(imagen de laurie kaplowitz)
MEMORIAL
Ordenan
recordar
Estafar con
botánica fidelidad
que broten
los detalles
la huella
las pecas
la escopeta
el amor
Estafar
escribir el
encastre de los días
meterse en
la cama con los huesos audibles
los gritos
que no se dicen
los gritos
audibles
esos que
remiendan
Ordenan
contar la verdad
un tercio
de la palabra dicha
coserle
bisagras a los minutos irresueltos
esos que
duran apenas una cucharada de luna
o de flan
o de
tuercas
o de rezo
prestar
juramento
tiritar con
el aspecto deformado de la nieve
que se nos
antoje geométrica o vegetal
pero fría
o sudar los
tajos de la frente
poniendo un
botón dorado en el lugar del sol
en ese
dibujo de acuarela
aguado
agujero
agudo
que es la
memoria
Mentir
Que sea
cierto
* * *
LO CIERTO
Hay ciertas lunas que tiemblan,
hay lunas o algo blanco y terrible que
tiembla.
Quizás sea alguien.
Blanco,
terrible,
con un temblor circular que me hace un
agujero en la paciencia.
Alguien mira la luna o es mentira.
Lo cierto es que es terrible
que perfora.
* * *
NADA ES LO
QUE LE PASA
Algo dice, estoy
segura. Algo que apremia, que la vuelve salvaje de color, embrutecida de
agudos. Dice algo o quizás lo calla y a eso se debe la memoria deshecha, o la
desmemoria o el deshacer que la obliga a ese tambaleo de campana. Algo dice o
dibuja, porque se le ven los dientes y los brazos se le han salido de los
hombros, y de los hombros le salen plumas. Se le han salido de batirlos. Se le
han salido del viento, de la campana, de los dientes que rechinan, de ese gesto
grosero que hace con las comisuras, de una vocal abierta. Dice algo o canta o
pinta o es libre. No sé. Le han cosido sonrisas de revistas en el pelo. Las
tiene sujetas con cintas, le caen por los pechos, por la cintura, por los muslos.
Algo dice a la vez que sangra un verano entero por alguna cavidad secreta. Algo
dice pero nada es lo que le pasa. Nada es lo que le entiendo. Me preocupa.
Quizás diga la felicidad.
* * *
NO ERA
Aquello no era
el miedo, ni un fragmento, no. Porque era apenas el cuerpo siendo velocidad o
vuelo. Era regarse, plantarse, florecer en cada hueco, practicar una
omnipresencia de bolsillo, de cabotaje. Ser un sinfín de uno mismo, un mismo
fin, sin el sin. Dar cuenta de. Y que sea de todo. No perder las orillas, los
fondos de los vasos, los finales de las hojas. Subirse a la periferia, al
horizonte cercano, al animal de caza, al arma que caza, al animal que escapa.
Subirse y bajarse por capricho, por lluvia o feria, por una muerte grave o una
vida gravísima. Estar en el espejo y no estar en la cama. No era el miedo,
porque el miedo es quietud.
* * *
PRIMERA
MUDANZA
Las puertas no están donde estaban
Se han profugado
o las manos con ceguera
la memoria con ceguera
No están
porque he metido otra
casa
en esta casa
una vieja
casi hogar
casi
casa
Se han profugado
o las manos con ceguera
la memoria con ceguera
No están
porque he metido otra
casa
en esta casa
una vieja
casi hogar
casi
casa
* * *
LAS MARGARITAS QUE SON ESO
Las
margaritas que son eso
Recordar las margaritas
sistemáticamente recordar las margaritas
como un lobo
como el hedor
las margaritas que eran eso
(el pánico)
Recordarlas como al grotesco
maloliente
recordar las margaritas que son eso
(la sangre)
Recordar el tallo inmundo
cada uno de los inmundos dedos blancos
el llanto que huele a tierra
las margaritas apenas ladeadas
ornamento incipiente
impávido
inútil
lábil
labial
lodoso
mientras otro tallo inmundo desgarra
las margaritas que son eso
(la náusea)
Una verticalidad violentada
un responso ficticio
un silencio
un flanco ataviado del apremio
donde hay y no hay unas manos que luchan
ahí donde las burbujas del cerebro explotan
Las margaritas que son eso
(el recuerdo)
Recordar las margaritas
sistemáticamente recordar las margaritas
como un lobo
como el hedor
las margaritas que eran eso
(el pánico)
Recordarlas como al grotesco
maloliente
recordar las margaritas que son eso
(la sangre)
Recordar el tallo inmundo
cada uno de los inmundos dedos blancos
el llanto que huele a tierra
las margaritas apenas ladeadas
ornamento incipiente
impávido
inútil
lábil
labial
lodoso
mientras otro tallo inmundo desgarra
las margaritas que son eso
(la náusea)
Una verticalidad violentada
un responso ficticio
un silencio
un flanco ataviado del apremio
donde hay y no hay unas manos que luchan
ahí donde las burbujas del cerebro explotan
Las margaritas que son eso
(el recuerdo)
* * *
TODO ESO
Yo
quería decirle lo tergiversado
lo ambiguo
lo taco embarrado
media rota al amanecer
lo roto del amanecer
Quería decirle lo rimmel corrido
lo boca seca
lo trunco
mueca de una falta
neurosis (apenas, instantánea)
Quería lo cavidad vacía
fuera de toda importancia
un berrinche con mocos
una muerte dérmica
un ruido que se escucha lejos por la resaca
(y el sol botón y los olores propios y las lenguas ajenas y el cuerpo recuperado de un embudo con dientes que tiene nombre de mujer y se llama histeria)
Lo temerario
lo ambiguo
lo taco embarrado
media rota al amanecer
lo roto del amanecer
Quería decirle lo rimmel corrido
lo boca seca
lo trunco
mueca de una falta
neurosis (apenas, instantánea)
Quería lo cavidad vacía
fuera de toda importancia
un berrinche con mocos
una muerte dérmica
un ruido que se escucha lejos por la resaca
(y el sol botón y los olores propios y las lenguas ajenas y el cuerpo recuperado de un embudo con dientes que tiene nombre de mujer y se llama histeria)
Lo temerario
* * *
Pamela Terlizzi Prina, Almirante Brown, Pcía. de Buenos Aires, Argentina
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