen otra cosa que incrementarla.
Cuando te otorgaron el Premio Nobel de la Paz, del cual somos depositarios, te envié una carta que decía: “Barack, me sorprendió mucho que te hayan otorgado el Nobel de la Paz, pero ahora que lo tienes debes ponerlo al servicio de la paz entre los pueblos; tienes toda la posibilidad de hacerlo, de terminar las guerras y comenzar a revertir la grave situación que vive tu país y el mundo”.
Sin embargo has incrementado el odio y traicionado los principios asumidos en la campaña electoral ante tu pueblo, como poner fin a las guerras en Afganistán e Irak y cerrar las cárceles en Guantánamo y Abu Graib en Irak. Nada de eso has logrado hacer; por el contrario, decides comenzar otra guerra contra Libia, apoyada por la OTAN y la vergonzosa resolución de las Naciones Unidas de apoyarla; cuando ese alto organismo, empequeñecido y sin pensamiento propio, ha perdido el rumbo y está sometido a las veleidades e intereses de las potencias dominantes.
La base fundacional de la ONU es la defensa y promoción de la paz y dignidad entre los pueblos. Su preámbulo dice: “Nosotros los pueblos del mundo…”, hoy ausentes de ese alto organismo.
Quiero recordar a un místico y maestro que tiene en mi vida una gran influencia, el monje trapense de la Abadía de Getsemaní en Kentucky, Tomás Merton, quien dice: “La mayor necesidad de nuestro tiempo es limpiar la enorme masa de basura mental y emocional que atasca nuestras mentes y convierte toda vida política y social en una enfermedad de masas. Sin esa limpieza doméstica no podemos comenzar a ver. Si no vemos no podemos pensar”.
Eras muy joven Barack durante la Guerra de Vietnam; tal vez no recuerdes la lucha del pueblo norteamericano por oponerse a la guerra.
Los muertos, heridos y mutilados en Vietnam hasta el día de hoy sufren sus consecuencias.
Tomás Merton decía –frente a un matasellos del correo que acababa de llegar, The U.S. Army, key to peace, “El ejército estadounidense, clave de la paz”–: ningún ejército es clave de la paz. Ninguna nación tiene la clave de nada que no sea la guerra. El poder no tiene nada que ver con la paz. Cuando más aumentan los hombres el poder militar, más violan la paz y la destruyen.
He compartido y acompañado a los veteranos de guerra de Vietnam, en particular a Brian Wilson y sus compañeros, quienes fueron víctimas de esa guerra y de todas las guerras.
La vida tiene ese no sé qué de lo imprevisto y sorprendente, de la fragancia y belleza que Dios nos dio para toda la humanidad y que debemos proteger para dejar a las generaciones futuras una vida más justa y fraterna; restablecer el equilibrio con la Madre Tierra.
Si no reaccionamos para cambiar la situación actual de la soberbia suicida, arrastrando a los pueblos a recovecos profundos donde muere la esperanza, será difícil salir y ver la luz. La humanidad merece un destino mejor.
Sabes que la esperanza es como el loto que crece en el fango y florece en todo su esplendor mostrando su belleza. Leopoldo Marechal, ese gran escritor argentino, decía que “del laberinto se sale por arriba”.
Y creo, Barack, que después de seguir tu ruta equivocando caminos, te encuentras en un laberinto sin poder encontrar la salida y te entierras más y más en la violencia, en la incertidumbre, devorado por el poder de dominación, arrastrado por las grandes corporaciones, el complejo industrial militar, y crees tener el poder que todo lo puede y que el mundo está a los pies de los EE.UU. porque impone la fuerza de las armas, e invades países con total impunidad. Es una realidad dolorosa, pero también existe la resistencia de los pueblos que no claudican frente a los poderosos.
Son tan largas las atrocidades cometidas por tu país en el mundo que daría tema para largo, es un desafío para los historiadores que tendrán que investigar y saber de los comportamientos, política, grandeza y pequeñeces que han llevado a EE.UU. al monocultivo de las mentes que no le permite ver otras realidades.
A Bin Laden, supuesto autor ideológico del ataque a las Torres Gemelas, lo identifican como el Satán encarnado que aterrorizaba al mundo y la propaganda de tu gobierno lo señalaba como el “eje del mal”, y eso le ha servido para declarar las guerras deseadas que el complejo industrial militar necesita para colocar sus productos de muerte.
Sabes que investigadores del trágico 11 de septiembre señalan que el atentado tiene mucho de “autogolpe”, como el avión contra el Pentágono y el vaciamiento anterior de las oficinas de las Torres; atentado que dio motivo para desatar la guerra contra Irak y Afganistán y ahora contra Libia; argumentando en la mentira y la soberbia del poder que todo lo hacen para salvar al pueblo, en nombre de “la libertad y defensa de la democracia”, con el cinismo de decir que la muerte de mujeres y niños son “daños colaterales”. Eso lo viví en Irak, en Bagdad con los bombardeos a la ciudad y el hospital pediátrico, y en el refugio de niños que fueron víctimas de esos “daños colaterales”.
La palabra vaciada de valores y contenido, por lo que al asesinato lo llamas muerte y dices que por fin EE.UU. ha “muerto” a Bin Laden. No trato de justificarlo bajo ningún concepto, estoy en contra de todo terrorismo, tanto de esos grupos armados, como del terrorismo de Estado que tu país ejerce en diversas partes del mundo apoyando a dictadores, imponiendo bases militares e intervenciones armadas, ejerciendo la violencia para mantenerse por el terror en el eje del poder mundial. ¿Hay un solo “eje del mal”? ¿Cómo lo llamarías?
¿Será por ese motivo que el pueblo de los EE.UU. vive con tanto miedo a las represalias de quienes llaman el “eje del mal”? El simplismo e hipocresía de justificar lo injustificable.
La paz es una dinámica de vida en las relaciones entre las personas y los pueblos; es un desafío a la conciencia de la humanidad; su camino es trabajoso, cotidiano y esperanzador, donde los pueblos son constructores de su propia vida y de su propia historia. La paz no se regala, se construye, y eso es lo que te falta, muchacho: coraje para asumir la responsabilidad histórica con tu pueblo y la humanidad.
No puedes vivir en el laberinto del miedo y la dominación de quienes gobiernan los EE.UU., desconociendo los tratados internacionales, los pactos y protocolos, de gobiernos que firman pero no ratifican nada y no cumplen ninguno de los acuerdos, pero hablan en nombre de la libertad y el derecho.
¿Cómo puedes hablar de la paz si no quieres cumplir con nada, salvo los intereses de tu país?
¿Cómo puedes hablar de la libertad cuando tienes en las cárceles a prisioneros inocentes, en Guantánamo, en los EE.UU., en las cárceles de Irak, como la de Abu Graib, y en Afganistán?
¿Cómo puedes hablar de los derechos humanos y la dignidad de los pueblos cuando los violas permanentemente y bloqueas a quienes no comparten tu ideología y deben soportar tus abusos?
¿Cómo puedes enviar fuerzas militares a Haití después del devastador terremoto y no ayuda humanitaria a ese sufrido pueblo?
¿Cómo puedes hablar de libertad cuando masacras a los pueblos del Medio Oriente y propagas guerras y torturas, en conflictos interminables que desangran a los palestinos e israelíes?
Barack: mira para arriba de tu laberinto, puedes encontrar la estrella que te guíe, aunque sepas que nunca podrás alcanzarla, como bien lo dice Eduardo Galeano.
Busca ser coherente entre lo que dices y haces, es la única forma de no perder el rumbo. Es un desafío de la vida.
El Nobel de la Paz es un instrumento al servicio de los pueblos, nunca para la vanidad personal.
Te deseo mucha fuerza y esperanza, y esperamos que tengas el coraje de corregir el camino y encontrar la sabiduría de la paz.
Buenos Aires, 5 de mayo de 2011
Un día como hoy, hace 34 años, volví a la vida; tuve un vuelo de la muerte durante la dictadura militar argentina apoyada por los EE.UU., y gracias a Dios sobreviví y tuve que salir por arriba del laberinto de la desesperación, y descubrir en las estrellas el camino para poder decir, como el profeta: “La hora más oscura es cuando comienza el amanecer”.
Fuente: Perfil
Al dirigirte esta carta lo hago fraternalmente y a la vez para expresarte la preocupación e indignación de ver cómo la destrucción y muerte sembradas en varios países, en nombre de la “libertad y la democracia”, dos palabras prostituidas y vaciadas de contenido, terminan justificando el asesinato y es festejado como si se tratase de un acontecimiento deportivo.
Indignación por la actitud de sectores de la población de los EE.UU., de jefes de Estado europeos y de otros países que salieron a apoyar el asesinato de Bin Laden, ordenado por tu gobierno y tu complacencia en nombre de una supuesta justicia.
No buscaron detenerlo y juzgarlo por los crímenes supuestamente cometidos, lo que genera mayor duda; el objetivo fue asesinarlo.
Los muertos no hablan, y ante el miedo a que el ajusticiado pudiera decir cosas no convenientes para los EE.UU., la salida fue el asesinato y asegurar que “muerto el perro se terminó la rabia”, sin tener en cuenta que no hacen otra cosa que incrementarla.
Cuando te otorgaron el Premio Nobel de la Paz, del cual somos depositarios, te envié una carta que decía: “Barack, me sorprendió mucho que te hayan otorgado el Nobel de la Paz, pero ahora que lo tienes debes ponerlo al servicio de la paz entre los pueblos; tienes toda la posibilidad de hacerlo, de terminar las guerras y comenzar a revertir la grave situación que vive tu país y el mundo”.
Sin embargo has incrementado el odio y traicionado los principios asumidos en la campaña electoral ante tu pueblo, como poner fin a las guerras en Afganistán e Irak y cerrar las cárceles en Guantánamo y Abu Graib en Irak. Nada de eso has logrado hacer; por el contrario, decides comenzar otra guerra contra Libia, apoyada por la OTAN y la vergonzosa resolución de las Naciones Unidas de apoyarla; cuando ese alto organismo, empequeñecido y sin pensamiento propio, ha perdido el rumbo y está sometido a las veleidades e intereses de las potencias dominantes.
La base fundacional de la ONU es la defensa y promoción de la paz y dignidad entre los pueblos. Su preámbulo dice: “Nosotros los pueblos del mundo…”, hoy ausentes de ese alto organismo.
Quiero recordar a un místico y maestro que tiene en mi vida una gran influencia, el monje trapense de la Abadía de Getsemaní en Kentucky, Tomás Merton, quien dice: “La mayor necesidad de nuestro tiempo es limpiar la enorme masa de basura mental y emocional que atasca nuestras mentes y convierte toda vida política y social en una enfermedad de masas. Sin esa limpieza doméstica no podemos comenzar a ver. Si no vemos no podemos pensar”.
Eras muy joven Barack durante la Guerra de Vietnam; tal vez no recuerdes la lucha del pueblo norteamericano por oponerse a la guerra.
Los muertos, heridos y mutilados en Vietnam hasta el día de hoy sufren sus consecuencias.
Tomás Merton decía –frente a un matasellos del correo que acababa de llegar, The U.S. Army, key to peace, “El ejército estadounidense, clave de la paz”–: ningún ejército es clave de la paz. Ninguna nación tiene la clave de nada que no sea la guerra. El poder no tiene nada que ver con la paz. Cuando más aumentan los hombres el poder militar, más violan la paz y la destruyen.
He compartido y acompañado a los veteranos de guerra de Vietnam, en particular a Brian Wilson y sus compañeros, quienes fueron víctimas de esa guerra y de todas las guerras.
La vida tiene ese no sé qué de lo imprevisto y sorprendente, de la fragancia y belleza que Dios nos dio para toda la humanidad y que debemos proteger para dejar a las generaciones futuras una vida más justa y fraterna; restablecer el equilibrio con la Madre Tierra.
Si no reaccionamos para cambiar la situación actual de la soberbia suicida, arrastrando a los pueblos a recovecos profundos donde muere la esperanza, será difícil salir y ver la luz. La humanidad merece un destino mejor.
Sabes que la esperanza es como el loto que crece en el fango y florece en todo su esplendor mostrando su belleza. Leopoldo Marechal, ese gran escritor argentino, decía que “del laberinto se sale por arriba”.
Y creo, Barack, que después de seguir tu ruta equivocando caminos, te encuentras en un laberinto sin poder encontrar la salida y te entierras más y más en la violencia, en la incertidumbre, devorado por el poder de dominación, arrastrado por las grandes corporaciones, el complejo industrial militar, y crees tener el poder que todo lo puede y que el mundo está a los pies de los EE.UU. porque impone la fuerza de las armas, e invades países con total impunidad. Es una realidad dolorosa, pero también existe la resistencia de los pueblos que no claudican frente a los poderosos.
Son tan largas las atrocidades cometidas por tu país en el mundo que daría tema para largo, es un desafío para los historiadores que tendrán que investigar y saber de los comportamientos, política, grandeza y pequeñeces que han llevado a EE.UU. al monocultivo de las mentes que no le permite ver otras realidades.
A Bin Laden, supuesto autor ideológico del ataque a las Torres Gemelas, lo identifican como el Satán encarnado que aterrorizaba al mundo y la propaganda de tu gobierno lo señalaba como el “eje del mal”, y eso le ha servido para declarar las guerras deseadas que el complejo industrial militar necesita para colocar sus productos de muerte.
Sabes que investigadores del trágico 11 de septiembre señalan que el atentado tiene mucho de “autogolpe”, como el avión contra el Pentágono y el vaciamiento anterior de las oficinas de las Torres; atentado que dio motivo para desatar la guerra contra Irak y Afganistán y ahora contra Libia; argumentando en la mentira y la soberbia del poder que todo lo hacen para salvar al pueblo, en nombre de “la libertad y defensa de la democracia”, con el cinismo de decir que la muerte de mujeres y niños son “daños colaterales”. Eso lo viví en Irak, en Bagdad con los bombardeos a la ciudad y el hospital pediátrico, y en el refugio de niños que fueron víctimas de esos “daños colaterales”.
La palabra vaciada de valores y contenido, por lo que al asesinato lo llamas muerte y dices que por fin EE.UU. ha “muerto” a Bin Laden. No trato de justificarlo bajo ningún concepto, estoy en contra de todo terrorismo, tanto de esos grupos armados, como del terrorismo de Estado que tu país ejerce en diversas partes del mundo apoyando a dictadores, imponiendo bases militares e intervenciones armadas, ejerciendo la violencia para mantenerse por el terror en el eje del poder mundial. ¿Hay un solo “eje del mal”? ¿Cómo lo llamarías?
¿Será por ese motivo que el pueblo de los EE.UU. vive con tanto miedo a las represalias de quienes llaman el “eje del mal”? El simplismo e hipocresía de justificar lo injustificable.
La paz es una dinámica de vida en las relaciones entre las personas y los pueblos; es un desafío a la conciencia de la humanidad; su camino es trabajoso, cotidiano y esperanzador, donde los pueblos son constructores de su propia vida y de su propia historia. La paz no se regala, se construye, y eso es lo que te falta, muchacho: coraje para asumir la responsabilidad histórica con tu pueblo y la humanidad.
No puedes vivir en el laberinto del miedo y la dominación de quienes gobiernan los EE.UU., desconociendo los tratados internacionales, los pactos y protocolos, de gobiernos que firman pero no ratifican nada y no cumplen ninguno de los acuerdos, pero hablan en nombre de la libertad y el derecho.
¿Cómo puedes hablar de la paz si no quieres cumplir con nada, salvo los intereses de tu país?
¿Cómo puedes hablar de la libertad cuando tienes en las cárceles a prisioneros inocentes, en Guantánamo, en los EE.UU., en las cárceles de Irak, como la de Abu Graib, y en Afganistán?
¿Cómo puedes hablar de los derechos humanos y la dignidad de los pueblos cuando los violas permanentemente y bloqueas a quienes no comparten tu ideología y deben soportar tus abusos?
¿Cómo puedes enviar fuerzas militares a Haití después del devastador terremoto y no ayuda humanitaria a ese sufrido pueblo?
¿Cómo puedes hablar de libertad cuando masacras a los pueblos del Medio Oriente y propagas guerras y torturas, en conflictos interminables que desangran a los palestinos e israelíes?
Barack: mira para arriba de tu laberinto, puedes encontrar la estrella que te guíe, aunque sepas que nunca podrás alcanzarla, como bien lo dice Eduardo Galeano.
Busca ser coherente entre lo que dices y haces, es la única forma de no perder el rumbo. Es un desafío de la vida.
El Nobel de la Paz es un instrumento al servicio de los pueblos, nunca para la vanidad personal.
Te deseo mucha fuerza y esperanza, y esperamos que tengas el coraje de corregir el camino y encontrar la sabiduría de la paz.
Buenos Aires, 5 de mayo de 2011
Un día como hoy, hace 34 años, volví a la vida; tuve un vuelo de la muerte durante la dictadura militar argentina apoyada por los EE.UU., y gracias a Dios sobreviví y tuve que salir por arriba del laberinto de la desesperación, y descubrir en las estrellas el camino para poder decir, como el profeta: “La hora más oscura es cuando comienza el amanecer”.
Fuente: Perfil
Letras que letran lo iletrable: Entrevista a Natalia Litvinova en Revista Ping-Pon...
Letras que letran lo iletrable: Entrevista a Natalia Litvinova en Revista Ping-Pon...: "Revista Ping Pong- Como abandonaste Bielorrusia con apenas diez años, sentimos que tu infancia pertenece a Rusia. ¿Cómo fue llegar a Bue..."
viernes, 13 de mayo de 2011
jueves, 12 de mayo de 2011
miércoles, 11 de mayo de 2011
entrevista a la poeta maritza kusanovic vargas...
Habladurías con Maritza KusanovicPoesía, con uñas y dientes apretadosCon la poesía en el alma, Maritza Kusanovic vive cada día de su existencia. Vino a nuestra provincia con sólo siete años y cuando aún no sabía leer ni escribir, pero enseguida aprendió y a partir de entonces, nunca dejó de escribir ni de leer para seguir enriqueciéndose. Hullablanca es uno de los trabajos que mejor recepción ha tenido y que nació durante la crisis vivida en nuestro país a fines de la década del noventa. La siguiente es una charla extensa, en donde hablamos realmente de todo.Habladurías
| Domingo 8 de Mayo de 2011
Para contactos con Maritza Kusanovic: maritza.kusanovic@gmail.com.
1 de 6 Es una mujer muy querida en el ambiente literario de la Patagonia. Ha participado en los más diversos encuentros y su voz ha quedado registrada en la memoria de más de una persona que la ha escuchado recitar.
Con Maritza Kusanovic nos sentamos a conversar durante la semana en una confitería de nuestra ciudad. Café de por medio, el diálogo se fue abriendo de a poco, hasta que fueron surgiendo espontáneamente diversos temas más allá de la literatura. Parece una persona con mucha sensibilidad, aunque también con una mirada muy interesante sobre algunos aspectos sociales de la humanidad. Que lo disfruten.
DE PUNTA ARENAS A SANTA CRUZ
Maritza nació en esa ciudad austral, aunque de muy pequeña con su familia vino a vivir a nuestra provincia. Comenzamos hablando de sus recuerdos de la infancia y de todo aquello que se viene a la memoria cuando se disparan imágenes de su niñez.
LOA: ¿Desde qué año vivís en la provincia?
Maritza Kusanovic: Mi familia se radicó en la provincia unos meses antes del golpe militar en Chile en 1973. Vivimos primero en San Julián; a los 14 años yo me fui a Punta Arenas a estudiar el secundario y cuando regresé, mi familia estaba instalada en Río Gallegos.
LOA: ¿Qué recordás de tu infancia en Punta Arenas?
MK: La familia que quedó allá, abuelos y tíos. Luego recuerdo el fracaso en el aprendizaje escolar; llegué a la Argentina sin saber leer. Supuestamente había pasado a segundo, pero debí recursar primer grado. Sospecho que debo haber sufrido algún problema de dislexia; que aún hoy me salta cuando escribo en el teclado. Me costó mucho aprender a leer. Y a mi padre le molestaba bastante, siendo él un fanático de la lectura.
LOA: ¿Fue un verdadero problema para vos?
MK: Sí, lo fue, porque aún siendo pequeña te das cuenta de que el resto va avanzando y vos no. Y siendo tímida, recuerdo la vergüenza que eso también me producía.
LOA: No sentiste desarraigo, aunque es cierto que eras jovencita…
MK: No lo sentí porque seguimos viajando a visitar a la familia. Además con los años hice amistades en la política y en las letras; gente con la cual cada tanto me sigo encontrando.
LOA: ¿Qué imágenes son más recurrentes cuando pensás en tu infancia?
MK: El espacio. En San Julián vivimos en una antigua casa de la empresa Argensud con un enorme patio, donde se encontraban apilados fardos y montañas de carbón, donde trabajaban los empleados y entraban y salían camiones de reparto. Ese patio era la inmensidad para mis hermanos y para mí. No me imagino vivir en departamentos, prescindiendo de un patio. La otra imagen son las luces de la ciudad; cuando llegamos a la Argentina me fascinó el alumbrado público de Río Gallegos; ocurre que la iluminación de las ciudades argentinas es muy diferente a las de las ciudades chilenas; Punta Arenas era y es menos iluminada. Muchos años después paseaba a una sobrina de Chile por avenida San Martín y ella no dejaba de decirme ‘¡qué bonitas las luces tía, qué bonitas las luces!’, eso me produjo un efecto reflejo emocionante. Es bueno tener conciencia de esto; la belleza de las luces comparadas con otros lugares.
LOA: Entonces, ¿cómo dirías que fue tu infancia?
MK: Mi infancia fue muy tranquila. Yo era muy retraída. Me recuerdo encerrada en mi cuarto escribiendo y dibujando mucho. A los nueve años empecé a escribir y leí alguna vez en actos del colegio. Empiezo a adquirir mayor carácter y personalidad después de cursar la secundaria. Y mucho más cuando empiezo a recorrer Patagonia con mi poesía. El encuentro con otros poetas y con el público te hace evolucionar.
LOA: Precisamente, ¿cómo es ese combate, el de la poesía con la sociedad a la que siempre le está diciendo cosas?
MK: Hay un intercambio. El intercambio se produce en los diferentes eventos y diversos lugares. Algunos encuentros me llaman la atención por la cantidad de público concurrente; dispuesto a escuchar la lectura. Uno de esos lugares fue Río Grande, en los encuentros “Y vino la palabra” que realizaba Julio Leite convocando a poetas de toda la Patagonia. Hacía una especie de peñas donde se mezclaban músicos y poetas de la región compartiendo el escenario. Y luego, siempre alguna persona se te acercaba para conversar sobre tu poesía o en el caso de los músicos, para hablar sobre sus temas musicales. Y lo más interesante es la interpretación de la gente común; eso que tu escritura dispara en ellos y muchas veces es algo distinto a las intenciones del autor. La interpretación del lector o del oyente (no escritor) es lo más interesante en la actividad de las letras. En Comodoro Rivadavia, el grupo “Peces del Desierto” publica placas con poesía de autores patagónicos y luego realiza la lectura de los poemas en su ciudad; hace unos meses fue publicado Jorge Curinao y estuvo leyendo en esa ciudad; yo fui a la última presentación como espectadora para ver y escuchar a unos entrañables amigos: Macky Corvalán, Noelia González, Andrés Cursaro y Hugo Carranza. Y puedo contarles que lo interesante de toda esa movida cultural es la cantidad de público que se reúne para escuchar a los poetas. Había más de 160 personas sentadas, más alguna gente de pie. Un público que no es escritor, sino que gusta de la lectura de la poesía.
LA IMPORTANCIA DE LA ORALIDAD EN LOS POEMAS
Se acostumbra a leer, pero no en voz alta los poemas. Lo cual importa y hace también a la construcción de una poesía. En este sentido, nos habían contado que Maritza lee muy bien sus poemas y genera el gancho que se necesita para que la gente siga un poema con atención, veamos qué piensa al respecto…
MK: Cuando debo leer, sólo existe el micrófono y el poema en el papel. No me preocupo de cuánta gente haya, si me están mirando o están distraídos. Es el instante del poema y yo nuevamente. Estoy sola con el escrito.
Creo que hace falta desarrollar mucho más ese ejercicio; me parece que aquí tendría que dársele más importancia a la lectura en público. Es en esta práctica donde se aprende el manejo de la voz; el volumen; la intensidad; los tonos. Vas aprendiendo a sentir también al público; intuyendo a través de su silencio oyente; sintiendo su atención o su desatención.
LOA: ¿No es una forma de liberar al poema? Porque encerrado en uno mismo puede no terminar de encontrarle esos aspectos al texto escrito…
MK: La publicación es una liberación; la lectura es otra; con ellas se logra la devolución. Yo leí en Esquel un trabajo que se llamaba “La ruta del nombre” y que fue muy bien recibido por el público en aquella lectura. Su sentido era la cosmogonía. Una interpretación de cómo se originó y se fue organizando el mundo; ponía el ojo en ciertas conexiones y valores. Pero después de esa lectura me ocurrió que disentí totalmente con lo escrito, sin importar la aceptación que había tenido. Ya no me agradaba ni en el sentido ni en lo estético. Lo que estaba diciendo en el poema y cómo lo estaba diciendo había cambiado completamente en mí. Eso te lo provoca la vida. Y estoy alegre de que haya sucedido antes de una posible publicación. Hoy no compartiría lo dicho en ese trabajo; estaría en total desacuerdo con esa palabra mía. Fue un gusto el aplauso y los saludos recibidos por él, pero también fue mi enfrentamiento con ese discurso, por cómodo y condescendiente.
LOA: Con respecto a tus publicaciones, ¿estás conforme?
MK: Estoy conforme con la publicación de Hullablanca; la editorial se encargó de la distribución y venta. Y una parte quedó en mi poder para compartir con amistades y llevar a los encuentros, donde también se realizan ventas al público. Se imprimieron 500 ejemplares, de los cuales todavía tengo algunos y llevo conmigo cada vez que tengo oportunidad de participar en encuentros de la zona.
LOA: ¿Cómo definirías a ese trabajo?
MK: Es un libro político e ideológico. Marcado en su escritura por una época; la del ex presidente De la Rúa. Lo escribí entre 1999 y 2001, incluso agregué algunas cosas después. Trata sobre el período de la crisis.
LOA: ¿Todo bajo ese sentir?
MK: Todo bajo ese vivir, diría yo. Escrito durante la crisis y luego con un trabajo de revisión de la estética que me llevó casi 8 años. Quiero mucho a ese libro porque me enseñó la paciencia y la dedicación que requiere una obra. Pero sobre todo porque me remite a la vivencia de ese tiempo. No es un libro muy fácil, pero la gente se refleja y reconoce el tema.
LOA: ¿Por qué esa época?, ¿te golpeó mucho?
MK: Es un libro muy sentido. Veía un final lamentable; lo iba intuyendo y escribiendo. Todo indicaba lo que iba a suceder; las charlas; la televisión; los debates políticos; había una atmósfera que fue mi inspiración; dónde sea que estuviera, salía espontáneamente un poema o el inicio o parte de un poema. Era escribir y escribir y escribir. Luego fue seleccionar y descartar y eliminar. No todo sirvió, pero la obra estaba allí y asomó en su mejor costado.
LOA: Lo que decís también marca la pauta de lo cierto que es cuando se dice que en situaciones de crisis salen muchas y muy buenas obras…
MK: Es que uno no escribiría si el afuera no te provocara. Si estoy tranquila, si estoy bien, no escribo nada. En mi caso el poema es una aparición involuntaria. Si no veo las cosas; si las imágenes no me asaltan; si no irrumpen y me invaden, no escribo. Por suerte, son continuas visitantes.
LOA: Pero bueno, ¿cuándo uno está bien?
MK: Si bien la vida tiene sus inconvenientes y problemas; sus eventualidades; cosas que disgustan o provocan: la poesía es una entrada de oxígeno, aunque duela entregarse a ella. Aún en el peor contexto, en mi caso estoy bien cuando termino un poema. Lo que me da felicidad es terminar el escrito, aunque no haya cambiado nada alrededor y luego necesite el aire de otra poesía. A veces sucede también que algo ha cambiado mientras escribo. Y es doble el bienestar.
SENTIMIENTOS Y APUNTES SOBRE ALGUNOS RECURSOS
Aunque ligado a lo anterior, en este pasaje de la nota conversamos sobre algunos aspectos que hacen al armado de los poemas. Claro, estamos hablando de Maritza y de esas formas que maneja…
LOA: ¿Se puede ser feliz en el transcurso de la composición de un poema?
MK: Yo soy infeliz cuando no puedo escribir y el poema está ahí en el paladar. Ocurre que si estoy ocupada haciendo otra cosa y me vienen imágenes y no puedo bajar el rollo, empiezo a sentirme inquieta e infeliz. Me pongo de mal humor. Hago de mi situación una situación insoportable para los demás. Y eso es totalmente injusto, sobre todo para quienes no escriben y no entienden esos síntomas.
LOA: ¿Qué podés decir con relación a lo que escribías cuando tenías 18 años?, ¿te molesta o agrada ver viejos escritos?
MK: Yo empecé a escribir a los nueve. A los 14 ya tenía un libraco grande como con 400 poemas. A esa edad hice una hoguera y los quemé. Siempre voy rompiendo cada tanto algún material. Hay textos en reposo, pero siempre hago limpieza. Escribo en papelitos sueltos, con el tiempo lo que me pareció muy sentido en su momento, al verlo de lejos, me muestra que no era tan así. Sin embargo, dentro de todo lo que escribo, hay algo que siempre se rescata. No todo es salvable. No soy sobre proteccionista con mis escritos.
LOA: En tus trabajos hay palabras inventadas y otro tipo de recursos, ¿qué podés comentarnos al respecto?
MK: Sí, hay neologismo; contracciones de palabras. Es algo que han hecho otros autores y que uno toma sólo como un recurso. El motivo por el que están en el libro es nada más que por el ritmo. Yo lo escribí de una manera (hablando de Hullablanca) y después lo trabajé respetando mi respiración. Lo leía en voz alta caminando y marcando, como los músicos con barras, los cortes de verso. El libro no nació con esos recursos como una necesidad primera.
LOA: Decís que esos recursos los empleaste para darle ritmo, ¿por qué?
MK: Es que a mí me pasaba que cuando leía en público el poema llegaba, pero cuando se lo pasaba a un conocido u otro amigo poeta para que lo lea, era una lectura diferente que afectaba el sentido y la intención. Ahí empieza el tema; hay algunas palabras que son de apoyo. Por ejemplo, en la lectura una frase termina en una palabra determinada y continua en otra a la que yo entonces tendré que darle fuerza. Eso me obligaba a contraer frases, a inventar una palabra o a ponerle cursiva, por el cambio en el tono de voz. Son marcas de lectura. Todas las variaciones que pones sobre una hoja, en la escritura, tienen una importancia, un por qué.
LOA: ¿Qué hay más allá de lo íntimo que pueda resultar de la construcción de un poema?
MK: Yo en el estilo no me fijo mucho. A mí lo que me va marcando es la intensidad. Busco que haya tensión en mi poema, que haya algo que a te deje enganchado y haga que quieras seguir escuchando. Eso es lo que más me gusta. De la misma manera que en la lectura de otros autores, me gusta que tenga fuerza un poema, que te emocione, aunque lo estés leyendo sola. Para mí eso es importante. Y hay autores que son genuinos en eso. En otros noto un trabajo muy frío; otros directamente falsean o inventan una emoción. Una emoción construida muestra que se forzó el tema y el poema lo sufre (al menos en mi mirada).
LOA: Muchos autores escriben poesía desde la depresión. ¿Eso es algo que te pasa a vos?
MK: No, yo escribo desde la inquietud. Y también de la ira.
LOA: ¿A nivel social, personal, o todo junto?
MK: En cualquiera de ellos.
LOA: ¿Qué es lo mejor que te ha dado la poesía?
MK: Amistades.
LOA: ¿Y lo peor?
MK: No hay.
LOA: ¿Conociste muchos lugares gracias a la poesía?
MK: Patagonia, básicamente. Después, estuve en Buenos Aires cumpliendo con la presentación del libro que realizó la editorial Suriporfiado. También fui al festival de poesía de Rosario. Esos lugares han sido los únicos a los cuales me invitaron, descontando a las ciudades de la Patagonia. Pero a mí me cuesta mucho moverme más allá de nuestra región. Primero, porque tengo amigos y nos conocemos. O sea, voy a los encuentros casi por algo afectivo más que nada. Por ejemplo, ir a Rosario a hacer una presentación o participar de un encuentro tan grande, significa ir en situación de escritor. Y no me considero profesional. Entonces, me cuesta una enormidad.
AUTORES REGIONALES
Maritza tiene muchísimas amistades ganadas a partir de su participación en los diversos encuentros en los cuales participó. Conoce muchos autores y también muchas obras escritas en la Patagonia. Por eso vale la pena conocer su punto de vista a propósito de los autores regionales. Aunque al cierre de la nota, aclaró que está muy agradecida de todos aquellos que siempre la tienen en cuenta.
LOA: ¿Qué es lo que ves actualmente cuando analizás el momento de la literatura a nivel local o regional?
MK: Yo leo poesía. En ese sentido, me gusta mucho, muchísimo, Jorge Curinao. Es un autor que sigo hasta en su blog. Lo leo y su poesía me queda dando vueltas y dispara poesía; siempre es posible que leyéndolo a él, yo escriba algún poema en algún momento. Hay una conexión entre lo que él piensa y siente y lo que yo siento también. Digamos que me reflejo. También hay lecturas de críticos que me producen el mismo efecto; algún poema disparado por leer a Barthes, Derrida o Baudrillard.
LOA: De todos modos, estamos hablando de un poeta que comenzó a publicar obras hace algo más de cinco años.
MK: Yo creo que es uno de los escritores más prolijos. Lo respeto y admiro porque, siendo uno de los escritores más jóvenes, se fija mucho en lo que hace y no se apura en las publicaciones. Corrige y consulta con otros escritores; busca la mirada de otro antes de considerar cerrado el trabajo. Por eso digo que es uno de los escritores más serios en nuestro ámbito. Además destaco, en él, el sentido universal de su poesía. No cae en el localismo ni en el paisajismo tan folklórico en nuestra literatura santacruceña.
LOA: ¿Alguno más que quieras mencionar?
MK: Alguien que admiro mucho por el corpus literario, por la producción y como poeta es Claudia Sastre. Tiene muchos libros editados y muchos inéditos. También me gusta Sebastián Tresguerres. Su libro Xur Sur me gustó mucho. Es un libro que me encanta porque, estamos hablando casualmente del localismo, pero ese libro fue leerlo y ver a Río Gallegos; es otra forma de escribirnos y leernos; un libro muy crítico, que aborda con gracia nuestro modo de ser. Disfruté mucho leyéndolo y lo conservo en mi biblioteca. Es uno de los libros que más me ha gustado, por el efecto espejo innegable que produce.
LAS NUEVAS TECNOLOGIAS
Otro eje interesante de la entrevista se produjo cuando abordamos el tema de las nuevas tecnologías. Es común escuchar o leer algunos autores renegando sobre las nuevas herramientas. Por un lado, algunos planteos resultan comprensibles; aunque, claro, no dejan de ser opiniones.
LOA: Con relación a las nuevas tecnologías, que generan nuevas posibilidades para darse a conocer, ¿cuál es tu perspectiva?
MK: Digamos que a mí lo que me cuesta es asumir el trabajo del escritor. Me di cuenta ahora, con este último libro sobre todo. Me cuesta ordenar mis papeles, cerrar una obra. Me fastidia mucho tener que hacer todo el trabajo de volverlo a leer, de revisar si está bien. Me cuesta mucho el trabajo que implica editar y largarse a presentarlo en diferentes lugares. A esta altura no me gusta viajar ni me interesa la venta. Digamos que no me gusta todo eso que tiene que hacer, comúnmente solo, el escritor. Yo escribo; eso es lo que disfruto. Entonces, ¿qué pasó? Internet para mí fue un descubrimiento alucinante, porque estoy en mi casa, subo un poema y ya está. Me olvido. El que quiere, lo lee; el que quiere, lo imprime o lo reproduce. No tengo que preocuparme de la venta, de la colocación en librerías ni presentación. Y si tengo ganas de viajar a algún lugar viajo, sino no. Y si quiero llevar unas poesías, las imprimo y ya está. Para mí los sitios de Internet facilitan y alivianan el trabajo de divulgación. Y la poesía es dada gratuitamente.
LOA: Ese es el aspecto positivo, ¿alguno negativo?
MK: No le veo aspectos negativos.
LOA: Interesante el punto, teniendo en cuenta que hay autores que suelen renegar mucho de las nuevas herramientas…
MK: Yo leo mucho en la pantalla ahora. Diría que ahora leo mucho más en la pantalla, por Internet, que en el papel. Incluso, me siento un poco rara leyendo en el papel.
LOA: ¿Y escribir?
MK No, eso en el papel, en hojas sueltas. Porque escribo en cualquier momento. Y si no anoto, pierdo la idea.
LOA: Pensando en las nuevas generaciones, ¿creés que estas herramientas van a modificar las reglas del juego a nivel escritura?
MK: Yo creo que es un cambio favorable en cuanto a la velocidad del intercambio y de las devoluciones; subir a un sitio de Internet también es exponer el trabajo. Incluso se pueden hacer talleres por Internet. Para mí eso es favorable y también la devolución de la gente que no es escritora y puede entrar a tu blog o a Facebook para hacerte un comentario desde el no ser escritor. Eso es lo mejor que te puede pasar, porque le hiciste disparar algo o porque se imaginó otra cosa. Eso es comunicación y aunque moleste o espante, yo creo que el papel va a pasar a la historia en un tiempo no muy lejano.
LOA: Otro punto interesante ese…
MK: El papel será en algún momento una extravagancia.
EL TRABAJO, LAS IDEAS, LA VIDA
Llegando al cierre de la charla, tuvimos tiempo para conversar sobre aquello que tiene que ver con el trabajo, la política y la moral, cuyo cerco, tal como lo explica Maritza, cada día parece correrse un poco más.
LOA: ¿Cómo dirías que sos políticamente?
MK: Soy de izquierda, marxista. Aunque no pertenezco a ningún partido. Quizá por eso mi poesía es puramente social. Yo no tengo poemas amorosos. Si por ahí llego a tener alguno (que en este momento no recuerdo), va a tocar lo social. Porque brota, se entromete sí o sí.
LOA: ¿Qué significa el trabajo para vos y qué representa?
MK: Para mí, primero representa un derecho y después una necesidad. Digo un derecho por el sistema en el que estamos. A uno no le cae el trabajo así nomás. No es que un pibe sale de estudiar y lo recibe de inmediato un lugar en el mundo laboral. Al trabajo te lo tenés que ganar, lo tenés que pelear. Y luego, cuando tenés trabajo, también tenés que seguir con tus pequeñas luchas. Sea por las condiciones laborales o el salario. Agregaría al respecto que no estamos en una cultura donde el trabajador reciba las cosas sin que le cueste nada jamás. Siempre la tiene que pelear. Por ejemplo, fijate que siempre que un gremio necesita un aumento, llega necesariamente a un corte de ruta o manifestación. Cuando un patrón privado o el propio Estado saben que el sueldo se ha devaluado. Sin embargo, nunca está antes el anuncio de un aumento. Siempre llega después de una gran tensión. Es después de un gran enfrentamiento cuando se vienen a satisfacer las necesidades. Nada es gratis. Ni en un laburo que te aporta económicamente, pero también nada es gratis en el ámbito del escritor. En todo estás luchando. Siempre estás en lucha en todo lo que hagas.
LOA: ¿Qué cosas de la vida te han decepcionado?
MK: La política me ha decepcionado. Y he participado en ella. No me ha decepcionado la ideología, sino los sujetos que participan y ocupan un lugar estratégico. No estoy hablando de gente común, que es militante y que hace el esfuerzo desde abajo, apoyando y siguiendo a sus líderes. No estoy hablando de esa gente, sino de la que está ubicada en el poder. Y no sólo hablo de Argentina, estoy hablando del mundo.
Para mí estamos en medio de una crisis moral, donde se han corrido todos los límites. La ética es el cerco de la moral y ese cerco se corre y corre. Por eso nos encontramos con la juventud como está también. Porque uno es el ejemplo.
LOA: También es cierto que el capitalismo no tiene moral…
MK: La moral no tiene demarcación natural; el cerco de la moral lo determinamos entre todos, pero lo cuido yo. Es decir, todos decimos que está mal robar, pero yo cuido esa norma que todos aceptamos, ¿entendés? Yo no robo. Y si yo corro el cerco y después lo corre otro, estamos corriendo y corriendo el sentido de los valores que convenimos respetar entre todos; estamos dándonos permisos que luego sufrimos nosotros mismos. Y sucede que los pibes nos están viendo; aprendiendo que la línea desdibuja y remarca según conveniencias. Es así que, corriendo los cercos, vamos cambiando el mundo. La historia es qué mundo queremos vivir.
LOA: ¿Te gusta hablar de política o a esta altura preferís evadir el tema?
MK: Ultimamente se hace muy difícil hablar de política. No hace muchos años que salimos de la dictadura. Todavía nos quedan miedos. Podés perder un puesto de trabajo o una amistad por discutir con alguien y que después todo quede mal. En ese sentido, creo que nos falta un poco de madurez. Y en el debate de ideas y miradas el asunto es buscar puntos de encuentro. Creo que entre partidos la función no es convencer al otro, la función es encontrar puntos en común sin abandonar los principios que hacen a cada ideología. Entonces, creo que el mundo se distrae de eso y por eso estamos como estamos: siempre tratando de convencer al otro. Me ha pasado que hoy con ciertas personas me es más importante conservar la amistad. Porque de todas maneras voy a vivir en un mundo que están haciendo los políticos que logran ocupar el sitio de poder. Nunca podré ser oficialista; siempre estaré con el sector desprotegido de la sociedad.
LOA: ¿De qué cosas sos agradecida?
MK: De la familia, los amigos y de tener un laburo. De viajar a través de la poesía. Viajar disfrutando lo que hago y lo que hacen los demás. Sea en el mundo virtual o en el real.
Y agradezco a todos los escritores que me nombraron en anteriores entrevistas y espero me disculpen por referirme sólo a quienes cito en esta nota, esto se debe a que quise destacar a quienes, entre todos, han captado mi mayor atención.
LOA: Más allá de lo agradable que para nosotros resultó la charla, debemos agradecerle a Maritza su atención y generosidad a la hora de incorporarle más material a la nota. Poesías que llegan, si es que usted se deja llevar, profundamente al sentimiento de cualquier persona. Es necesario leerla para que sepa de qué le estoy hablando.
Peuma
el cielo es un sueño
el pájaro está en su lana
el pájaro vuela
la bala lo alcanza en el aire
la bala piensa que vuela
la bala se siente pájaro
el cielo se despierta
su trabajo es levantar
a los vencidos
el cielo bala
el cielo toma aire
el cielo cae
el cielo se descarría
el cielo sueña en el pájaro el vuelo perdido
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Anagnoresis
(del griego antiguo: “reconocimiento”)
la única cicatriz
es la que abrimos
para caer en el mundo
y
el único llanto
es el primero que
desciende a la vida
sin saber lo que llueve
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Hay que sentarse en las ruinas del hombre
Levantar el vaso y compartir la sangre
Hay que comer lo que le pasa a él/con él
Meter la mano Ensuciarse las manos
Lamerse las manos con/en las ruinas del hombre
Hay que rastrearse el corazón Arrastrarse con él
Sentir que el frío no es temperatura sino ausencia
Hay que estrecharse con las ruinas del hombre
en su mesa/entre sus huesos
Abrir la basura y las flores y la tierra
Separar los gusanos hasta ver el rostro nuestro
en las ruinas del hombre/y decir salud y saludarnos
y ser saludables en lo que nos mata
esta historia es real sin embargo los rostros
han sido omitidos para proteger a los nacidos
bajo el signo del hombre
MAS DATOS
Libros publicados: Erotema (Punta Arenas, Chile, 1995); Hullablanca (editorial Suriporfiado, Bs. As., 2008)
-Su poesía fue incluida en la antología Poesía Insurgente de Magallanes (realizada por los poetas Pavel Oyarzún y Juan Magal)
-Formó parte del Movimiento Canto Fundamento que agrupaba a músicos y poetas de Patagonia argentina
-Ha participado en Encuentros “Y vino la palabra” -de poetas y músicos- realizados por el poeta Julio Leite en Río Grande
-Ferias del libro en Río Grande, Esquel, Punta Arenas
-Lectura en peñas realizada por músicos y poetas de Esquel
-Encuentro de escritores “Conversaciones de Otoño” en Valdivia, Chile; Trelew; General Roca
-Ciclo mujeres escritoras en Puerto Madryn
-Encuentro de escritores patagónicos en Puerto Madryn
-XVIII Festival Internacional de Poesía de Rosario (2010)
Libros inéditos: “La ruta del nombre”; “Canybalada”
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Por Claudio Alvarez
viscerales20@hotmail.com
FUENTE: DIARIO VIRTUAL: LA OPINIÓN AUSTRAL
| Domingo 8 de Mayo de 2011
Para contactos con Maritza Kusanovic: maritza.kusanovic@gmail.com.
1 de 6 Es una mujer muy querida en el ambiente literario de la Patagonia. Ha participado en los más diversos encuentros y su voz ha quedado registrada en la memoria de más de una persona que la ha escuchado recitar.
Con Maritza Kusanovic nos sentamos a conversar durante la semana en una confitería de nuestra ciudad. Café de por medio, el diálogo se fue abriendo de a poco, hasta que fueron surgiendo espontáneamente diversos temas más allá de la literatura. Parece una persona con mucha sensibilidad, aunque también con una mirada muy interesante sobre algunos aspectos sociales de la humanidad. Que lo disfruten.
DE PUNTA ARENAS A SANTA CRUZ
Maritza nació en esa ciudad austral, aunque de muy pequeña con su familia vino a vivir a nuestra provincia. Comenzamos hablando de sus recuerdos de la infancia y de todo aquello que se viene a la memoria cuando se disparan imágenes de su niñez.
LOA: ¿Desde qué año vivís en la provincia?
Maritza Kusanovic: Mi familia se radicó en la provincia unos meses antes del golpe militar en Chile en 1973. Vivimos primero en San Julián; a los 14 años yo me fui a Punta Arenas a estudiar el secundario y cuando regresé, mi familia estaba instalada en Río Gallegos.
LOA: ¿Qué recordás de tu infancia en Punta Arenas?
MK: La familia que quedó allá, abuelos y tíos. Luego recuerdo el fracaso en el aprendizaje escolar; llegué a la Argentina sin saber leer. Supuestamente había pasado a segundo, pero debí recursar primer grado. Sospecho que debo haber sufrido algún problema de dislexia; que aún hoy me salta cuando escribo en el teclado. Me costó mucho aprender a leer. Y a mi padre le molestaba bastante, siendo él un fanático de la lectura.
LOA: ¿Fue un verdadero problema para vos?
MK: Sí, lo fue, porque aún siendo pequeña te das cuenta de que el resto va avanzando y vos no. Y siendo tímida, recuerdo la vergüenza que eso también me producía.
LOA: No sentiste desarraigo, aunque es cierto que eras jovencita…
MK: No lo sentí porque seguimos viajando a visitar a la familia. Además con los años hice amistades en la política y en las letras; gente con la cual cada tanto me sigo encontrando.
LOA: ¿Qué imágenes son más recurrentes cuando pensás en tu infancia?
MK: El espacio. En San Julián vivimos en una antigua casa de la empresa Argensud con un enorme patio, donde se encontraban apilados fardos y montañas de carbón, donde trabajaban los empleados y entraban y salían camiones de reparto. Ese patio era la inmensidad para mis hermanos y para mí. No me imagino vivir en departamentos, prescindiendo de un patio. La otra imagen son las luces de la ciudad; cuando llegamos a la Argentina me fascinó el alumbrado público de Río Gallegos; ocurre que la iluminación de las ciudades argentinas es muy diferente a las de las ciudades chilenas; Punta Arenas era y es menos iluminada. Muchos años después paseaba a una sobrina de Chile por avenida San Martín y ella no dejaba de decirme ‘¡qué bonitas las luces tía, qué bonitas las luces!’, eso me produjo un efecto reflejo emocionante. Es bueno tener conciencia de esto; la belleza de las luces comparadas con otros lugares.
LOA: Entonces, ¿cómo dirías que fue tu infancia?
MK: Mi infancia fue muy tranquila. Yo era muy retraída. Me recuerdo encerrada en mi cuarto escribiendo y dibujando mucho. A los nueve años empecé a escribir y leí alguna vez en actos del colegio. Empiezo a adquirir mayor carácter y personalidad después de cursar la secundaria. Y mucho más cuando empiezo a recorrer Patagonia con mi poesía. El encuentro con otros poetas y con el público te hace evolucionar.
LOA: Precisamente, ¿cómo es ese combate, el de la poesía con la sociedad a la que siempre le está diciendo cosas?
MK: Hay un intercambio. El intercambio se produce en los diferentes eventos y diversos lugares. Algunos encuentros me llaman la atención por la cantidad de público concurrente; dispuesto a escuchar la lectura. Uno de esos lugares fue Río Grande, en los encuentros “Y vino la palabra” que realizaba Julio Leite convocando a poetas de toda la Patagonia. Hacía una especie de peñas donde se mezclaban músicos y poetas de la región compartiendo el escenario. Y luego, siempre alguna persona se te acercaba para conversar sobre tu poesía o en el caso de los músicos, para hablar sobre sus temas musicales. Y lo más interesante es la interpretación de la gente común; eso que tu escritura dispara en ellos y muchas veces es algo distinto a las intenciones del autor. La interpretación del lector o del oyente (no escritor) es lo más interesante en la actividad de las letras. En Comodoro Rivadavia, el grupo “Peces del Desierto” publica placas con poesía de autores patagónicos y luego realiza la lectura de los poemas en su ciudad; hace unos meses fue publicado Jorge Curinao y estuvo leyendo en esa ciudad; yo fui a la última presentación como espectadora para ver y escuchar a unos entrañables amigos: Macky Corvalán, Noelia González, Andrés Cursaro y Hugo Carranza. Y puedo contarles que lo interesante de toda esa movida cultural es la cantidad de público que se reúne para escuchar a los poetas. Había más de 160 personas sentadas, más alguna gente de pie. Un público que no es escritor, sino que gusta de la lectura de la poesía.
LA IMPORTANCIA DE LA ORALIDAD EN LOS POEMAS
Se acostumbra a leer, pero no en voz alta los poemas. Lo cual importa y hace también a la construcción de una poesía. En este sentido, nos habían contado que Maritza lee muy bien sus poemas y genera el gancho que se necesita para que la gente siga un poema con atención, veamos qué piensa al respecto…
MK: Cuando debo leer, sólo existe el micrófono y el poema en el papel. No me preocupo de cuánta gente haya, si me están mirando o están distraídos. Es el instante del poema y yo nuevamente. Estoy sola con el escrito.
Creo que hace falta desarrollar mucho más ese ejercicio; me parece que aquí tendría que dársele más importancia a la lectura en público. Es en esta práctica donde se aprende el manejo de la voz; el volumen; la intensidad; los tonos. Vas aprendiendo a sentir también al público; intuyendo a través de su silencio oyente; sintiendo su atención o su desatención.
LOA: ¿No es una forma de liberar al poema? Porque encerrado en uno mismo puede no terminar de encontrarle esos aspectos al texto escrito…
MK: La publicación es una liberación; la lectura es otra; con ellas se logra la devolución. Yo leí en Esquel un trabajo que se llamaba “La ruta del nombre” y que fue muy bien recibido por el público en aquella lectura. Su sentido era la cosmogonía. Una interpretación de cómo se originó y se fue organizando el mundo; ponía el ojo en ciertas conexiones y valores. Pero después de esa lectura me ocurrió que disentí totalmente con lo escrito, sin importar la aceptación que había tenido. Ya no me agradaba ni en el sentido ni en lo estético. Lo que estaba diciendo en el poema y cómo lo estaba diciendo había cambiado completamente en mí. Eso te lo provoca la vida. Y estoy alegre de que haya sucedido antes de una posible publicación. Hoy no compartiría lo dicho en ese trabajo; estaría en total desacuerdo con esa palabra mía. Fue un gusto el aplauso y los saludos recibidos por él, pero también fue mi enfrentamiento con ese discurso, por cómodo y condescendiente.
LOA: Con respecto a tus publicaciones, ¿estás conforme?
MK: Estoy conforme con la publicación de Hullablanca; la editorial se encargó de la distribución y venta. Y una parte quedó en mi poder para compartir con amistades y llevar a los encuentros, donde también se realizan ventas al público. Se imprimieron 500 ejemplares, de los cuales todavía tengo algunos y llevo conmigo cada vez que tengo oportunidad de participar en encuentros de la zona.
LOA: ¿Cómo definirías a ese trabajo?
MK: Es un libro político e ideológico. Marcado en su escritura por una época; la del ex presidente De la Rúa. Lo escribí entre 1999 y 2001, incluso agregué algunas cosas después. Trata sobre el período de la crisis.
LOA: ¿Todo bajo ese sentir?
MK: Todo bajo ese vivir, diría yo. Escrito durante la crisis y luego con un trabajo de revisión de la estética que me llevó casi 8 años. Quiero mucho a ese libro porque me enseñó la paciencia y la dedicación que requiere una obra. Pero sobre todo porque me remite a la vivencia de ese tiempo. No es un libro muy fácil, pero la gente se refleja y reconoce el tema.
LOA: ¿Por qué esa época?, ¿te golpeó mucho?
MK: Es un libro muy sentido. Veía un final lamentable; lo iba intuyendo y escribiendo. Todo indicaba lo que iba a suceder; las charlas; la televisión; los debates políticos; había una atmósfera que fue mi inspiración; dónde sea que estuviera, salía espontáneamente un poema o el inicio o parte de un poema. Era escribir y escribir y escribir. Luego fue seleccionar y descartar y eliminar. No todo sirvió, pero la obra estaba allí y asomó en su mejor costado.
LOA: Lo que decís también marca la pauta de lo cierto que es cuando se dice que en situaciones de crisis salen muchas y muy buenas obras…
MK: Es que uno no escribiría si el afuera no te provocara. Si estoy tranquila, si estoy bien, no escribo nada. En mi caso el poema es una aparición involuntaria. Si no veo las cosas; si las imágenes no me asaltan; si no irrumpen y me invaden, no escribo. Por suerte, son continuas visitantes.
LOA: Pero bueno, ¿cuándo uno está bien?
MK: Si bien la vida tiene sus inconvenientes y problemas; sus eventualidades; cosas que disgustan o provocan: la poesía es una entrada de oxígeno, aunque duela entregarse a ella. Aún en el peor contexto, en mi caso estoy bien cuando termino un poema. Lo que me da felicidad es terminar el escrito, aunque no haya cambiado nada alrededor y luego necesite el aire de otra poesía. A veces sucede también que algo ha cambiado mientras escribo. Y es doble el bienestar.
SENTIMIENTOS Y APUNTES SOBRE ALGUNOS RECURSOS
Aunque ligado a lo anterior, en este pasaje de la nota conversamos sobre algunos aspectos que hacen al armado de los poemas. Claro, estamos hablando de Maritza y de esas formas que maneja…
LOA: ¿Se puede ser feliz en el transcurso de la composición de un poema?
MK: Yo soy infeliz cuando no puedo escribir y el poema está ahí en el paladar. Ocurre que si estoy ocupada haciendo otra cosa y me vienen imágenes y no puedo bajar el rollo, empiezo a sentirme inquieta e infeliz. Me pongo de mal humor. Hago de mi situación una situación insoportable para los demás. Y eso es totalmente injusto, sobre todo para quienes no escriben y no entienden esos síntomas.
LOA: ¿Qué podés decir con relación a lo que escribías cuando tenías 18 años?, ¿te molesta o agrada ver viejos escritos?
MK: Yo empecé a escribir a los nueve. A los 14 ya tenía un libraco grande como con 400 poemas. A esa edad hice una hoguera y los quemé. Siempre voy rompiendo cada tanto algún material. Hay textos en reposo, pero siempre hago limpieza. Escribo en papelitos sueltos, con el tiempo lo que me pareció muy sentido en su momento, al verlo de lejos, me muestra que no era tan así. Sin embargo, dentro de todo lo que escribo, hay algo que siempre se rescata. No todo es salvable. No soy sobre proteccionista con mis escritos.
LOA: En tus trabajos hay palabras inventadas y otro tipo de recursos, ¿qué podés comentarnos al respecto?
MK: Sí, hay neologismo; contracciones de palabras. Es algo que han hecho otros autores y que uno toma sólo como un recurso. El motivo por el que están en el libro es nada más que por el ritmo. Yo lo escribí de una manera (hablando de Hullablanca) y después lo trabajé respetando mi respiración. Lo leía en voz alta caminando y marcando, como los músicos con barras, los cortes de verso. El libro no nació con esos recursos como una necesidad primera.
LOA: Decís que esos recursos los empleaste para darle ritmo, ¿por qué?
MK: Es que a mí me pasaba que cuando leía en público el poema llegaba, pero cuando se lo pasaba a un conocido u otro amigo poeta para que lo lea, era una lectura diferente que afectaba el sentido y la intención. Ahí empieza el tema; hay algunas palabras que son de apoyo. Por ejemplo, en la lectura una frase termina en una palabra determinada y continua en otra a la que yo entonces tendré que darle fuerza. Eso me obligaba a contraer frases, a inventar una palabra o a ponerle cursiva, por el cambio en el tono de voz. Son marcas de lectura. Todas las variaciones que pones sobre una hoja, en la escritura, tienen una importancia, un por qué.
LOA: ¿Qué hay más allá de lo íntimo que pueda resultar de la construcción de un poema?
MK: Yo en el estilo no me fijo mucho. A mí lo que me va marcando es la intensidad. Busco que haya tensión en mi poema, que haya algo que a te deje enganchado y haga que quieras seguir escuchando. Eso es lo que más me gusta. De la misma manera que en la lectura de otros autores, me gusta que tenga fuerza un poema, que te emocione, aunque lo estés leyendo sola. Para mí eso es importante. Y hay autores que son genuinos en eso. En otros noto un trabajo muy frío; otros directamente falsean o inventan una emoción. Una emoción construida muestra que se forzó el tema y el poema lo sufre (al menos en mi mirada).
LOA: Muchos autores escriben poesía desde la depresión. ¿Eso es algo que te pasa a vos?
MK: No, yo escribo desde la inquietud. Y también de la ira.
LOA: ¿A nivel social, personal, o todo junto?
MK: En cualquiera de ellos.
LOA: ¿Qué es lo mejor que te ha dado la poesía?
MK: Amistades.
LOA: ¿Y lo peor?
MK: No hay.
LOA: ¿Conociste muchos lugares gracias a la poesía?
MK: Patagonia, básicamente. Después, estuve en Buenos Aires cumpliendo con la presentación del libro que realizó la editorial Suriporfiado. También fui al festival de poesía de Rosario. Esos lugares han sido los únicos a los cuales me invitaron, descontando a las ciudades de la Patagonia. Pero a mí me cuesta mucho moverme más allá de nuestra región. Primero, porque tengo amigos y nos conocemos. O sea, voy a los encuentros casi por algo afectivo más que nada. Por ejemplo, ir a Rosario a hacer una presentación o participar de un encuentro tan grande, significa ir en situación de escritor. Y no me considero profesional. Entonces, me cuesta una enormidad.
AUTORES REGIONALES
Maritza tiene muchísimas amistades ganadas a partir de su participación en los diversos encuentros en los cuales participó. Conoce muchos autores y también muchas obras escritas en la Patagonia. Por eso vale la pena conocer su punto de vista a propósito de los autores regionales. Aunque al cierre de la nota, aclaró que está muy agradecida de todos aquellos que siempre la tienen en cuenta.
LOA: ¿Qué es lo que ves actualmente cuando analizás el momento de la literatura a nivel local o regional?
MK: Yo leo poesía. En ese sentido, me gusta mucho, muchísimo, Jorge Curinao. Es un autor que sigo hasta en su blog. Lo leo y su poesía me queda dando vueltas y dispara poesía; siempre es posible que leyéndolo a él, yo escriba algún poema en algún momento. Hay una conexión entre lo que él piensa y siente y lo que yo siento también. Digamos que me reflejo. También hay lecturas de críticos que me producen el mismo efecto; algún poema disparado por leer a Barthes, Derrida o Baudrillard.
LOA: De todos modos, estamos hablando de un poeta que comenzó a publicar obras hace algo más de cinco años.
MK: Yo creo que es uno de los escritores más prolijos. Lo respeto y admiro porque, siendo uno de los escritores más jóvenes, se fija mucho en lo que hace y no se apura en las publicaciones. Corrige y consulta con otros escritores; busca la mirada de otro antes de considerar cerrado el trabajo. Por eso digo que es uno de los escritores más serios en nuestro ámbito. Además destaco, en él, el sentido universal de su poesía. No cae en el localismo ni en el paisajismo tan folklórico en nuestra literatura santacruceña.
LOA: ¿Alguno más que quieras mencionar?
MK: Alguien que admiro mucho por el corpus literario, por la producción y como poeta es Claudia Sastre. Tiene muchos libros editados y muchos inéditos. También me gusta Sebastián Tresguerres. Su libro Xur Sur me gustó mucho. Es un libro que me encanta porque, estamos hablando casualmente del localismo, pero ese libro fue leerlo y ver a Río Gallegos; es otra forma de escribirnos y leernos; un libro muy crítico, que aborda con gracia nuestro modo de ser. Disfruté mucho leyéndolo y lo conservo en mi biblioteca. Es uno de los libros que más me ha gustado, por el efecto espejo innegable que produce.
LAS NUEVAS TECNOLOGIAS
Otro eje interesante de la entrevista se produjo cuando abordamos el tema de las nuevas tecnologías. Es común escuchar o leer algunos autores renegando sobre las nuevas herramientas. Por un lado, algunos planteos resultan comprensibles; aunque, claro, no dejan de ser opiniones.
LOA: Con relación a las nuevas tecnologías, que generan nuevas posibilidades para darse a conocer, ¿cuál es tu perspectiva?
MK: Digamos que a mí lo que me cuesta es asumir el trabajo del escritor. Me di cuenta ahora, con este último libro sobre todo. Me cuesta ordenar mis papeles, cerrar una obra. Me fastidia mucho tener que hacer todo el trabajo de volverlo a leer, de revisar si está bien. Me cuesta mucho el trabajo que implica editar y largarse a presentarlo en diferentes lugares. A esta altura no me gusta viajar ni me interesa la venta. Digamos que no me gusta todo eso que tiene que hacer, comúnmente solo, el escritor. Yo escribo; eso es lo que disfruto. Entonces, ¿qué pasó? Internet para mí fue un descubrimiento alucinante, porque estoy en mi casa, subo un poema y ya está. Me olvido. El que quiere, lo lee; el que quiere, lo imprime o lo reproduce. No tengo que preocuparme de la venta, de la colocación en librerías ni presentación. Y si tengo ganas de viajar a algún lugar viajo, sino no. Y si quiero llevar unas poesías, las imprimo y ya está. Para mí los sitios de Internet facilitan y alivianan el trabajo de divulgación. Y la poesía es dada gratuitamente.
LOA: Ese es el aspecto positivo, ¿alguno negativo?
MK: No le veo aspectos negativos.
LOA: Interesante el punto, teniendo en cuenta que hay autores que suelen renegar mucho de las nuevas herramientas…
MK: Yo leo mucho en la pantalla ahora. Diría que ahora leo mucho más en la pantalla, por Internet, que en el papel. Incluso, me siento un poco rara leyendo en el papel.
LOA: ¿Y escribir?
MK No, eso en el papel, en hojas sueltas. Porque escribo en cualquier momento. Y si no anoto, pierdo la idea.
LOA: Pensando en las nuevas generaciones, ¿creés que estas herramientas van a modificar las reglas del juego a nivel escritura?
MK: Yo creo que es un cambio favorable en cuanto a la velocidad del intercambio y de las devoluciones; subir a un sitio de Internet también es exponer el trabajo. Incluso se pueden hacer talleres por Internet. Para mí eso es favorable y también la devolución de la gente que no es escritora y puede entrar a tu blog o a Facebook para hacerte un comentario desde el no ser escritor. Eso es lo mejor que te puede pasar, porque le hiciste disparar algo o porque se imaginó otra cosa. Eso es comunicación y aunque moleste o espante, yo creo que el papel va a pasar a la historia en un tiempo no muy lejano.
LOA: Otro punto interesante ese…
MK: El papel será en algún momento una extravagancia.
EL TRABAJO, LAS IDEAS, LA VIDA
Llegando al cierre de la charla, tuvimos tiempo para conversar sobre aquello que tiene que ver con el trabajo, la política y la moral, cuyo cerco, tal como lo explica Maritza, cada día parece correrse un poco más.
LOA: ¿Cómo dirías que sos políticamente?
MK: Soy de izquierda, marxista. Aunque no pertenezco a ningún partido. Quizá por eso mi poesía es puramente social. Yo no tengo poemas amorosos. Si por ahí llego a tener alguno (que en este momento no recuerdo), va a tocar lo social. Porque brota, se entromete sí o sí.
LOA: ¿Qué significa el trabajo para vos y qué representa?
MK: Para mí, primero representa un derecho y después una necesidad. Digo un derecho por el sistema en el que estamos. A uno no le cae el trabajo así nomás. No es que un pibe sale de estudiar y lo recibe de inmediato un lugar en el mundo laboral. Al trabajo te lo tenés que ganar, lo tenés que pelear. Y luego, cuando tenés trabajo, también tenés que seguir con tus pequeñas luchas. Sea por las condiciones laborales o el salario. Agregaría al respecto que no estamos en una cultura donde el trabajador reciba las cosas sin que le cueste nada jamás. Siempre la tiene que pelear. Por ejemplo, fijate que siempre que un gremio necesita un aumento, llega necesariamente a un corte de ruta o manifestación. Cuando un patrón privado o el propio Estado saben que el sueldo se ha devaluado. Sin embargo, nunca está antes el anuncio de un aumento. Siempre llega después de una gran tensión. Es después de un gran enfrentamiento cuando se vienen a satisfacer las necesidades. Nada es gratis. Ni en un laburo que te aporta económicamente, pero también nada es gratis en el ámbito del escritor. En todo estás luchando. Siempre estás en lucha en todo lo que hagas.
LOA: ¿Qué cosas de la vida te han decepcionado?
MK: La política me ha decepcionado. Y he participado en ella. No me ha decepcionado la ideología, sino los sujetos que participan y ocupan un lugar estratégico. No estoy hablando de gente común, que es militante y que hace el esfuerzo desde abajo, apoyando y siguiendo a sus líderes. No estoy hablando de esa gente, sino de la que está ubicada en el poder. Y no sólo hablo de Argentina, estoy hablando del mundo.
Para mí estamos en medio de una crisis moral, donde se han corrido todos los límites. La ética es el cerco de la moral y ese cerco se corre y corre. Por eso nos encontramos con la juventud como está también. Porque uno es el ejemplo.
LOA: También es cierto que el capitalismo no tiene moral…
MK: La moral no tiene demarcación natural; el cerco de la moral lo determinamos entre todos, pero lo cuido yo. Es decir, todos decimos que está mal robar, pero yo cuido esa norma que todos aceptamos, ¿entendés? Yo no robo. Y si yo corro el cerco y después lo corre otro, estamos corriendo y corriendo el sentido de los valores que convenimos respetar entre todos; estamos dándonos permisos que luego sufrimos nosotros mismos. Y sucede que los pibes nos están viendo; aprendiendo que la línea desdibuja y remarca según conveniencias. Es así que, corriendo los cercos, vamos cambiando el mundo. La historia es qué mundo queremos vivir.
LOA: ¿Te gusta hablar de política o a esta altura preferís evadir el tema?
MK: Ultimamente se hace muy difícil hablar de política. No hace muchos años que salimos de la dictadura. Todavía nos quedan miedos. Podés perder un puesto de trabajo o una amistad por discutir con alguien y que después todo quede mal. En ese sentido, creo que nos falta un poco de madurez. Y en el debate de ideas y miradas el asunto es buscar puntos de encuentro. Creo que entre partidos la función no es convencer al otro, la función es encontrar puntos en común sin abandonar los principios que hacen a cada ideología. Entonces, creo que el mundo se distrae de eso y por eso estamos como estamos: siempre tratando de convencer al otro. Me ha pasado que hoy con ciertas personas me es más importante conservar la amistad. Porque de todas maneras voy a vivir en un mundo que están haciendo los políticos que logran ocupar el sitio de poder. Nunca podré ser oficialista; siempre estaré con el sector desprotegido de la sociedad.
LOA: ¿De qué cosas sos agradecida?
MK: De la familia, los amigos y de tener un laburo. De viajar a través de la poesía. Viajar disfrutando lo que hago y lo que hacen los demás. Sea en el mundo virtual o en el real.
Y agradezco a todos los escritores que me nombraron en anteriores entrevistas y espero me disculpen por referirme sólo a quienes cito en esta nota, esto se debe a que quise destacar a quienes, entre todos, han captado mi mayor atención.
LOA: Más allá de lo agradable que para nosotros resultó la charla, debemos agradecerle a Maritza su atención y generosidad a la hora de incorporarle más material a la nota. Poesías que llegan, si es que usted se deja llevar, profundamente al sentimiento de cualquier persona. Es necesario leerla para que sepa de qué le estoy hablando.
Peuma
el cielo es un sueño
el pájaro está en su lana
el pájaro vuela
la bala lo alcanza en el aire
la bala piensa que vuela
la bala se siente pájaro
el cielo se despierta
su trabajo es levantar
a los vencidos
el cielo bala
el cielo toma aire
el cielo cae
el cielo se descarría
el cielo sueña en el pájaro el vuelo perdido
----
Anagnoresis
(del griego antiguo: “reconocimiento”)
la única cicatriz
es la que abrimos
para caer en el mundo
y
el único llanto
es el primero que
desciende a la vida
sin saber lo que llueve
----
Hay que sentarse en las ruinas del hombre
Levantar el vaso y compartir la sangre
Hay que comer lo que le pasa a él/con él
Meter la mano Ensuciarse las manos
Lamerse las manos con/en las ruinas del hombre
Hay que rastrearse el corazón Arrastrarse con él
Sentir que el frío no es temperatura sino ausencia
Hay que estrecharse con las ruinas del hombre
en su mesa/entre sus huesos
Abrir la basura y las flores y la tierra
Separar los gusanos hasta ver el rostro nuestro
en las ruinas del hombre/y decir salud y saludarnos
y ser saludables en lo que nos mata
esta historia es real sin embargo los rostros
han sido omitidos para proteger a los nacidos
bajo el signo del hombre
MAS DATOS
Libros publicados: Erotema (Punta Arenas, Chile, 1995); Hullablanca (editorial Suriporfiado, Bs. As., 2008)
-Su poesía fue incluida en la antología Poesía Insurgente de Magallanes (realizada por los poetas Pavel Oyarzún y Juan Magal)
-Formó parte del Movimiento Canto Fundamento que agrupaba a músicos y poetas de Patagonia argentina
-Ha participado en Encuentros “Y vino la palabra” -de poetas y músicos- realizados por el poeta Julio Leite en Río Grande
-Ferias del libro en Río Grande, Esquel, Punta Arenas
-Lectura en peñas realizada por músicos y poetas de Esquel
-Encuentro de escritores “Conversaciones de Otoño” en Valdivia, Chile; Trelew; General Roca
-Ciclo mujeres escritoras en Puerto Madryn
-Encuentro de escritores patagónicos en Puerto Madryn
-XVIII Festival Internacional de Poesía de Rosario (2010)
Libros inéditos: “La ruta del nombre”; “Canybalada”
-----
Por Claudio Alvarez
viscerales20@hotmail.com
FUENTE: DIARIO VIRTUAL: LA OPINIÓN AUSTRAL
la amiga mexicana y feibuskiana, beata fenix posteó a denise le dantec
Denise Le Dantec
En los funerales de la primavera
sufre
la incertidumbre de la mariposa
en el polvo de su vuelo
como un presentimiento
que tiembla
en el límite.
__________
Oh las paradas de la abeja
en las ramas -de oro
en la incertidumbre de las cunetas
la carroza titubea
__________
Por temible que sea la estación de la muerte
a plena luz
es en el brillo de un alfiler
en el camino
donde nuestra más profunda mirada
ha visto
__________
Abeja
en el seno radiante del frío
muerta o viva
la mano lívida
que la libera
en la ceguera que lastima
de la escarcha
En los funerales de la primavera
sufre
la incertidumbre de la mariposa
en el polvo de su vuelo
como un presentimiento
que tiembla
en el límite.
__________
Oh las paradas de la abeja
en las ramas -de oro
en la incertidumbre de las cunetas
la carroza titubea
__________
Por temible que sea la estación de la muerte
a plena luz
es en el brillo de un alfiler
en el camino
donde nuestra más profunda mirada
ha visto
__________
Abeja
en el seno radiante del frío
muerta o viva
la mano lívida
que la libera
en la ceguera que lastima
de la escarcha
martes, 10 de mayo de 2011
LOBA: APPARUIT
LOBA: APPARUIT: "Hay una mujer dulce cuyas palabras nunca imaginé que nace ya crecida en la mente y es como si hubiera impreso un gran libro & ..."
latido que no cesa
uno
Si el ojo se abre
la flor deja escapar un
aliento
de mirada
con párpados sinuosos
con luces asombradas
sin sombras
fluye en el aire
y al ver su muerte
se detiene
se aquieta
cierra los pétalos
No sea que la oscuridad
penetre
Que la tormenta
se instale en las pupilas
que se obligue a ignorar
el paradero
la vía del tren traspasando
la garganta
con la sangre
vociferando a tientas
por callejones de esparto
de rostros denegados
sin ventanas
de garras emergiendo
de lenguas rígidas
con escupitazos
y cerco de púas
y espinas camufladas
donde se entierre la carne
Donde te nombre.
----------------------------------
veinticuatro
Cerraré esta carta
con un candado
para que no pueda abrirse
y que al cegar imponga
el silencio.
Escrita
sobre la piel de un cuerpo
sólo la mirada
puede esconder
su nombre.
----------------------------------------------
cincuenta y tres
La ruptura
patinó el engranaje
se vistió de broncas
y esperpentos
se quebró en una tos
destruyendo
la calle
la dirección
el sentido
poniendo cada cosa
en un lugar distinto
decir: estoy
huyendo
más solo
más lejano
más al fondo
al final de la tarde
cuando los pájaros
se recluyen
en las oquedades
de un camino que no lleva
a ningún sitio
y demanda
el fragor
de los intentos
cerrar la fragua
sacar la sangre.
esteban cabañas de "latido que no cesa", paraguay, ed. arandurá, 2010
Si el ojo se abre
la flor deja escapar un
aliento
de mirada
con párpados sinuosos
con luces asombradas
sin sombras
fluye en el aire
y al ver su muerte
se detiene
se aquieta
cierra los pétalos
No sea que la oscuridad
penetre
Que la tormenta
se instale en las pupilas
que se obligue a ignorar
el paradero
la vía del tren traspasando
la garganta
con la sangre
vociferando a tientas
por callejones de esparto
de rostros denegados
sin ventanas
de garras emergiendo
de lenguas rígidas
con escupitazos
y cerco de púas
y espinas camufladas
donde se entierre la carne
Donde te nombre.
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veinticuatro
Cerraré esta carta
con un candado
para que no pueda abrirse
y que al cegar imponga
el silencio.
Escrita
sobre la piel de un cuerpo
sólo la mirada
puede esconder
su nombre.
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cincuenta y tres
La ruptura
patinó el engranaje
se vistió de broncas
y esperpentos
se quebró en una tos
destruyendo
la calle
la dirección
el sentido
poniendo cada cosa
en un lugar distinto
decir: estoy
huyendo
más solo
más lejano
más al fondo
al final de la tarde
cuando los pájaros
se recluyen
en las oquedades
de un camino que no lleva
a ningún sitio
y demanda
el fragor
de los intentos
cerrar la fragua
sacar la sangre.
esteban cabañas de "latido que no cesa", paraguay, ed. arandurá, 2010
lunes, 9 de mayo de 2011
Hasta donde llega la voz: Anne Sexton - En celebración de mi útero
Hasta donde llega la voz: Anne Sexton - En celebración de mi útero: "En celebración de mi útero Todos en mí son un pájaro. Estoy agitando todas mis alas. Querían extirparte de mí pero no lo harán. Dijeron q..."
domingo, 8 de mayo de 2011
el placard: TEXTOS DE ANTONIN ARTAUD
el placard: TEXTOS DE ANTONIN ARTAUD: "Correspondencia de la momia Esa carne que ya no se tocará en la vida, esa lengua que ya no logrará abandonar su cortez..."
sábado, 7 de mayo de 2011
macky corbalán lee en baires en bombplan
DERECHO DE ADMISIÓN
Expulso al mundo
por mi boca,
y como quiero
me encamino -custodiada-
a la salida.
CONSIDERÁS MAL
Si no es el tiempo del amor,
digo: si la boca en inconcebible
apertura, no te mueve
a alimentar, entonces será que no
es el tiempo del amor.
de "peces del desierto", año II, n°8, abril 2011, patagonia argentina fotografía de catalina boccardo.
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