"(...) Vivir. Morir. Los niños no pensábamos en ello, hasta cuando moría una mascota nuestros padres inventaban una historia para dispersar el fantasma de la pérdida definitiva. El abuelo había aprovechado mi descubrimiento de la transmutación de las mariposas para graficar el paso del alma a la otra vida. La vida y la muerte siempre están presentes, es la otra posibilidad. Ocurrió el año en que volvimos a la quinta. Pasado aquel carnaval en el que mi prima me disfrazó de "rumbera", lo único que debía esperar, como todos los niños, era que comenzaran las clases. (...)
Aquella tarde mi madre estaba terminando de lavar los platos y mi padre fumando un cigarrillo antes de su siesta. Yo preparaba mi "casita" y esperaba a la Susi, cuando lo escuché. Lo escuchamos todos.
Fue un gemido desgarrador (...)
fragmento de "mazapán con miel", de olga garcía saritzu
editorial perspectiva bicentenario, bs.as., 2010
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