Arena inflamada
1
Mi padre es
un arabesco
en mi
vida.
Ondula, sufre y permanece.
Yo lo amo
como el
hada
a sus flores transparentes.
2
Padre
que estás
en
el sillón
entre el sol y la luna:
¿A dónde nos llevan
tus
enloquecidos ademanes?
¿No te das cuenta?
Yo creo que tu alma está
tiesa.
Y es muy extraño
pero tu piel
ya no alcanza
para
cubrir tu cuerpo
3
Esas manchas en la piel de mi
padre:
¿Qué cla-
se de abejas
en otra era fueron
habitan-
tes de
húmedas ermitas?
Selva Dipasquale
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